Secciones
Servicios
Destacamos
REDACCIÓN / WORD
GUIJUELO
Lunes, 5 de febrero 2018, 12:04
Los copos de nieve que caían al mediodía no se convertieron en obstáculo para la primera de las cuatro citas que este año componen las XXXIII Jornadas de Matanza Típica.
Cuando pasaban unos minutos de las 12 del mediodía, la plaza de Castilla y León ... se convertía en el escenario de una tradición ancestral que ha encumbrado a Guijuelo a la cima de la gastronomía mundial. Lo que en otro tiempo fueron las matanzas familiares con las que llenar la despensa, se convertían, hace más de medio siglo, en la actividad industrial más importante de una Villa que ahora se apoya en esa tradición para potenciar el turismo gastronómico.
Concretamente 33 años convierten a esta Fiesta de Interés Turístico Regional en una cita ineludible. Ayer le tocaba el turno a la Matanza Institucional en la que se nombraba Matancero de Honor, a la Hermandad de Donantes de Sangre de Salamanca.
José Luis Martín Aguado actual presidente de la Hermandad, y su antecesor, Rogelio Carrasco Cabezas eran los encargados de recoger el nombramiento junto a los guijuelenses, Librada Hernández y José Antonio Fernández, delegados locales de la Hermandad y que llevan representándola en Guijuelo durante décadas.
«Hoy arrancamos unas Jornadas de la Matanza que desde hace 33 años han servido para recordar la tradición de la que surgió la industria de Guijuelo», recordaba el alcalde, Francisco Julián Ramos Manzano minutos antes de imponerlos la camisa y medalla que los convertiría en Matanceros de Honor en compañía, entre otras autoridades del subdelegado del Gobierno en Salamanca, Antonio Andrés Laso.
«Con este nombramiento el Ayuntamiento quiere agradecer la labor de cada uno de los donantes salmantinos que de forma altruista con un poco de sangre salvan las vidas de los demás», apuntaba el primer edil de la villa.
Tanto Rogelio Carrasco Cabezas como José Luis Martín Aguado agradecieron, ante los valientes que desafiaban el frío, el reconocimiento y quisieron recordar la labor que durante décadas lleva haciendo la Hermandad de Donantes.
«Comenzamos la andadura con 1.600 donantes y en la actualidad son más de 50.000 personas en Salamanca», apuntaba Rogelio Carrasco. «Para nosotros es una gran recompensa y una satisfacción que el Ayuntamiento nos haya hecho merecedores de este nombramiento», añadía José Luis Martín Aguado quien recalcaba la labor de los donantes asegurando que «salvar vidas, no tiene precio». Tras los discursos se les hacía entrega de dos jamones así como de una réplica, en bronce, de la fachada del Ayuntamiento.
Después y tras la incorporación a la mesa presidencial del Mago Montty, pregonero de las matanzas de este año, comenzaba un ritual que cumpliendo con las exigencias legales no sacrificaba al cerdo en público, sino detrás de una pérgola que a modo de biombo impedía a los asistentes ver el momento del sacrificio. Después, la fiesta continuaba con el chamuscado y despiece del animal, tiempo en el que no faltó la degustación de aguardiente y perrunillas o las sabrosas chichas que repartieron las Águedas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.