La pandemia frena dos exhumaciones de represaliados en Salamanca

La presidenta de la asociación, Luisa Vicente, explica cómo les afectó el coronavirus. El 14 de abril tenían previsto un homenaje a los ferroviarios salmantinos, ya que fueron uno de los colectivos profesionales que más padecieron las represalias de los partidarios de Franco. «Había planes, íbamos a cooperar con los sindicatos... y quedó todo parado hasta que se aclare la situación, hasta que se pueda organizar sin riesgo».

Las dos exhumaciones previstas también siguen en la cuerda floja «Estaban previstas dos y están paradas. Iba a venir el forense Francisco Etxeberría y por ahora no se puede hacer nada y no se puede programar nada porque han de desplazarse desde fuera, han de excavar y llevarse los restos para identificarlos. Todo se ha ido al traste. Todos los actos, conferencias... se han tenido que anular y no se puede decir una fecha para celebrarlos. Estamos a la espera. Seguimos trabajando en las bases de datos, respondemos a la correspondencia... pero sin actos públicos. Está todo un poco en el aire», explica Luisa Vicente.

Las dos excavaciones estaban preparadas en el cementerio de Salamanca y en Castillejo de Martín Viejo. Luisa Vicente explica que el registro del camposanto salmantino señala que hay una tumba de gente traída desde la provincia, que algunos cuerpos fueron desenterrados en los años 70 y que intentarán encontrar los restos de gente que fue sacada de sus casas por los franquistas poco después del comienzo de la guerra para ser fusilada. En Castillejo de Martín Viejo hay una fosa «muy localizada» en la que creen que podrían reposar hasta siete cuerpos. «Los proyectos están ahí, con todas las gestiones hechas».

La pandemia de coronavirus también frustró varias charlas informativas, como una ponencia sobre los campos de concentración franquistas. Según Luisa Vicente, en Salamanca hubo tres. «Era muy interesante. Es algo desconocido para muchos porque no figuran en nuestra documentación ni hay testimonios. Sería interesante ver qué campos hubo en Salamanca. Hubo uno en Peñaranda, con batallones de trabajadores, con zonas de prisión y con fallecidos sin reconocer», comenta.