El ropero de Puente Ladrillo envía su undécimo contenedor de ayuda humanitaria a Capiatá, en Paraguay

Aproximadamente medio centenar de personas, entre los voluntarios del equipo del ropero, de la Fundación Mil Caminos, la Asociación Puente Vida, la Casa Escuela Santiago Uno, los scouts de las Siervas de San José, un grupo de familias del barrio y Pan Salamanca, entre otros, se dieron cita este lunes en el conocido este conocido espacio solidario para «volver a hacer historia». La concentración mantuvo, en todo momento, las medidas de seguridad sanitaria.

El ropero de Puente Ladrillo, abierto en el año 2006, consolida de este modo su compromiso con el proyecto que mantienen en Paraguay, a través del que, a lo largo de los últimos años, han formado «costureros que sueñan con un trabajo digno y con una esperanza de futuro basada en su propio trabajo y esfuerzo». Allí, imparten cursos de corte y confección, básico y avanzado, gracias a que cuentan con máquinas de coser industriales y un aula.

Según la organización, el COVID-19 paralizó toda la formación presencial y ahora el reto está, «sencillamente», en poder continuar. «La situación en Capiatá es difícil y las necesidades aumentan. Esperamos que este nuevo contenedor les permita reabrir el costurero y apoyar a las Ollas Solidarias con reparto de ropa», matizó la entidad a través de un comunicado recogido por Ical.

El contenedor, cargado en el buque MSC Charleston saldrá el próximo 30 de marzo desde Valencia para conectar el 8 de abril con el CAP San Antonio en Algeciras. Luego pasarán unas semanas hasta que alcance su destino final, con parada el 24 de abril en Buenos Aires y el 2 de mayo en Asunción, antes de arribar unos días después a Capiatá.

El ropero de Puente Ladrillo lleva en funcionamiento casi 15 años en la calle Jesús Arambarri, en el barrio salmantino que le da nombre. El horario para poder llevar ropa, libros, material de costura o material de cocina es de lunes a jueves, de 10.00 a 12.00 y de 16.30 a 18.30 horas.