Peace City World planea un proyecto de ciudad sostenible que «podría atraer entre 10.000 y 15.000 millones de euros» a Salamanca

Castaño recordó que Salamanca lleva tres décadas perdiendo población y destacó la necesidad de crear industria para no desaprovechar el talento joven que se forma en sus universidades. Según ejemplificó, la inversión media en un estudiante, entre el estado y sus padres, oscila entre los 200.000 y los 290.000 euros, «un dineral», y si se va a desarrollar su labor a otros lugares, como a menudo sucede, «ese chico va a devolver por cinco todo lo que se ha invertido en él, pero no lo hará en Salamanca, sino en otra ciudad». «Estamos regalando el talento», lamentó.

Teniendo en cuenta que, según subrayó, Salamanca goza de «muy buenas infraestructuras y conexiones» y mantiene en fase de desarrollo «el mejor proyecto logísitco del noroeste del país», además de contar con «un aeropuerto infrautilizado», desde su punto de vista, esto «debe traducirse en un beneficio para la ciudad». Sugirió en este punto que Salamanca debería intentar «copiar» a ciudades como Oxford y Cambridge que «multiplican por 15 el presupuesto de Salamanca, con una idiosincrasia similar».

Por otro lado, Castaño mencionó las infraestructuras que dejó en Salamanca su nombramiento en 2002 como Capital Europea de la Cultura. «Los beneficios de aquello aún persisten. Si somos el principal motor turístico de Castilla y León es por el esfuerzo que se hizo entonces», manifestó, haciendo referencia al presidente de Peace City Word, John Mavrak, quien intervino a continuación. «John visitó Salamanca en la pandemia y se extrañó porque una ciudad como esta estuviera tan infrautilizada y se dio cuenta de que aquí se podía invertir», explicó.

El propio John Mavrak reconoció al inicio de su intervención que se llevó una «gran sorpresa» al visitar Salamanca por primera vez. Según explicó, Peace City World es «un desarrollador económico», es decir, una plataforma en la que invitan a invertir a empresas de todo el mundo. Algo que harán el próximo enero cuando la ciudad albergue el primer congreso mundial de la organización, según avanzó Mavrak, aunque sin poner aún fecha.

El presidente de Peace City World enumeró a continuación las potencialidades que identificó en Salamanca durante sus visitas y a través de los estudios realizados por la organización. «La infraestructura ya está aquí, la plataforma logística, el aeropuerto una ubicación geográfica privilegiada, en la Ruta de la Plata, dentro del Corredor Atlántico hacia Europa y cerca de Madrid. Eso se puede aprovechar para crear puestos de trabajo y atraer industria y compañías que puedan crear centros tecnológicos», manifestó en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento.

Fomentar el empleo local a través de la permanencia de los estudiantes formados en las universidades de Salamanca es otro de los objetivos. Para ello, Mavrak espera contar con la empresas española y extranjeras que invertirían en la ciudad sostenible, un espacio anexo a la

A grandes rasgos, Mavrak explicó que Peace City World pretende crear una red de ciudades de la paz para «reducir el nivel de conflictos bélicos en el mundo y crear lazos entre ellas en los ámbitos de la educación, el turismo o el comercio y el marketing». En esencia, «una red de transferencia de tecnología de los países ricos a los pobres», con unas 20 ciudades en los próximos años, la mayoría en áreas en vías de desarrollo y unas pocas en Europa y Estados Unidos. Salamanca sería una de ellas.

Sobre las empresas que estarían dispuestas a invertir mencionó dos ejemplos. El primero, una empresa de materiales de construcción sostenibles para sustituir al acero que podría atraer unos 300 millones de euros de inversión. El segundo, una fabrica de aeroplanos que habría ya identificado las potencialidades de la ciudad. «Salamanca es un sitio privilegiado también por cuestiones medioambientales, como su altura, en la meseta, además de por las universidades, la cultura, las raíces y su posición geográfica», reiteró.

«Si miramos Dubai, hace 40 años no había nada. Ahora es una megaciudad, un centro financiero y tecnológico con miles y miles de empresas. No se trata de que Salamanca sea como Dubái, pero sí se quiere crear un proyecto que mantenga su esencia, pero incrementando su nivel de vida», resumió el presidente de Peace City World.