CCOO Y UGT mantienen las huelgas de Correos para el mes de Enero

Tras el anuncio de la convocatoria de Huelga de los días 5, 7 y 12 de enero de CCOO y UGT contra el desmantelamiento de Correos y, como parte de él, de la cartería, Correos ha anunciado la convocatoria de la Mesa sectorial para el 28 de diciembre, la cual se esperaba para el mes de enero, en realidad una farsa amañada con los tres sindicatos finalmente firmantes del desmantelamiento, CSIF, SL y CIG, con el único fin de desactivar la huelga y quitarse de encima la presión de los centros de trabajo y de los medios de comunicación, ganar tiempo y seguidamente volver a aplicar el modelo de cartería cuando el colectivo esté desprevenido.

Ante el evidente intento de boicot y sabotaje de la huelga, CCOO y UGT se reiteran en la convocatoria de huelga y anuncian que no van a asistir al «apaño» de mesa, claramente alegal, en la que, para desviar la atención del conflicto, ponen el Convenio como cebo para desactivar la movilización. La Convocatoria de Huelga General para los días 5, 7 y 12 de enero seguirá adelante en tanto no haya una paralización de la decisión de desmantelamiento de la cartería y la reversión de lo aplicado hasta la fecha.

Ambos sindicatos se preguntan cómo un presidente que se dice socialista, nombrado por el partido mayoritario de una Coalición progresista, quiere imponer a toda la plantilla un Plan Estratégico firmado, en amarillo sindical, solo por el 24% de la representación en contra del 75% restante, además de recordar a esta representación minoritaria que avala el desguace de Serrano que el 28-D, en dicha mesa, tienen una segunda oportunidad para ponerse del lado de los trabajadores/as y desdecirse de su firma del pasado 16 de diciembre.

Los trabajadores de dicho Centro de Correos, han estado reclamando estos días y reclamarán a la Dirección Zona Noroeste de la compañía la no implantación del nuevo modelo distributivo que supondrá una supresión de puestos y la reducción de contratación

Algunos de los motivos para la concentración han sido la no respaldación de las políticas que la dirección de Correos, con su Presidente, Juan Manuel Serrano, a la cabeza está implantando, conllevando así a un claro debilitamiento de la Empresa Pública, preparando el terreno para su futura privatización.

Además de la no implantación del nuevo modelo distributivo, la negación al trasvase de la actividad filial (Correos Express), al recorte de empleo y al al empeoramiento de su calidad (36% de temporalidad y 25% de empleo a tiempo parcial en general, y un 75% en la red de oficinas).

y por último se niegan a la quiebra económica de Correos porque el servicio público postal sí funciona, tal y como se demuestra en otros países europeos.