Patrimonio, gastronomía toro bravo y dehesa, ejes de ‘Salamanca Emociona’

Hasta catorce explotaciones de dehesa salmantina se podrán visitar, en lo que el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, calificó de producto «excepcional», que sólo ofrece esta provincia, con el añadido de la «adrenalina» que pone «pasar un día en contacto con el toro bravo».

La dehesa es el paisaje salmantino por excelencia. Es un ejemplo de ecosistema sostenible y en ella se cría el toro de lidia, en las 98 ganaderías acreditadas que tiene la provincia.

La oferta de ‘Entre toro y dehesa’ no queda ahí y se completa, ya en la capital salmantina, con la visita a la Plaza de Toros de Salamanca, La Glorieta, de 1893, y que ofrece la posibilidad de recibir clases de toreo de salón, añadió en la presentación de la iniciativa el concejal de Cultura y Turismo de la capital salmantina, Julio López.

El edil recordó el millón de pernoctaciones de la capital en 2016 y las 940.000 acumuladas en los diez primeros meses del año, y ha detallado otra de las paradas de esa ruta de ‘Entre toro y dehesa’ en el museo taurino de la ciudad, que recorre la huella de la tauromaquia en la capital, desde pintura y escultura a los aparejos, instrumentos y atuendos de la lidia.

Los otros dos productos presentados ayer en INTUR apuestan por «los sabores de siempre», que transportan al ibérico, los vinos o el aceite, incidiendo en el producto, con la posibilidad de recibir incluso una clase magistral en aceites y hacer una cata en la visita a una almazara en Herguijuela de la Sierra.

La otra experiencia que propone Salamanca tiene que ver con su patrimonio, en una provincia que cuenta con dos elementos de patrimonio mundial: La ciudad vieja salmantina y la zona arqueológica de Siega Verde.

Arqueología y Patrimonio dan nombre a la propuesta dentro del lema ‘Salamanca emociona’ que engloba el turismo de esta provincia, y que incluye adentrarse por el territorio vetón, el pueblo prerromano que hace 2.500 años encontró asentamiento en tierras charras o en el arte rupestre de Siega Verde.

Todo ello con una primera parada en la capital salmantina, para conocer el parque arqueológico del cerro de San Vicente, que acoge restos del primer enclave estable de la ciudad, en la Edad del Hierro; y visitar el Pozo de la Nieve, del siglo XVIII, de siete metros de profundidad y en el que se conservaba y almacenaba el frío producto, llegado de las sierras de Francia y Béjar, para convertirlo en hielo.

De la catedral de Salamanca, al toro, pasando por el ibérico, en una singularidad que ha destacado la consejera de Cultura y Turismo de la Junta, Josefa García Cirac, que añadió como oferta para 2018 el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, con un congreso sobre el español.

«Salamanca es la capital del español por excelencia», reflexionó la consejera, quien también se refirió a una nueva ruta del ibérico, que tendrá como epicentro la localidad de Guijuelo, y a otra de vino de las Arribes.

«Salamanca siempre brilla con luz propia», concluyó García Cirac.