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DANIEL BAJO / WORD
SALAMANCA
Lunes, 29 de enero 2018, 12:20
El sábado pasado se conmemoró el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. Ese nombre alemán es el sinónimo universal de muerte, odio y vergüenza por algo que jamás debió suceder.
Es de dominio público que los nazis sembraron Alemania y los países ocupados de campos de concentración y de exterminio en los que recluir a enemigos de guerra y a cualquiera que no compartiese sus disparates o que no se ajustase a sus ‘ideales’. En esa definición cabía prácticamente cualquiera que no fuese un nazi declarado y así fue como cientos de republicanos españoles exiliados en Francia tras la Guerra Civil acabaron en Mauthausen, Dachau, Buchenwald y o Sachsenhausen.
Y entre ellos también hubo salmantinos. Según los registros recogidos en la base de datos del Ministerio de Cultura, 34 nacidos en nuestra provincia dieron con sus huesos en algún campo de concentración alemán durante la II Guerra Mundial. El ministerio recopila su nombre, fecha y lugar de nacimiento, desde dónde fueron enviados a los campos, en cuál de ellos acabaron y la fecha de su liberación o de su muerte.
Casi la mitad de los 34 salmantinos fueron enviados a Mauthausen. Éste pronto fue conocido como ‘el campo de los españoles’, porque la mayoría de compatriotas republicanos eran recluidos allí. 16 de los 34 salmantinos antes citados terminaron en Mauthausen. El resto se repartieron por Buchenwald (ocho), Dachau (cinco), Sachsenhausen (dos) y Natzweiler, Neuengamme y Hinzert (uno en cada uno de ellos).
En cuanto a sus orígenes, eran tan variados como los campos en los que recalaron. Cinco de los 34 eran de Salamanca capital; tres de Rollán y dos de Alba de Tormes. El resto provenían de localidades distintas, repartidas por los cuatro puntos cardinales de la provincia, desde Aldea del Obispo a Tamames, Salmoral, Peñaranda, Ciudad Rodrigo o Hinojosa de Duero.
Y una vez recluidos en los campos quedaban muy pocas opciones más allá de sobrevivir cada día y esperar a que tarde o temprano llegasen los aliados. El destino quiso que 17 salmantinos expirasen en uno de aquellos campos para prisioneros. Uno (Francisco Cuadrado, de Villavieja de Yeltes) figura como desaparecido y los otros 16 recuperaron la libertad a lo largo de 1945, cuando la II Guerra Mundial agonizaba.
La imagen superior muestra a un grupo de españoles el día de la liberación de Mauthausen. Varios salmantinos vivieron aquel día en primera persona y quizá estén en esa foto.
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