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El asalto violento protagonizado por decenas de ganaderos a la sede de la Junta de Castilla y León en Salamanca ha sido noticia en toda España. Los actos mantuvieron bloqueada durante horas la entrada a un sede oficial de la administración autonómica y terminaron con nueve policías y un manifestante heridos y al menos un detenido.
El estallido llega tras decretarse la prohibición de mover ganado por parte de las autoridades para frenar la tuberculosis bovina, una obligación que, en contra de los que piensan muchos afectados, no es una decisión propia del Gobierno español ni de la Junta, sino un mandato de las autoridades europeas y una obligación por las nuevas normas de saneamiento europeo. Pero, ¿por qué protestan los ganaderos? ¿Qué es lo que tienen que cumplir? Estas son las claves de lo ocurrido, según explica SalamancaHoy.
Crisis
El estallido llega tras decretarse la prohibición de mover ganado por parte de las autoridades para frenar la tuberculosis bovina, una obligación que, en contra de los que piensan muchos afectados, no es una decisión propia del Gobierno español ni de la Junta, sino un mandato de las autoridades europeas y una obligación por las nuevas normas de saneamiento europeo. Pero, ¿por qué protestan los ganaderos? ¿Qué es lo que tienen que cumplir? Estas son las claves de lo ocurrido.
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El sector esperaba que la ley de cadena alimentaria o el esfuerzo realizado durante la crisis del Covid, cuando fue considerado esencial, mejorara su situación, pero no ha sido así. En las últimas semanas, las marchas y protestas han subido de tono e intensidad. Los profesiones se sienten maltratados y la tensión ha estallado en forma de concentraciones que terminaron este lunes con una algarada violenta.
Tanto los responsables de la Junta en Salamanca como las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado eran conocedores de lo que podía ocurrir muchas horas antes y por eso se tomaron medidas: la presencia de antidisturbios, planificada, respondía a la previsión de altercados porque los ánimos estaban muy exaltados.
Las limitaciones a la movilidad y las normas de saneamiento vinculadas a los positivos de tuberculosis perjudican económicamente a las explotaciones y ganaderos porque el ganado tiene que ser sacrificado sin otras alternativas.
Ataques personales
Este lunes los ganaderos, convocados por la asociación Unidos por la Ganadería, se concentraron a las puertas de la sede administrativa de la Junta en Salamanca para protestar por el decreto que ha marcado los controles sanitarios a la tuberculosis bovina dentro de la Comunidad. Exigían el cese de los funcionarios de la Sección de Sanidad Animal, en especial de su jefe, responsables del saneamiento ganadero en la provincia y a los que acusan de no acceden a sus pretensiones de relajar los controles. La concentración buscaba que «se cese inmediatamente a Jaime García, jefe de Sanidad Animal».
En realidad, estos funcionarios no pueden actuar en contra de una norma que emana de Europa, que es de rango superior y que se ha traspuesto en España: no es, por tanto, responsabilidad ni del Gobierno central ni del autonómico. Y es de obligado cumplimiento. A pesar de ello, han recibido amenazas según denuncia la junta de personal de la administración. Este martes ha sido puesto a disposición judicial el detenido y la Policía Nacional revisa los vídeos de las cámaras de seguridad en busca de más participantes. Finalmente ha sido puesto en libertad.
Reglamento
El sistema de trazabilidad de los animales de la especie bovina se regula a nivel comunitario mediante un Reglamento de 2019 que completa una normativa anterior y se ha puesto en marcha para acabar con esta enfermedad, muy instalada en la cabaña ganadera española, y especialmente la salmantina. Se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad infecciosa que puede pasar de un animal a humanos.
Las regulaciones europeas incluyen todo tipo de pruebas para controlar posibles positivos de animales para prevenir contagios y evitar la extensión de la enfermedad a partir de ejemplares enfermos a zonas libres de ella. El protocolo diferencia entre zonas libres de la enfermedad y otras que no lo están. Y se fija muy especialmente en los movimientos y traslados: cualquiera requiere de test negativos previos.
Para aplicar la resolución, el ministerio ha tomado medidas y sólo se permitirán los movimientos de bovinos fuera de Castilla y León si su destino directo es el sacrificio en matadero o, si el destino es distinto de un matadero, sólo se permitirá el movimiento a cebaderos bajo estrictos requisitos de sanidad tanto de los animales como de las explotaciones de origen.
Mapa de tuberculosis
La normativa europea diferencia a la hora de aplicar los protocolos entre provincias y zonas libres de la enfermedad y las que no lo están y aquellas con un historial previo de contagios y brotes. Recoge la flexibilización que exigen los ganaderos, la hay en el caso de actividades o movimiento internos en provincias 'libres' de tuberculosis bovina o entre ellas, pero no en el caso de que haya destino u origen a una zona que se considere no 'limpia' de la enfermedad.
En este caso, Salamanca sale perjudicada por su historial. En el mapa del ministerio, la provincia está considera 'no libre' de la enfermedad y tiene tres zonas entre las de mayor prevalencia de España: es decir, donde más casos se han producido. Con estos precedentes, se le aplican las restricciones más duras previstas. En los últimos años, la cabaña ganadera de la provincia ha sido diana de problemas con la tuberculosis o la lengua azul.
Castilla y León cuenta con el mayor censo de bovinos de España. El ministerio subraya que la mayor parte de esa cabaña está situada en zonas de especial incidencia de tuberculosis bovina, caso de Salamanca. Una parte de los contagios se originan, según los expertos, en la fauna silvestre que entra en contacto con la ganadería, pero el 75% tienen su origen en contagios entre el ganado de las explotaciones.
Ministerio y Junta
Al aplicar la norma que viene de Europa y los criterios previstos, Salamanca ha sido una de las provincias más perjudicadas por sus malos precedentes. Sin embargo, el día 15 de mayo la Junta de Castilla y León publicaba una orden para flexibilizar la norma que limita el movimiento de ganado «hasta donde lo permita la ley» para evitar una limitación que «causa dificultades y perjuicios y sería bueno que no se aplique».
Sin embargo, la obligación es de rango europeo. El día 29 de mayo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación emite una orden ministerial sin precedentes decretando límites al movimiento del ganado bovino en Castilla y León para evitar poner en riesgo el estatus sanitario de la cabaña ganadera y exige al gobierno regional que «restablezca el cumplimiento de la normativa comunitaria y nacional».
La guerra política está servida, con un recurso de la Junta que es rechazado en los tribunales, que decretan la suspensión cautelar de la aplicación del decreto que flexibiliza los movimientos.
El último capítulo, el anuncio de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que asegura que, desde este 7 de junio, desaparecen las prohibiciones de movimiento de ganado que contenía la Orden Ministerial de 26 de mayo.
La aplicación de la normativa ha sido uno de los caballos de batalla de Vox, que hace meses que prometió la flexibilización de todas las medidas contra la transmisión de la tuberculosis, fundamentalmente, la prohibición de movimientos. Ha sido una de sus banderas electorales.
En los últimos días, el vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo, ha mantenido reuniones con ganaderos de Vitigudino, una zona afectada, y ha apuntado que «lo que les faltaba» «es que les ahogaran con más restricciones en materia burocrática». Ha calificado la directiva europea de 2020 calificándolas de «fracaso total» porque «no han conseguido erradicar la tuberculosis bovina y, además, lo único que están consiguiendo es ahogar a los ganaderos, que se han visto indefensos por parte de las administraciones».
Vox defiende la necesidad de coaligar la normativa con las necesidades de un sector que «lo está pasando francamente mal por diversas situaciones como al sequía, la guerra de Ucrania, el aumento de los costes en materia de forrajes, piensos y costes energéticos», y ha asegurado que llevarán a cabo la flexibilización de medidas. La consejería agraria ha aprobado este día 7 de junio una subvención de hasta 450 euros para los ganaderos que tengan que adquirir cabezas de ganado tras haber sacrificado ejemplares como parte del saneamiento contra la tuberculosis.
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