EL NORTE
SALAMANCA
Jueves, 15 de septiembre 2022, 21:34
Más precariedad, bajo estado de ánimo generalizado, explotación laboral, dificultad para formarse y cualificarse, así como para emanciparse. Son algunos de los problemas que afectan a la población joven tras la pandemia y que ha detectado Cruz Roja en su investigación «Los y las jóvenes, ... y el reto de la digitalización en la COVID-19: competencias para la vida, el empleo y la educación», un informe cuyas conclusiones ha presentado hoy el coordinador nacional de Cruz Roja, Antoni Bruel.
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Los resultados de esta investigación sobre los factores de riesgo a los que se enfrenta la juventud coinciden con lo que se detectan en el Centro Joven de Cruz Roja en Salamanca, que ha intensificado las intervenciones y el apoyo integral a los más de 200 jóvenes, de entre 16 y 29 años, atendidos al año.
Tras más de 30 años de trayectoria, el Centro Joven -ubicado en la calle Rector Madruga, en Garrido- se ha convertido en un espacio referente para las personas jóvenes de la ciudad de Salamanca que carecen del título de ESO o de formación laboral o que tienen asociadas dificultades sociales, familiares, económicas o emocionales. Gracias a un seguimiento individualizado, los y las jóvenes refuerzan sus capacidades profesionales y sus posibilidades de lograr un empleo gracias a los cursos de capacitación profesional (cocina, almacén, placas solares, mantenimiento de edificios…), las prácticas, el apoyo educativo para conseguir la titulación de la ESO y la orientación laboral, sumado a los talleres para desarrollar sus habilidades sociales y competencias tecnológicas.
Un apoyo integral que Cruz Roja completa con las atenciones a los problemas familiares, sociales y psicológicos de cada caso y la gestión y trámite de ayudas si es necesario, junto con talleres de educación para prevenir conductas violentas y hábitos nocivos, de mejora del bienestar emocional y de educación afectivo-sexual. Por último, los jóvenes que acuden al Centro Joven también se benefician de actividades de ocio y tiempo libre acordes a sus demandas y haciendo uso de los recursos que ofrece la ciudad.
Según reconocen en el Centro Joven de Cruz Roja en Salamanca, la pandemia ha puesto de manifiesto aún más si cabe la necesidad de una prevención y una intervención en materia de salud mental. Por ello, buena parte de la intervención psicológica del último año ha estado centrada en el manejo y afrontamiento de la ansiedad y en mejorar el estado anímico y la convivencia en el ámbito familiar.
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El pasado año 2021 el Centro Joven de Cruz Roja en Salamanca, único de estas características en España dentro de la organización humanitaria, atendió a 205 usuarios/as diferentes, el 68% varones y 32% mujeres, con un repunte de las intervenciones realizadas, alcanzando las 6.945, lo que supone un 34,8% más que las 5.150 del año 2018 previo a la pandemia. En el ámbito laboral se llevaron a cabo una veintena de acciones formativas y se logró aumentar la inserción laboral de los jóvenes respecto al 2020, pasando del 16% al 20%.
En cuanto a formación, este mes de septiembre, el Centro Joven mantiene abiertas las inscripciones de los cursos para personal de almacén, servicios de restaurante, bar y cafetería, y mantenimiento básico de edificios, destinados a jóvenes de 16 a 29 años inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil.
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Cabe recordar que el Centro Joven de Cruz Roja en Salamanca cuenta con la financiación del Fondo Social Europeo y el Ministerio de Trabajo, la Junta de Castilla y León (a través de Servicios Sociales y Juventud), el Ayuntamiento de Salamanca y Unespa.
En el informe de Cruz Roja 'Los y las jóvenes, y el reto de la digitalización en la COVID-19: competencias para la vida, el empleo y la educación' la organización ha detectado un incremento de la población joven atendida, entre los 16 y los 30 años, que casi se duplicó en el escenario de la pandemia con respecto al periodo anterior; además, sus familias tienen dificultades para mantenerles, y una parte de ellos y ellas sufren las consecuencias de una difícil emancipación o una emancipación obligada, que se hace en condiciones de vulnerabilidad, con baja cualificación, extrema precariedad laboral o trabajo sumergido, y un escaso nivel de competencias digitales para el empleo, entre otras circunstancias. Algunos de estos o estas jóvenes han experimentado o experimentan actualmente la exclusión social, habiendo vivido situaciones de calle o dificultad para la supervivencia.
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