Los Sillero Mesonero, dos hermanos con mucha marcha

«Es mi primera medalla en absoluto», reconoce Mario, que ya fue campeón nacional sub-23, que añade que «me sabe a oro, solo superado por el campeón de Europa, y además con marca personal en pista». «Iba tercero y tenía controlado al grupo que venía por detrás, pero al ver que al segundo le penalizaron teniendo que parar un minuto en el pit-lane, me fui lanzado a por la plata. A partir del cuarto o quinto kilómetro me di cuenta de que podía estar en el podio», explica el atleta de la Real Sociedad. Mario reconoce que la medalla lograda el sábado por su hermana «fue una ayuda, no una presión para mí. Hizo un carrerón».

Por su parte, Marina argumenta que «nos quedamos muy pocas delante, yo iba controlando a la cuarta clasificada. El ritmo era lento de inicio y no me interesaba por lo que lo incrementé para que no hubiera problemas, aunque aparecieron unas molestias en la rodilla que llevo arrastrando. Faltaban algunas de las marchadoras más importantes en el Nacional y yo supe aprovecharlo. Aproveché la oportunidad».

La marcha en una dura disciplina atlética de fondo que no suele ser muy común. «El fondo siempre me gustó», explica Mario que reconoce que todo empezó casi por casualidad: «Pasé del fútbol al atletismo, como casi todos. Cuando estaba en el At. Salamanca, faltaba un atleta para una jornada de la liga de clubes y me inscribieron a mí y desde ahí no he parado. Eso fue en 2004 y ahora ya tengo 30 años. Lo mejor está por llegar». Su hermana afirma que «yo entré en la marcha por Mario, es el que me ha enseñado desde el inicio. Cuando le vi ser campeón nacional sub-23 yo me dije que también quería serlo y ahí empezó todo».

En lo que ambos atletas coinciden es en darle gran parte de su éxito a su entrenadora Rosa Colorado. «Es la base de todo, sin su esfuerzo del día a día en los entrenamientos, algo que no se ve. No hubiera sido posible», confiesa Mario Sillero, algo que certifica Marina: «Los entrenamientos son muy sacrificados y todo el trabajo de ella que hay detrás es vital», explica la joven atleta de 22 años.

Por último, el atleta confiesa que su sueño actual es «intentar volver a ser internacional, ya lo fue en 2011 en un encuentro. A día de hoy unos Juegos los veo lejos aunque no me pongo techo. Necesitaría dedicarme al 100% para intentarlo», mientras que Marina ansía «estar en unos Juegos, aunque sé que es complicado».