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El centro infantil 'Travesura' de Salamanca mantiene las puertas cerradas a la espera de una solución a la difícil situación que atraviesa el sector. WORD
«Somos la primera pieza del puzzle y se nos ha olvidado desde el minuto uno»

«Somos la primera pieza del puzzle y se nos ha olvidado desde el minuto uno»

Guarderías privadas de la región unen sus fuerzas en AECIP para reclamar un protocolo claro de reapertura y una solución a la situación de «caos» que atraviesa el sector

rosa m. garcía / word

Sábado, 20 de junio 2020, 11:39

No saben ni cuándo ni cómo pueden abrir con las máximas garantías para trabajadores y alumnos. La incertidumbre pesa sobre un sector estratégico para la educación y la conciliación familiar, como es el de los centros de Educación Infantil. Un sector que se considera «olvidado» al no concretarse las condiciones de su regreso a la actividad y cuya situación comienza a hacerse insostenible, enfrentándose a un futuro incierto que puede llevar a que una gran mayoría «desaparezca».

«Nos han olvidado desde el primer día, desde el minuto uno, pero se nos sacó a la palestra, se dijo que los centros de 0 a 6 años pueden abrir y hasta ahí llegó la información», dejando en manos de las comunidades -que son las que tienen las competencias- la regulación de un sector que desconoce qué tiene que hacer. «No nos han dicho nada» y «es inaudito que en una situación de emergencia sanitaria todos los sectores estén regulados menos el nuestro», afirma Pilar Granados, de la Agrupación de Escuelas y Centros Infantiles Privados (AECIP).

De momento, 185 guarderías privadas de la región, 33 de ellas salmantinas, han hecho un frente común buscando una información clara y reclamando a la Junta un protocolo y una regulación de la reapertura que dé solución a la situación de «caos» que atraviesan y que se repite en la mayoría de las comunidades, motivo por el que se han agrupado en la plataforma nacional Somos Educación de Base.

Hace aproximadamente un mes nació AECIP y desde entonces no han dejado de luchar. Han remitido escritos a todas las consejerías y a la Presidencia de la Junta, además de al Procurador del Común; de momento, no han obtenido respuesta. El próximo miércoles estarán en las Cortes de Castilla y León. Además en cada provincia están manteniendo encuentros con ayuntamientos y subdelegaciones del Gobierno.

«Antes de pasar a la fase dos, la Junta publicó la guía 'Crecemos' y nos dijo que podemos guiarnos por ese escrito», pero «no es para nosotros; se necesita algo específico, porque nuestras empresas son privadas y no es lo mismo un servicio deficitario público, que nada más que entren niños por la puerta van a ganar, porque van a restar pérdidas a ese servicio, pero nosotros no podemos sobrevivir con un aforo limitado».

Este sector tiene «muchos problemas y uno de ellos es que no podemos hacer el mismo ruido ni tenemos el mismo peso que otros, porque nadie mira para nuestro sector. Al haber una mitad pública y otra mitad privada, se resta la fuerza», algo que no ocurre en la hostelería, turismo o industria, que «van todos a la vez».

También critica las «diferencias que se generan» al tener las competencias transferidas las comunidades. «Nos sorprendió mucho cuando en la desescalada se anunció que el grupo de 0 a 6 años podría comenzar cuando, por emergencia sanitaria, los mayores de 6 ya no volvían», pero «entendemos que al final, además de educar, proveemos la conciliación».

Estima que «hay un peligro real de que el sector privado desaparezca en un porcentaje altísimo. Si esas plazas desaparecen, cuando todo esto vuelva a la normalidad y se necesiten, no va a haber. Los padres no van a poder conciliar y sin conciliación no hay vuelta al tema laboral y sin él, no hay reactivación económica. Es imposible, nunca un país puede arrancar cuando los niños están en casa». Por eso, «no entendemos porqué nunca se nombra a este sector».

Ante este panorama, desde el 15 de mayo «estamos en esa lucha. Entendemos que la situación es complicadísima para muchos sectores, pero somos la primera pieza del puzzle, igual que Primaria, cumplimos esa función, porque no hay un niño que se pueda quedar solo con 8 años en casa. Al principio no hacía mucha falta porque el país estaba paralizado; ahora, mejor o peor, los niños estarán con los abuelos, porque la gente además tiene miedo» y «nosotros no hemos podido asegurar esa seguridad porque no tenemos nada, ni un protocolo sanitario».

«Lo único que pedimos es hablar del tema de verdad y decirle cuál es la situación de nuestro sector». Un sector que permanece cerrado en un 90% y «donde existen verdaderos dramas de personas que tienen que abrir porque no pueden seguir ya sin ingresos». Por eso, además de protocolos claros, piden alargar los ERTEs, exoneración de las cuotas de autónomos y ayudas directas para amortiguar las pérdidas.

«Ponemos nuestros centros al servicio de la conciliación, porque es nuestra vocación, pero nos tienen que ayudar, porque si no, esto se hunde», afirma Granados.

Trabajo local

Además del trabajo que está realizando la agrupación a nivel regional, en el ámbito local «nos hemos ido moviendo con los ayuntamientos», explica. Esta semana mantuvieron una reunión en el Consistorio salmantino, que «ve inviable nuestra situación» y tampoco «se entiende que nadie nos regule». La semana que viene mantendrán un encuentro con el delegado de la Junta y también quieren hablar con la subdelegada del Gobierno. «Por lo menos se nos escucha; después de tantas puertas cerradas en la Junta, que ahora alguien nos escuche es como tener una puerta abierta».

Panorama «muy complicado» para un sector al que han dejado «totalmente» olvidado. «Estamos en el limbo», afirma Blanca, que recalca que «trabajamos con niños, son personas».

En Salamanca no está abierta ninguna guardería, porque «la seguridad de los niños y la salud está por encima del negocio y el beneficio económico». Pero las familias «nos escriben y nos llaman, nos dicen que nos necesitan; menos mal que entienden que la salud de los niños está por encima de todo». La prioridad es la salud de los más pequeños, muchos de ellos asintomáticos «y si hay que esperar, habrá que esperar». Pero también hay centros que necesitan abrir, porque no pueden seguir sin ingresos.

Una situación complicada que necesita, entre otras medidas, una ampliación de ERTEs para que los negocios «no sean inviables; se abran y tengan que cerrar con unas deudas tremendas».

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