Los toros de Cepeda atraen a numeroso público de los municipios más cercanos

Una vez de regreso en Cepeda tuvo lugar el desenjaule y encierro de los novillos, para por la tarde llevarse a cabo el espectáculo taurino, que congregó a numeroso público no sólo del pueblo sino también llegados de los municipios más cercanos, ya que próximo a Cepeda había otro festejo de las mismas características, concretamente en Los Santos, por lo que la gente se repartió entre las dos localidades.

Se trató de un festejo que se inició con los picaos serranos en la Plaza Mayor, donde se congregaron las peñas del municipio para coger su sitio para ver los toros sin ningún peligro. Los balcones de las diferentes viviendas que hay en la Plaza, las talanqueras o incluso escaleras, todos eran buenos lugares para ver los toros sin miedo a que éstos les pudiera hacer nada.

Después llegaría la lidia de dos novillos de la ganadería de Manuel Gimeno por José María 'Quinito', quien no consiguió llevarse ningún trofeo. Según los entendidos, el primero de los novillos estuvo bastante bien, pero el segundo «ha sido una pena», se lamentaba uno de los asistentes.

La vaquilla posterior animó el ambiente e hizo las delicias de los más valientes que no dudaron en salir a la plaza a darle unos capotazos. Tras acabar, comenzó a diluviar, por lo que la gente pronto se dispersó, dejando la Plaza vacía; mientras que algunas personas señalaban que no recordaban que nunca hubiera llovido por San Bartolo.

Por otro lado, señalar que la tarde contó con el acompañamiento musical de la charanga El Bombazo, del municipio vecino de Sotoserrano, desde donde llegaron numerosas personas para no perderse 'los toros', como se dice vulgarmente.

Con este espectáculo y la verbena nocturna casi se puso fin a las fiestas de este año, ya sólo queda la despedida, que llegará hoy con la merienda de confraternidad de la Peña del Toro, que son los encargados de organizar el festejo taurino y también de sufragarlo con las cuotas que aportan sus socios.