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Isidro L. Serrano / word
SALAMANCA
Sábado, 8 de mayo 2021, 11:23
Como en todos, hubo momentos de tirantez y debate agrio. Pero si al finalizar ayer en el pleno del Ayuntamiento de Salamanca, en vez de formarse los tradicionales grupitos de ediles del mismo partido político comentando los comentarios de este o aquel rival político, los ... concejales hubiesen cerrado la sesión dándose unos abrazos, tampoco hubiese pasado nada. Y eso que el primer tema importante del orden del día, la posible modificación del contrato de explotación del complejo deportivo municipal de la Aldehuela, dejó claro que, por suerte, los representantes de los cinco partidos -PP, PSOE, Ciudadanos, Grupo Mixto (con presencia de IU y Podemos), además del concejal no adscrito-, no piensan igual en todos los temas que afectan a los ciudadanos de Salamanca.
Pero, por lo demás, y salvo esa y otras excepciones puntales, lo cierto es que el resto fue 'coser y cantar'. Tanto que, en la discusión de las mociones, la teniente de alcalde de Ciudadanos, Ana Suárez, llegó a decir que la noticia del pleno era que se hubiesen puesto de acuerdo para consensuar la mayoría de ellas. Antes de llegar a las mociones, se aprobó por unanimidad el III Plan de Familia, Infancia y Adolescencia, que había recibido algunas criticas por parte de los grupos de la oposición, pero que al final fue apoyado por todos. Más críticas aún había recibido la modificación de la plantilla municipal y la nueva oferta pública, pero aunque todos los grupos políticos quisieron dejar su parecer discordante respecto a algunos aspectos, pues también salió adelante con el beneplácito de todos.
Pero fue al comenzar el turno de las mociones, 13 nada menos, cuando uno empezó a pensar que en el último pleno antes de que finalice el estado de alarma iba a servir para demostrar que cuando los políticos piensan más en los ciudadanos que en sus propias siglas, se pueden alcanzar acuerdos importantes, al menos sobre el papel, porque habrá que ver dónde acaban todos los proyectos sobre los que se pusieron de acuerdo en la sesión plenaria, que como todas las celebradas en tiempos de pandemia, se desarrolló en el Palacio de Congresos.
Mociones propuestas por el PSOE, que se presentaban como de todos los grupos políticos municipales. Lo mismo con varias presentadas por el PP o Ciudadanos; e igual con alguna del Grupo Mixto. El que menos suerte tuvo fue el concejal no adscrito, Ricardo Ortiz, que propuso dos iniciativas, que aunque, no desagradaron del todo, no contaron con los apoyos suficientes para salir adelante. En total ocho mociones, bueno no, siete, porque la referida a la limpieza de las riberas del Tormes no logró el apoyo de la edil de Podemos aunque también salió adelante; fueron aprobadas por unanimidad.
Las dos primeras del PP y de Ciudadanos. Una, cuya aprobación unánime podría entenderse, reclamando al Gobierno de España la parte que corresponde al Ayuntamiento de Salamanca relativa a la liquidación del IVA de 2017. Pero es que también hubo unanimidad a la hora de apoyar una moción de los dos partidos que sustentan el equipo de Gobierno municipal para que el Ayuntamiento mostrase su rechazo hacia el sistema de pago de peajes en las autovías que ha propuesto el Gobierno de Pedro Sánchez. Pues bien, hasta el PSOE votó a favor de ese rechazo a la propuesta de su propio partido.
Tal y como adelantó ayer este diario, el texto de la moción que denuncia que adoptar el pago en estas vías «podría producir un perjuicio económico para ciudadanos y trabajadores, un descenso del turismo y una merma en las condiciones de seguridad en el transporte».
Después llegaron las del PSOE, y pese a que el pasado jueves su portavoz criticaba que el Ayuntamiento no había hecho gran cosa por limpiar las riberas del río Tormes y del arroyo de El Zurguén, hasta el PP (no así Podemos) se comprometió a intentar que el consistorio pusiese los medios necesarios para avanzar en esa tarea.
Otra de las mociones que aprobó el pleno municipal por unanimidad y que tiene un importante calado social, fue la propuesta del PSOE sobre la exención de las tasas para la expedición del título de Bachillerato y para la realización de la EBAU de los alumnos de familias en situación de vulnerabilidad social o económica. Así, además de instar a la Junta a ello, la corporación dio el visto bueno también a que «mientras la Junta de Castilla y León no establezca lo dispuesto en el anterior acuerdo», el consistorio salmantino, a través de los servicios sociales municipales, contemplará como «gasto subvencionable» el pago de estas tasas dentro del reglamento regulador para este tipo de apoyos.
Además recibieron el apoyo de todos los grupos la moción del Grupo Mixto para que Salamanca presente la candidatura como Capital Mundial del Libro en 2024 ante la Unesco; y otra más a propuesta del mismo grupo instando a la Junta a que agilice la construcción del Centro de Salud del barrio de La Prosperidad, tal y como viene reclamando la asociación vecinal La Aldehuela.
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