Permacultura en Monterrubio de la Sierra

Nuevos pobladores ·
El inglés Paul Davies y la alemana Lea Frey han llevado este tipo de agricultura ecológica a este municipio, donde ya es copiada por algunos vecinos

María Jesús Gutiérrez

MONTERRUBIO DE LA SIERRA

Sábado, 13 de junio 2020, 13:23

La permacultura ha llegado a Monterrubio de la Sierra para quedarse de la mano del inglés Paul Davies y la alemana Lea Frey, siendo una gran novedad en el pueblo, ya que «aquí está agricultura ecológica se desconocía y ya está siendo copiada por algunos vecinos», explica Benjamín Gurrionero, quien añade que los nuevos moradores han llegado al pueblo «a través de una asociación por medio de un vecino». Además, esta pareja «ha caído muy bien en el pueblo y a ellos les encanta trabajar y disfrutar de lo que aquí les ofrecemos».

La llegada de Paul Davies y Lea Frey a Monterrubio de la Sierra se remota al pasado mes de diciembre, hace unos pocos meses; y desde entonces practican la permacultura en el municipio, una práctica que «aprendí en Brasil», explica Davies, quien añade que se trata de «un movimiento que pretende principalmente una agricultura sostenible» pero también «puede ser un estilo de vida». Y es que la permacultura se basa en 12 principios que rápidamente resume: «observar e interactuar; colectar y conservar energía; obtener un rendimiento; aplicar autorregulación; usar y valorar los renovables; no producir basura; integrar, no segregar; usar soluciones domésticas y no agresivas; utilizar y valorar la diversidad; usar lo que tienes; no utilizar venenos o sustancias tóxicas; y ser creativo y flexible».

El nombre de 'permacultura' para denominar este tipo de agricultura ecológica surgió en los años setenta, difundiéndose -según informa el joven inglés- desde Tasmania a todo el mundo; pero la realidad es que «la permacultura es un tipo de cultivo ancestral. Antes de la aparición de pesticidas, de las modificaciones genéticas, de la monocultura y la agricultura industrial, muchas personas cultivaban sus huertos sin saber que estaban practicando de hecho la permacultura».

Los beneficios de este tipo de agricultura son claros: «conservar y mejorar el ecosistema y el medio ambiente, al producir menos basura y ahorrar agua». Además, -apostilla- «es más barato y sostenible». Pero para ponerlo en marcha es importante estudiar la zona en que se quiere aplicar la permacultura y saber qué procesos se tienen que aplicar al suelo porque «hay muchos procesos diferentes, por ejemplo, el uso de estiércol de ovejas, agroforestera o el 'Hügelkultur'». Afortunadamente, indica Paul Davies, en la actualidad hay muchos libros de permacultura y también informaciones en internet que se pueden consultar.

Ellos, que están encantados de poder vivir en Monterrubio de la Sierra por la belleza de su naturaleza y la personalidad de sus habitantes y por la vida tan acogedora y tranquila que les ofrece el municipio, han utilizado diferentes técnicas para realizar los bancales donde cultivan una variedad de verduras, frutas y legumbres.

«Los marcos de los bancales son de madera que, después de algún tiempo, se van a compostar al suelo. Hemos llenado los bancales en la 'técnica lasaña'. Hemos puesto cartón en el fondo para que no crezca tanta mala hierba; después, una hilada de materia orgánica 'verde' con desechos orgánicos y desperdicio de jardín; seguido de materia orgánica 'morena' como madera, palos, hojas secas, tierra vegetal y estiércol de oveja cubierto de una mezcla de esquejes de hierba y hojas verdes. La idea es recrear una base natural en los bancales que sea similar al suelo de un bosque. Así el suelo tiene todos los nutrientes que necesita para cultivar verduras y frutas sin añadir pesticidas y venenos. El proceso de agroforestería lo hemos realizado al plantar árboles frutales para crear sombra e imitar un medio ambiente natural», indica el inglés para dar a conocer todo el proceso que han llevado a cabo.

Un proceso que les ha permitido plantar una buena variedad de cultivos, «porque los vegetales pueden beneficiarse y beneficiar a sus 'vecinos'», indica Davies; esto hace que el suelo en la permacultura sea más sano que en la forma de monocultura, en la que hay añadir nutrientes y pesticidas cada año para prepararlo.

Respecto a los abonos que ellos utilizan son materias orgánicas que hay siempre en el jardín y el riego lo realizan a mano, aunque indican que lo ideal «sería un sistema de colector de lluvia y riego por goteo alimentado por gravedad. Sería fenomenal si pudiéramos recoger la lluvia del invierno y de la primavera», concluyen.