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Salamanca
Sábado, 21 de julio 2018, 11:45
La USAL, a través de su Grupo de Investigación Reconocido TIDOP, y la Fundación Santa María la Real optimizan los sistemas de conservación preventiva de la Biblioteca General Histórica en el marco del proyecto internacional Heritage Care, que impulsa la conservación preventiva del patrimonio histórico ... arquitectónico del sur de Europa y que acaba de ser seleccionado como proyecto modelo en el Año Europeo del Patrimonio Cultural.
La sinergia entre ambas entidades propiciará el desarrollo de un sistema experto adaptado al patrimonio que, alimentado por datos 3D e imágenes junto con datos de monitorización de la antigua librería del Estudio salmantino, permita ser una herramienta que apoye «no sólo la conservación preventiva del edificio sino también su conservación predictiva, atendiendo al lema del proyecto Más vale prevenir que curar», según explicó el responsable del proyecto en la Universidad, Diego González Aguilera..
Son varias las actuaciones que tanto el GIR TIDOP como la propia Fundación Santa María la Real han realizado sobre el patrimonio histórico de la institución salmantina. Sin embargo, es la primera vez que ambos colaboran en favor de uno de los legados más preciados de la institución, la Biblioteca General Histórica.
Para ello, se ha procedido a la instalación de una treintena de sensores que, distribuidos en lugares estratégicos, tanto de la Biblioteca como de la sala de incunables, permitirán a los expertos controlar y saber cómo se encuentran en todo momento las condiciones de temperatura, humedad o luminosidad.
Otra de las variables monitorizadas será la presencia de xilófagos que podrían afectar tanto a los manuscritos como a la estructura de la biblioteca. Igualmente, se tendrán en cuenta aspectos como la seguridad o la radiación solar.
Aunque los sensores comenzarán a captar y transmitir información en los próximos días, los técnicos de la Fundación Santa María la Real, encargados de su instalación, recuerdan que para poder tener una información certera y precisa de las condiciones y variables que afectan al espacio es necesario observarlo durante al menos un año. A partir de ese momento, sí podrían extraerse conclusiones que permitan optimizar las medidas de conservación preventiva y mantenimiento.
Asimismo, con la instalación efectuada en la Biblioteca se ha aprovechado también para llevar a cabo tareas de mantenimiento en los sensores ubicados en la Fachada Rica.
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