Las rémoras condenan de nuevo a un Unionistas cada vez más hundido (1-4)

Jabi Luaces repitió el mismo once que hace una semana dejó tan buenas sensaciones ante el líder, un Bilbao Athletic al que tuvo controlado gran parte del partido pero que tras fallar un penalti con 2-1 en contra el equipo charro se vino abajo. Solo hubo una novedad por la lesión de Zubiri, que en el entrenamiento del lunes se hizo un esguince

de tobillo. Su lugar lo ocupó Jordan Blaise mientras que se mantuvo como interior Diego González, goleador en Lezama, en detrimento de Álvaro Romero. Y cuando los técnicos persisten en los errores en las alineaciones ya no solo es culpa del pésimo trabajo de la secretaría técnica saliente sino también de que los entrenadores -y ya van dos- no ven lo que cualquier aficionado en Las Pistas 'sufre' cada sábado en casa.

El partido ya quedó marcado en la primera parte por los errores individuales, una vez más, de dos jugadores que están lastrando al equipo casi jornada tras jornada cuando juegan con sus fallos individuales e inseguridades que generan en los compañeros. Un 0-2 al descanso tras el innecesario penalti provocado por Jordan en el minuto 34 que marcó Andy desde los 11 metros, y después con el 0-2, también de Andy en el 42, cuando Brais tocó un balón que se iba fuera para provocar un córner en el que salió a 'uvas' y el jugador del Logroñés aprovechó para marcar a placer. Hasta entonces, el equipo de Jabi Luaces se había mostrado incluso superior al segundo clasificado del grupo II de la Segunda B, en un más que decente partido de los charros con llegadas ante un Logroñés empeñado en tocar el balón pero que no pasaba de la zona de tres cuartos.

El técnico visitante tuvo que mover antes de lo que esperaba el banquillo por la lesión de Íñigo López en el minuto 20 cuando entró en falta a Diego González, una falta en la que vio la amarilla y terminó lesionado. Aguantó siete minutos hasta que tuvo que entrar Miguel Santos.

La primera ocasión ya fue local en el minuto 9 con un balón que se le quedó franco a David Grande en el interior del área, el delantero remata tras enganchar el balón en el punto de penalti y el esférico termina en córner.

Hasta la primera media hora el partido fue local, con Portilla mandando en la medular encontrando a Javi Navas por la derecha o con Carlos de la Nava empezando a sentirse cómodo en el campo por fin.

Pero a raíz de ahí llegaron los continuos errores. Ya en el 31 Brais salió a la mitad del campo de Unionistas para intentar contar un balón que dejó a un riojano cerca de lograr el primero si hubiera estado certero. El primer gran error, porque ya costó un gol, llegó en el 34.

Fue Jordan, que se tiró al suelo de forma innecesaria dentro del área cuando el delantero del Logroñés no tenía el balón controlado y cometió un infantil penalti que marcó Andy.  Lamentablemente la condena de Unionistas no terminó ahí porque faltaba el casi diario error grave de Brais en los partidos. Primero en un balón colgado que se iba fuera lo tocó el meta para forzar un innecesario córner. En el saque de esquina, el meta gallego salió a destiempo y Andy cabeceó a la red para hacer el 0-2. Partido resuelto sin apenas hacer nada para la UD Logroñés. 

La segunda parte se inició con un cambio en Unionistas: Luaces retiró del campo a Jordan para dar entrada a Álvaro Romero en la banda, mientras que Ribelles pasó al eje de la zaga. El equipo charro, aún consciente de la dificultad ya si quiera de puntuar, sacó vergüenza 'torera' para al menos intentarlo ante un Logroñés que ya tenía su enorme botín en el zurrón.

Pudo recortar diferencias Unionistas ya en el 51 cuando Carlos de la Nava le ganó la espalda a los centrales pero cuando iba a disparar escorado en la derecha, fue empujado por un rival con el cuerpo y el delantero estrelló el esférico en el lateral de la red.

Pero fue un espejismo porque con el paso de los minutos Unionistas comenzó a atacar con más corazón que cabeza, desordenándose a cada minutos que pasaba y ahí el Logroñés vio sangre y se lanzó al cuello de Unionistas con dos contras que 'mataron' el partido. Primero en el 64 de David tras una buena primera intervención de Brais pero que no pudo llegar al rechace, y solo dos minutos después de Vitoria en un mano a mano que el gallego no adivinó.

A falta de 16 minutos Guille Andrés al menos marcó el tanto de la honra con un zapatazo desde la frontal que puso el 1-4. Le quedó tiempo a Brais hasta para evitar el quinto en un mano a mano que despertó algunos aplausos con sorna de algunos aficionados locales celebrando la parada de su portero.

En el 82 incluso Góngora pudo 'arreglar' algo más el marcador con otro disparo lejano pero el  meta Miño lo evitó con una gran intervención desviando a córner.