Ni la suerte ni los colegiados siguen acompañando a un cada vez más hundido Unionistas. El equipo salmantino ha perdido de nuevo esta tarde en su visita al campo del líder del grupo II de Segunda B, el Bilbao Athletic, que se ha impuesto por 4-1 en Lezama en un partido presidido por una intensa lluvia. El equipo de Jabi Luaces al menos cambió su cara en Lezama y ofreció una buena imagen ante el conjunto de Joseba Etxeberria, convirtiéndose en un incómodo rival durante buena parte del encuentro. Pero de nuevo una decisión arbitral empezó condicionando el partido -un penalti inexistente en el 18 que abrió el marcador- y después en la segunda parte, después de que los salmantinos logran empatar y de que tuvieran claras ocasiones, Unionistas falló un penalti por mediación de David Grande para hacer el 2-2 en el 69. Poco después sentenciaría el conjunto bilbaíno, que terminaría goleando ante un equipo ya entregado, blando atrás y sin suerte.
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Unionistas llega así al primer tercio de la Liga hundido en el penúltimo puesto de la tabla con 8 puntos de 39 posibles en una semana en la que había echado a su director de fútbol Gorka Etxeberria -tres semanas atrás ya cambió de entrenador- y tiene cada vez más negro su futuro. A la espera de los partidos que se jueguen este domingo, ya está a cuatro puntos de la promoción de descenso y a nada menos que seis de salir del descenso directo. De nuevo volvió a encajar dos o más goles y ya van 9 partidos de 13 en este sentido. Imposible así así evitar el descenso. Los regalos defensivos volvieron a protagonizar el partido de Unionistas: el segundo gol en una mala salida del balón y permitiendo rematar en boca de gol con varios defensas al lado, el tercero en una mala salida de Brais y el cuarto con un centro al segundo palo donde el rival remata solo de nuevo.
Javi Luaces planteó de inicio varias novedades en el once, la principal la primera titularidad esta temporada del joven salmantino Diego González para mandarlo a la banda izquierda por Álvaro Romero, mientras que pasó a la zona de centrales a Zubiri junto a Ayoze dejando en el banquillo a Jordan; además regresaron al once tanto Javi Navas en la derecha y Portilla a la medular.
El filial bilbaíno controló el partido en los primeros instantes ante un replegado Unionistas en Lezama con varias llegadas cercando el área de Brais. Apenas un acercamiento con un disparo alto de David Grande tuvo Unionistas hasta que ya se adelantó el líder en el minuto 18 tras un polémico penalti sobre Morcillo por un leve empujón de Ribelles que terminó transformando el propio Morcillo entre las protestas visitantes.
Lejos de venirse abajo, Unionistas sacó la casta en Lezama pasando a controlar el balón y moviéndolo al son que marcaba Portilla. Precisamente el cántabro fue el protagonista que inició la primera gran ocasión de los de Luaces: un cambio de juego de 40 metros dejó solo a Diego González ante el meta pero en el mano a mano ante el canterano tormesino Jokin Ezkieta salió victorioso.
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Más allá del resultado en contra, Unionistas estaba logrando algo que ninguno o muy pocos de los equipos que habían pasado hasta el momento por Lezama: hacerle el partido incómodo a los de Joseba Etxeberria. Y es que cada caída del balón hacia la banda derecha a Javi Navas hacía recular a todo el filial rojiblanco.
El partido se fue al descanso con derrota para un Unionistas que dejó una gran imagen en la segunda parte de la primera mitad. Sin cambios arrancó la segunda parte y con la gran noticia del empate para los de Luaces. Una lejana falta sobre Javi Navas fue sacada con un auténtico zambombazo por Góngora, el meta bilbaíno no pudo atrapar el balón y allí estuvo rápido Diego González para anticiparse y empujar el balón a la red.
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El encuentro se convirtió en un correcalles, con un campo larguísimo que no beneficiaba a Unionistas con ataques de un lado a otro del campo en los que incluso pudo adelantarse Unionistas porque en el 56 Ribelles cabeceó un balón colgado al área que atrapó el meta. Esa rapidez en el juego no tardó en darle beneficios al equipo de Etxeberria porque tras un mal despeje, Morcillo pudo ganar la línea de fondo en el 59 y Baqué aprovechó su centro para empujar el balón al fondo de las mallas.
Cinco minutos después Luaces movió el banquillo con un doble cambio reforzando la zona de ataque dando entrada a Garrido y Álvaro Romero por De la Nava y el goleador Diego. Y casi le salió bien al vasco de inmediato.
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Falla hasta un penalti
Unionistas tuvo hasta un penalti para empatar en Lezama pero ni esa le salen ya al equipo salmantino. Álvaro Romero se presentó en el área en una gran cabalgada individual en el minuto 69, recortó a su par y fue derribado. El colegiado señaló la pena máxima y David Grande no acertó a convertirla porque el meta le adivinó la dirección y al rechace tampoco llegó Ribelles.
No fue la única ocasión clarísima para Unionistas. Ezkieta volvió a evitar el tanto salmantino en el 77 con un centro lateral que se complicó tras botar en el rápido césped pero el meta pudo mandar a córner con muchos problemas.
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El que no perdonó fue el líder justo después. Ya pudo hacer el 3-1 Baqué en el 80, un remate que Brais sacó a bocajarro, pero en el 81 Luengo aprovechó un balón suelto en el área adelantándose a la salida del meta de Unionistas. Ya en el 91 hizo el definitivo 4-1 a la contra Salado en un duro castigo en Lezama para un Unionistas que cambió su cara pero no suerte.
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