El servicio de alojamiento en pisos de Ascol asume 2.500 pernoctaciones

En plena celebración de su 25 aniversario, la Asociación contra la Leucemia y Enfermedades de la Sangre (Ascol) pone en marcha una nueva campaña para la captación de socios y más apoyos externos. En esta ocasión tiene un vídeo como formato, titulado ‘Gracias por cuidar a quien cuida de mí’, que resume su finalidad a través de los testimonios de cuatro pacientes.

El mensaje se transmite en tan solo un minuto y siete segundos. «Gracias por dar un techo a mi pareja cuando más lo necesitaba», comienza Elvira Fernández, paciente con linfoma de no hodgkin diagnosticada en 2016. En el caso de Maite Sánchez, con la misma enfermedad, diagnosticada en 2010, su agradecimiento va por aquel café «calentito» que tomó su madre a media mañana. Blanca Díez, diagnosticada en 2016, subraya la labor de Ascol para que su hija durmiese en una cómoda cama al lado suyo «durante tantas noches en este largo proceso». Por último, Susana Somovilla, paciente con linfoma hodgkin desde 2015, da las gracias por ayudar a su familia, a su pareja y a su hija «cuando más hundidos estaban».

En el vídeo también interviene la jefa de la Unidad de Trasplante del servicio de Hematología del Clínico de Salamanca, Dolores Caballero, que señala: «Gracias por llegar donde nosotros no podemos». Y por último, la presidenta de Ascol, Ascensión Hernández, quien recuerda que la asociación lleva 25 años apoyando a los familias de los pacientes con leucemia. «Ahora te necesitamos, tu ayuda nos permitirá seguir trabajando. Hazte socio».

El presupuesto anual de Ascol ronda los 70.000 euros, para poder cubrir todos los programas que ofrecen a los pacientes y familiares, tanto en el hospital, donde además de la iniciativa ‘Café con ascol’, en una sala propia en la planta, también han adaptado las habitaciones con televisores (para que no tengan que pagar por ellas), sofás-cama en las individuales (ya que por su tamaño en las dobles no han podido, salvo en una por sus dimensiones), entre otras cuestiones que hacen más cómoda la estancia. Además, cuenta con dos pisos para el alojamiento de familiares que son de fuera de Salamanca y tienen que estar una larga estancia por la enfermedad. «Hemos tenido dificultades para pagar los gastos de uno de ellos pero finalmente con una donación importante de Bankia lo pudimos resolver», precisaba su presidenta, que añade que cada una de las viviendas tiene cuatro habitaciones. «Necesitaríamos tres o cuatro pisos porque siempre están llenos, pero de momento es inviable y seguiremos manteniendo los dos que tenemos ahora», advierteAscensión Hernández. De hecho, a lo largo de 2016 alojaron a 255 personas que sumaron cerca de 2.500 pernoctaciones.

Ascol puede mantener todos sus programas gracias a las subvenciones y donaciones que recibe y a la colaboración de sus 800 socios. «Existen varias modalidades con las que nos pueden ayudar», relatan. Por un lado, con la cuota de socio, de 10 euros al trimestre, o a través de la plataforma www.teaming.net/ascol, por 1 euro al mes.

Por último, recordaron la importancia de hacerse donante de médula ósea, «que se realiza vía aféresis y es muy sencillo», subrayaron.