Los pueblos de Salamanca afrontan la fase 1 con ganas y con la esperanza de que no haya un rebrote

No obstante, la orden publicada el pasado viernes con una serie de medidas de flexibilización para los municipios de menos de 10.000 habitantes y una densidad menor a 100 habitantes por kilómetro -actividades propias de la fase 2- ha adelantado esas medidas de alivio al pasado viernes, sobre todo en los pueblos pequeños, donde -como manifiestan los vecinos- ya se abrieron un gran número de bares, que es una de las medidas más visible, puesto que junto a las terrazas, con un 50 por ciento de ocupación, también se podía abrir el interior, con un 40% de aforo, para el servicio en mesa.

De esta forma, durante la jornada de ayer ya se pudieron ver muchos establecimientos de hostelería abiertos, aunque alguno prefiere esperar al lunes conscientes de que hasta ese momento no se permiten los desplazamientos por toda la provincia y aprovechar el fin de semana para desinfectar los espacios y dejarlos listos para sus clientes.

Por su parte, los 15 municipios a los que no afectaba la orden publicada el pasado viernes con las medidas de flexibilización, se preparaban ayer para acoger el lunes la fase 1.

Por ejemplo, Ciudad Rodrigo afronta la fase 1 «con ganas», al menos esa es la impresión del alcalde, Marcos Iglesias. «Al final las cosas han venido estando mejor cada día en nuestra ciudad, y eso se debe a la gran responsabilidad mayoritaria de todos». Añade que «sabemos que tenemos que convivir con la covid-19, pues esta guerra no la hemos ganado; sabemos que es posible que haya repuntes, especialmente todo apunta a que en otoño, pero lo cierto es que la vida de las ciudades debe continuar con responsabilidad de todos».

Marcos Iglesias apela a la «responsabilidad» para seguir avanzando, «las medidas de distanciamiento social son fundamentales, por otra parte, pienso que muchos de los planteamientos de hasta ahora, sólo se centraban desde un enfoque de ciudades grandes, no desde ciudades intermedias o pequeñas, como la nuestra, y mucho menos desde los pueblos, por lo tanto, esta nueva normalidad era más necesaria en ciudades como la nuestra».

Desde un punto de vista económico, «yo creo que el sector comercial y de la hostelería agradecerán este avance, la hostelería mirobrigense está preparada para dar confianza a todos los que a partir del lunes ya podemos tomar un café o un refresco en las terrazas». Los propios hosteleros a través de su asociación han realizado una encuesta en la que se muestran cautos y se dividen entre los que están a la expectativa y los que abrirán a partir del 1 de junio a pesar de que la posibilidad de hacerlo sea inmediata.

En cualquier caso, todos los pueblos de la comarca a excepción de Ciudad Rodrigo, ya se benefician de las nuevas aplicaciones para los pueblos menores de 10.000 habitantes. «Son momentos duros donde poco a poco debemos trabajar para que haya esa normalidad esperada. Abriremos algunos espacios municipales como la biblioteca, y también algunas instalaciones deportivas», concluyó el alcalde.

De igual modo, la próxima semana se ofrecerán novedades sobre el mercado de verduras que se instala todos los lunes en la plaza del Buen Alcalde y en relación al mercadillo de los sábados, la situación es más compleja y tras la medición realizada esta semana, se augura una reducción de puestos significativa, probablemente menos de la mitad, unos 50, para dar la distancia de seguridad establecida.

Alba de Tormes es otro de los municipios que se está preparando para esa anhelada fase 1. Así, el Ayuntamiento aprovechó el pasado viernes para, junto a la Policía Local y el arquitecto municipal, valorar sobre el terreno la posibilidad de propiciar del mayor espacio posible a las terrazas para mantener la distancia de seguridad. «Una terraza que tenía 60 metros ahora va a tener cuatro veces más», explicaba la alcaldesa, Concepción Miguélez, que añadía que en algún caso, en el que no sea posible dar la ubicación que ha solicitado el hostelero se le ofrecerá otra ubicación para lo cual se peatonalizará alguna calle. Otra de las medidas que van a llevar a cabo es la contratación de dos personas por el Plan de Apoyo Municipal de la Diputación para tareas de desinfección, como lo han solicitado los hosteleros.

Económicamente, añade Miguélez, se modificará la tasa de ocupación de terrazas para no cobrarla este año, así como el servicio de basura y agua durante el tiempo que no se ha prestado. Además, «se dará una pantalla facial a cada hostelero como símbolo de un buen protocolo de seguridad frente a la covid-19».

Mientras tanto, ayer se repartieron 300 mascarillas infantiles a los niños mientras se siguen confeccionando otras 400.

Los pueblos de las áreas de salud que el pasado 11 de mayo pasaron a la fase 1 - Miranda del Castañar, Robleda, Aldeadávila de la Ribera y Lumbrales- y que esperaban el próximo lunes pasar a la fase 2, finalmente continuarán en la misma, pero con muchas de las medidas de la fase 2 gracias a la orden publicada el pasado viernes, como afirman los representantes municipales, que se sienten «orgullosos» del buen comportamiento y responsabilidad de sus vecinos, por lo que piden a todas las personas que desde el próximo lunes piensen visitar estos municipios sigan las medidas existentes -usar mascarillas, guantes y guardar la distancia de seguridad- para que no haya un rebrote y no se den contagios en unas zonas en las que apenas han existido durante toda la pandemia.

Éste es el mayor temor de todos los ayuntamientos, que haya contagios al relajarse las medidas, aunque son conscientes de que hay que seguir adelante y dando nuevos pasos camino a la nueva normalidad.

De esta forma, a partir del lunes, prácticamente toda la hostelería estará abierta en estos lugares, como también en una gran mayoría de los pueblos de la provincia.