El título falso del asesor 'de los jeques' se selló sin sospechar y se le pagó pese al «resultado cero»

Dos técnicos municipales directamente relacionados con el contrato del asesor e ideólogo del 'congreso de los jeques' José María Fuentes, ahora en el banquillo por falsedad y estafa, han dado algunos detalles sobre el trabajo, los pagos y el momento en el que aporta la documentación falsa que acredita un título que el exasesor no tenía.

En primer lugar, el asesor municipal Juan José Sánchez, exconcejal de Promoción con Cs cuando se contrató al ideólogo del congreso de los jeques, ha asegurado que su trabajo dio «resultado cero», pero también ha confirmado que remitía los informes semestrales con respaldo a los que se le pagaban las cantidades estipuladas en el contrato durante los dos años iniciales y uno más de prórroga, para lo cual cumplía con la obligación de presentar memorias periódicamente.

El que fuera asesor y después concejal de Cs fue el encargado de firmar el contrato como edil de promoción económica. Ha explicado que el contrato, que era de servicios y no laboral, se hizo porque consideraban que era necesario reforzar la captación de empresas para la ciudad.

Sánchez, que ahora es asesor municipal del equipo de Gobierno, ha asegurado con rotundida que conocía la labor de asesoramiento de Fuentes ya que era él quien recibía los informes y pagaba las cantidades previstas en el contrato, pero también ha asegurado que la labor del denuncia dio «resultado cero».

Sánchez, una de las personas que trabajó en la promoción de la ciudad cuando Fuentes fue contratado, ha matizado la labor del asesor ahora en el banquillo, al que atribuye asesoría, pero no participación en los proyectos que se tenían que llevar a cabo, según publica Salmancahoy.

Acto seguido, ha comparecido la entonces gerente de la Sociedad municipal de Promoción y Turismo, que fue la funcionaria que compulsó los documentos acreditativos de título universitario de Económicas que presentó Fuentes, en concreto, un resguardo de certificado de notas.

«Yo he visto esos documentos, lo que se presenta es una focotocia del documento que se presentó», ha dicho la funcionaria que dice que no le llamó la atención que el documento de las notas careciera de sello o de tasas porque «no soy experta». Ha añadido que en el momento de la compulsa actuaron con «confianza» sobre la autenticidad de los documentos. «No me di cuenta en ningún momento» de la falsedad del documento, ha reconocido a preguntas del juez.

«No me hizo dudar la documentación en ningún momento, había más documentación que validaba que existía esta documentación porque había títulos posteriores que hacían ver que esa licenciatura existía», ha comentado.

La funcionaria ha asegurado que, en el pliego de condiciones, figuraba la necesidad de presentar titulaciones y acreditaciones profesionales y que en el V de Fuentes aparece, «en más de una ocasión», que tenía el título.

LA que fuera gerente de la Sociedad de Turismo, entidad que contrató a Fuentes, ha reconocido que hubo «algo de actividad» referente a este contrato de asesoramiento en forma de algunas actividades. También ha dado una clave sobre el procedimento de adjudicación de la plaza.

La defensa ha argumentado que, de los nueve concurrentes, sólo el acusado presentó titulaciones como acreditación de solvencia, pero el resto no lo hicieron porque eran sociedades o empresas; esto lleva a la defensa a asegurar que no se requería el título para concursar. Sin embargo, la funcionarionaria ha replicado que el proceso no funciona así y que todos los licitadores pudieron presentarse y que se solicitó la documentación acreditativa en una fase posterior.

El que era rector de la Usal cuando estalló el caso, Ricardo Rivero, ha comparecido en el proceso, del que tuvo conocimiento en febrero de 2023 cuando salió a la luz pública. Rivero ha explicado que tuvo conocimiento del certificado falso de notas y que la universidad lo cotejó

«Tenía algunas asignaturas superadas que correspondían, pero tenía un buen número de créditos pendientes, no recuerdo si superó algún curso entero», ha asegurado. «Había asignaturas que no había superado», ha dicho sobre el documento falso, que incluía cambios de calificaciones.

El exrector también ha identificado un modelo de tasas de 1997 que «es verosímil» que no sea real. La declaración ha sido muy breve ya que ni acusación ni defensa han preguntado. Una funcionaria de la Usal, precisamente la persona cuya firma se usa en el documento falso, ha asegurado que el documento no podría pasar por válido.

Posteriomente, otros de los responsables universitarios cuya firma aparece en el certificado falso ha asegurado que estaba falsificada y que no sería difícil comprobar que no era auténtico.