La provincia de Salamanca pierde 874 habitantes sin sumar los efectos de la pandemia

La provincia salmantina ha perdido 24.374 habitantes en la última década, cayendo en picado la población año tras año desde 2009, cuando se alcanzaron los 354.608 vecinos, registrándose el mayor descenso demográfico en 2013, cuando se perdieron más de 5.000. Desde el mencionado año hasta el presente, Salamanca se ha quedado sin más de 25.300 habitantes. El siglo arrancó con 349.733 empadronados, con más subidas que bajadas poblaciones en la primera década, pero en esta segunda la despoblación se ha agudizado.

Una tendencia que, sin embargo, la capital consiguió romper el año pasado, volviendo a sumar vecinos, aunque no muchos, en su padrón (250) y que en el presente año repite, al recuperar 597 habitantes y situarse en los 144.825 antes de la covid.

La ciudad de Salamanca ha perdido en lo que va de siglo 13.671 habitantes y en la última década 9.577. La evolución demográfica no ha seguido la misma tendencia que en el conjunto de la provincia, ya que en la capital la caída comenzó a ser constante mucho antes. Y es que en todos los años del presente siglo, salvo 2003 y 2004, así como los dos últimos, Salamanca ha ido perdiendo población. La mayor caída de estas dos década se produjo en 2007, con más de 3.800 vecinos menos, mientras que en 2004 tuvo lugar la mayor recuperación, sobrepasando los 2.500 más. Ese año fue en el que la capital registró un mayor número de habitantes, alcanzando los 160.416; desde entonces las caídas no han cesado hasta que la tendencia cambió en 2019, pero con unas recuperaciones mínimas. Entre 2004 y la actualidad, la capital salmantina ha perdido un total de 15.531 habitantes.

La despoblación en la provincia, pese a ser generalizada, tiene algunas excepciones en este 2020, además de la capital, hay pueblos pequeños que ganan algún habitante; excepciones también que se producen en el alfoz, aunque no todos ganan población. Béjar es el municipio de Salamanca que más vecinos ha perdido a 1 de enero en relación al año anterior, 180 menos (12.559), mientras que Aldeatejada y Carbajosa de la Sagrada son, tras Salamanca, donde más aumentan, con 146 y 135 habitantes más, respectivamente, aunque los vecinos en el primero se sitúan en 2.210 y en el segundo en 7.251.

Villares de la Reina y Villamayor, dos municipios que tampoco han parado de crecer, así como Castellanos de Moriscos, son otras localidades del alfoz de la capital que aumentan su población en el presente año, aunque de forma leve, con 18, 10 y 47 vecinos más. Sin embargo, Santa Marta de Tormes, la segunda localidad más poblada de la provincia tras Salamanca (14.730), y Cabrerizos (4.254) pierden vecinos, 75 la primera y nueve la segunda.

La caída demográfica se vuelve a repetir otro año más en todas las cabeceras de comarca. Así, Peñaranda se queda sin casi un centenar de habitantes en el último año (99) y se sitúa en los 6.161, mientras que Ciudad Rodrigo cuenta con 83 menos (12.262).

Descensos demográficos similares son los que tienen otras dos cabeceras de unas comarcas en las que la despoblación no cesa, como son Vitigudino (2.445) y Ledesma (1.547), con 54 y 52 habitantes menos. Similitudes también en Alba de Tormes y Guijuelo, villas que superan ambas los 5.000 habitantes y que han perdido 16 y 17 vecinos este año, respectivamente.

La despoblación se ha convertido en uno de los problemas más importantes de la provincia salmantina y la tónica se repite año tras año, registrándose solamente aumentos en los municipios más cercanos a la capital. Una provincia donde 223 de sus 362 municipios tienen entre cien y 500 habitantes y 85 cuentan con menos del centenar, mientras que otros 25 están entre los 501 y los mil vecinos. Solo tres superan los 10.000, Santa Marta, Béjar y Ciudad Rodrigo, mientras que seis se sitúan entre los 5.000 y 10.000 habitantes y la misma cantidad ente los 2.000 y 5.000.