Los nuevos radares están «totalmente operativos» en las carreteras salmantinas

La Guardia Civil de Tráfico presentó ayer los nuevos radares Veloláser que usarán en las carreteras de la provincia.

Tal y como explicaron los responsables del Instituto Armado, los nuevos cinemómetros cuentan con varias ventajas. Para empezar, su tamaño los hace transportables por «patrullas integrales», que se podrán ocupar de comprobar la velocidad y de realizar controles de drogas y de alcohol en cualquier punto de las carreteras salmantinas. Además, «se pueden adaptar para motos», lo que redunda en su movilidad. También pueden instalarse en trípodes, en guardarraíles o en los puentes sobres las calzadas.Prácticamente pueden colocarse en cualquier sitio, pero desde Tráfico insisten en que «no están escondidos».

Funciona gracias a un pulso de luz. El velocímetro emite uno de estos haces, que llega hasta el coche y que regresa al radar. En función del tiempo que tarde y la distancia a la que se encuentre el vehículo, el radar calcula la velocidad a la que se desplaza éste. La información pasará a un ordenador y los agentes sabrán al momento si el conductor circula demasiado deprisa. El cinemómetro emplea una conexión 4G para enviar los datos.

Los portavoces de Tráfico aprovecharon para desmentir algunos bulos que ya circulan por redes sociales y foros de internet acerca de estos radares.

El primero, que las barreras de seguridad pierden eficacia por tener que 'cargar' con el peso del aparato. «Ni mucho menos», replican desde el Instituto Armado. Las barreras no pierden efectividad. El radar, de hecho, cabe en la palma de la mano «y no pesa mucho».

El segundo, que la humedad afecta al funcionamiento y que fallan en entornos húmedos. «Entre 10 grados bajo cero y 55 sobre cero funciona perfectamente. Y de 10 a 250 kilómetros por hora. Hay muchas cosas por redes sociales» pero en realidad «funciona en todas las condiciones climáticas». Son aparatos y como tales «pueden fallar en ocasiones» pero pasan controles metrológicos sobre la velocidad genérica de la vía en la que se van a colocar. De hecho están «totalmente operativos» y llevan cuatro meses funcionando en Salamanca. Cuando se usa una nueva tecnología «no es para hacer pruebas» ni «para ver qué pasa. Está todo homologado». Los nuevos cinemómetros, de hecho, «han detectado a muchos vehículos por encima» de los límites de circulación.

Los radares están calibrados con un margen del 3% de la velocidad de la vía. En otras palabras, en una vía limitada a 100 kilómetros por hora, detectarán a cualquier que circule a 103 o más.

La Guardia Civil de Tráfico insistió ayer en que «no se pueden llevar inhibidores o detectores de radar» y en que los controles no se hacen «por apetencia, sino para conseguir un índice 0 de accidentalidad». Los radares 'viejos' seguirán funcionando y los nuevos contribuirán a incrementar los controles de velocidad en las vías secundarias y en los tramos de concentración de accidentes