La tercera ola de la mortífera covid-19 azota con especial virulencia a Salamanca. El director gerente del ComplejoAsistencial Universitario, Luis Ángel González, aborda en ... esta entrevista las medidas que viene adoptando el hospital contra la pandemia y el proceso de traslado al nuevo complejo hospitalario, al tiempo que derrocha sinceridad cuando reconoce que el futuro inmediato se presenta «muy complicado».
–¿Qué balance hace del año 2020, teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido? (Pandemia, desescalada, segunda ola).
–En el año que ha finalizado el equipo de dirección se marcó inicialmente dos grandes objetivos: continuar con el desarrollo del proyecto del nuevo hospital y dar cumplimiento al Plan Anual de Gestión. Sin embargo, desde el pasado mes de marzo, tuvimos que enfrentarnos al gran reto asistencial que ha supuesto la pandemia de la covid-19.
Con respecto al primero de los objetivos, las obras del nuevo hospital han finalizado, también se han concluido las de las plataformas de acceso y el nuevo vial. El Plan de Dotación de Equipamiento se encuentra en su fase final y ya hemos iniciado el Plan de Traslado con la apertura de la nueva cocina de línea fría, así como el inicio de la actividad en alguno de los servicios centrales ubicados en la planta sótano -1. Y la empresa adjudicataria de la planificación y ejecución del traslado de todos los servicios y unidades hospitalarias ya se encuentra trabajando en nuestras instalaciones.
Por lo que se refiere al segundo de los objetivos, el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca ha pretendido, desde el primer momento, proporcionar la mejor asistencia sanitaria a los ciudadanos, asegurar el valor de los recursos materiales y humanos, así como contribuir a la sostenibilidad del sistema mediante una gestión económica eficiente; y por supuesto, como hospital universitario, generar y gestionar el conocimiento.
Sin embargo el gran protagonista del año que terminó fue la crisis provocada por la covid-19. Esta pandemia ha puesto de manifiesto la capacidad de nuestros centros hospitalarios para adaptarse de forma muy rápida a incrementos de demanda exponenciales motivados por un agente infeccioso nuevo y muy agresivo. Nos hemos visto obligados a aprender y a desarrollar nuevo protocolos asistenciales que nos permitan realizar de manera más eficiente y efectiva dicha tarea asistencial, sin menoscabo de la eficacia y la calidad del servicio.
La reducción de la lista de espera se mantiene como prioridad
Luis Ángel González defiende la gestión desarrollada por sus antecesores en el cargo –Rafael López, Cristina Granados– expresando hacia ellos su «máximo respeto y admiración». Señala en este sentido que «cada uno desarrolló su labor de gestión en un momento concreto y con unas circunstancias diferentes; todo esto te exige adoptar un determinado tipo de gestión y liderazgo que, estoy seguro, buscó lo mejor para la organización que dirigían».Además, avanza que «con honestidad y mucho trabajo, quiero culminar todos los proyectos que me planteé cuando accedí al cargo. Uno de ellos era cumplir el cronograma de traslado y apertura del nuevo hospital. Esta crisis provocada por el coronavirus nos lo está poniendo muy difícil, pero con el excelente equipo directivo que tengo, y con la ayuda de todos los profesionales, estoy seguro de que lo conseguiremos».
Respecto a las listas de espera, el director gerente indica que «es una de nuestras prioridades por lo que tendremos que trabajar a fondo en ella. Aunque no se han dejado de intervenir los pacientes más prioritarios durante este tiempo de crisis sanitaria, es necesario repriorizar a los pacientes junto con todos los servicios implicados». De hecho, «durante esta pandemia no se ha incrementado mucho la cantidad de pacientes, pero lo que sí ha aumentado de forma preocupante es la demora media asistencial». Cirugía General, Traumatología y Urología han sido las áreas más afectadas, concluye.
-¿Ha sido el año más difícil de su carrera profesional?
–Cualquier organización sanitaria necesita estabilidad en su estructura y unos planes estratégicos claros y precisos para poder optimizar al máximo su rendimiento y la calidad de sus servicios. El diseño del Plan Estratégico ya estaba hecho y a punto de ponerse en marcha, pero en ese momento llegó una crisis sanitaria mundial sin precedentes que ha puesto en jaque a todas las infraestructuras asistenciales del país.
¿Un año difícil? Yo creo que desde el punto de vista de la gestión sanitaria ha sido el más difícil al que me he enfrentado; y espero que sea el último. Ante este tipo de situaciones no cabe más opción en una organización como la nuestra de seguir adelante, no perder el ánimo y mantener intacta nuestra ilusión y capacidad de trabajo ante el gran proyecto que tenemos planteado desde el punto de vista sanitario y de infraestructuras. Hemos conseguido salir adelante con gran esfuerzo, gracias a un equipo directivo perfectamente cohesionado y a unos profesionales totalmente implicados con la organización.
-Durante la primera oleada del coronavirus, cuando se trasladaron pacientes a la Santísima Trinidad y al Fonseca, ¿llegó a temer que el hospital de Salamanca fuese incapaz de asumir todos los casos que se detectaban?, ¿el hospital alcanzó su capacidad límite de atención sanitaria?
–Desde el mes de enero de 2020 se constituyó en el CAUSA la Comisión de Seguimiento del SARS-COV-2. A través de ella se inició la elaboración del Protocolo de Actuación frente a casos de infección del nuevo coronavirus, y el seguimiento con actualizaciones repetidas de toda aquella información generada por el Ministerio de Sanidad y la Gerencia Regional. Posteriormente, se creó la Comisión de Área del Coronavirus con el objetivo de coordinar las actuaciones desde los distintos niveles asistenciales entre los que estaba la Gerencia de Área, Gerencia de Atención Primaria, Gerencia de Atención Hospitalaria y Gerencia de Urgencias y Emergencias.
Las noticias que llegaban no auguraban nada bueno y la preocupación de que tuviésemos un crecimiento alarmante de pacientes covid estuvo en todo momento presente, especialmente en las unidades de críticos. Esto nos permitió que antes de la declaración de alarma constituyésemos el Comité de Crisis del CAUSA que procedió de forma inmediata a la elaboración del Plan de Contingencia Asistencial frente a la covid-19. A partir de ese momento, la verdad es que, gracias la planificación realizada por el comité, al trabajo constante y comprometido de un estupendo equipo multidisciplinar de profesionales, se desarrollaron en las principales áreas estratégicas (Críticos, Urgencias y hospitalización de Medicina Interna) las actuaciones necesarias para ir afrontando con garantías los acontecimientos que se iban a suceder. Mantuvimos el Hospital Virgen de la Vega para pacientes no covid y Los Montalvos para pacientes covid de baja complejidad, por lo que en ningún momento nos vimos desbordados como para no poder asumir los casos que iban llegando a Urgencias.
–¿En algún momento tuvieron que decidir entre atender a un paciente u otro porque no había capacidad para atender a ambos?
–Este asunto ha generado en algunos momentos mucha controversia, bajo mi punto de vista innecesaria, cuando se conoce el funcionamiento de los criterios de hospitalización en planta o en las unidades de pacientes críticos de un hospital. En estos servicios la toma de decisiones se guía siempre por protocolos perfectamente diseñados por sus especialistas, ajustados a la última evidencia científica y a los dictámenes de los comités de ética; por otro lado en el CAUSA no se produjo durante la primera y la segunda ola necesidades de espacio en ninguna de las unidades antes mencionadas, por lo que nuestros profesionales se ajustaron en todo momento a criterios estrictamente procedimentales.
–¿El hospital cuenta con algún plan para volver a la normalidad o se han resignado a seguir en una situación tan convulsa como la actual? (Nuevas oleadas, nuevas cepas, ritmo irregular de vacunaciones...)
–El Plan de Desescalada del CAUSA contempla el inicio de la actividad de forma progresiva tanto de la actividad quirúrgica, como en las consultas externas y las pruebas diagnósticas, siempre salvaguardando la debida protección para los pacientes y los profesionales. A lo largo del mes de junio ya se había iniciado la actividad, preferentemente en el bloque quirúrgico, pero la segunda y la tercera ola no nos están dando tregua. En el mes de septiembre, y ahora en el de diciembre del pasado año, la presión asistencial de los pacientes covid-19 nos ha obligado a una nueva reescalada, lo que está suponiendo otro parón, en este caso esperemos que no tan pronunciado de la actividad no–covid. Intentaremos mantener un equilibrio entre la asistencia de urgencias a los enfermos infectados con el virus, pero a la vez nuestro objetivo siempre ha sido mantener el seguimiento y control de los pacientes quirúrgicos prioridad 1, a aquellos con cirugía no demorable y también a todos aquellos pacientes con enfermedades tiempo dependientes, sobre todo en especialidades como Cardiología, Oncología, Hematología, etc. En cuanto la covid–19 nos dé una tregua profundizaremos de nuevo en el Plan de Desescalada.
¿Cuándo volveremos a esa 'nueva normalidad'? Creo que todavía necesitaremos más tiempo. Estamos en plena tercera ola, las plantas se están llenando de nuevo de pacientes covid y los profesionales están sufriendo un enorme desgaste físico y emocional. Necesitamos continuar abordando el trabajo conjunto y coordinado con Atención Primaria, así como afrontar cambios que no admiten más demora: como el desarrollo de la telemedicina, la ambulatorización de los procesos asistenciales, las unidades de diagnóstico rápido, los circuitos de alta resolución, la ampliación de los hospitales de día, el desarrollo de la cirugía sin ingreso… entre otros.
–¿Cómo se presenta 2021?
–Si nos fiamos de la situación actual, se presenta muy complicado. Tenemos que ver cuándo empieza a remitir la tercera ola, el ritmo de vacunaciones y la presión asistencial a la que vamos a ser sometidos; pero darnos por vencidos ahora no es una opción. Tenemos que seguir luchando por proporcionar el mejor servicio asistencial a nuestros pacientes en medio de esta crisis sanitaria y mantener el cronograma previsto de apertura del nuevo hospital a pesar de las dificultades.
–¿Puede el CAUSA jugar algún papel en el proceso de vacunación por la pandemia?
–En nuestro caso contribuir con nuestros recursos humanos para vacunar a todo el personal sanitario según las instrucciones recibidas de la Gerencia Regional. Esto incluye a nuestro personal, así como el de la Gerencia de Emergencias y la Gerencia de Área. También a todos los trabajadores de empresas externas que prestan su servicio en el complejo hospitalario y a todos aquellos colectivos que sean incluidos en las instrucciones que vayamos recibiendo.
–¿Cómo ve el proceso de traslado al nuevo hospital?, ¿se agilizará en 2021?, ¿cuándo podría estar concluido?
–El edificio del nuevo hospital ya está finalizado por lo que podemos dar por concluidas las obras principales sujetas al Plan Funcional; también se han concluido las plataformas de acceso y el vial. Solamente queda pendiente la realización de pequeñas obras derivadas de la apertura y puesta en funcionamiento.
La infraestructura es impresionante por el diseño de los espacios, por sus características técnicas y funcionales. El Bloque técnico junto con el quirúrgico incluirá alta tecnología puntera en servicios y unidades como Diagnóstico por Imagen, laboratorio, UCI, URPA, quirófanos y endoscopias. Ya hemos procedido a la apertura de varios servicios ubicados en el Sótano–1, como Oncología Radioterápica y Rehabilitación. A estos seguirán el resto de los Servicios Centrales y los No Sanitarios, para concluir con el resto del hospital como el Bloque Quirúrgico, las UCIs, las Unidades de Hospitalización, Urgencias y el Bloque Obstétrico.
En la actualidad, la planificación y traslado al nuevo hospital está liderada por la empresa que ha resultado adjudicataria de dichas actuaciones. En el presente mes de enero se está haciendo la presentación a la organización de la metodología a emplear y el cronograma general. Si no surgen imprevistos, en el próximo verano concluirá el traslado a la infraestructura del nuevo hospital, se iniciará el movimiento de las consultas externas del Clínico al Virgen de la Vega, y en el otoño se procederá a la demolición del Hospital Clínico para la posterior construcción del edifico de Consultas. Como conclusión, podría decir que el salto tecnológico y asistencial derivado de puesta en funcionamiento de la nueva infraestructura será espectacular.
-¿Cómo se encuentra actualmente el proceso de concesión de licencias para el nuevo hospital por el Ayuntamiento?. Según ha trascendido, hasta el momento el Consistorio solo ha concedido licencia de apertura para el semisótano primero. ¿Cuándo se concederán el resto? ¿A qué se deben estos retrasos?
–Las licencias preceptivas para la apertura del nuevo hospital, tanto las que tiene que formalizar el Ayuntamiento, como las del resto de las entidades y organismos, siguen su curso. Asegurarles que todas las zonas que en el momento actual están ocupadas por los profesionales y abiertas a los pacientes tienen todas las licencias y autorizaciones según la normativa vigente.
–En las redes sociales surgió hace meses una campaña en contra de la demolición del edificio del Hospital Clínico... ¿Qué opina usted?, ¿está a favor o en contra?
–El Plan Funcional del Nuevo Hospital contempla que, una vez trasladadas las unidades/servicios del Hospital Clínico Universitario, se vaciará dicho edificio y se pondrá a disposición de la empresa adjudicataria para proceder a su derribo. En los terrenos correspondientes al ala este del clínico se construirá el futuro edificio de Consultas. En él se ubicarán todas las consultas externas de los distintos servicios, gabinetes, aulas, salón de actos, hospital de día psiquiátrico y algunos de los dormitorios del personal de guardia.
–¿Qué uso debería tener el edificio del Hospital Virgen de la Vega?... ¿Es cierto que el inmueble tiene algún tipo de protección?
–La previsión inicial es que el Hospital Virgen de la Vega sea entregado a la Tesorería General de la Seguridad Social, una vez construido el edifico de Consultas. Desconozco si en un futuro se podrá tomar alguna otra decisión sobre la utilización que se le pueda dar a este edificio.
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