48 horas para redescubrir Salamanca

Los propios salmantinos reconocen que la capital charra no deja indiferente a nadie y resulta un placer inmortalizar cada momento de cada minuto que se pase en ella. Una ciudad Patrimonio de la Humanidad que además de su arquitectura monumental también esconde un encanto no tan conocido que te vamos a mostrar.

Si has terminado de comer o has aterrizado hace pocas horas en tierra charra, te sugerimos reposar en uno de los sitios con más encanto de Salamanca. Se trata de la Casa Lis, un lugar donde tomar un café a los pies del río Tormes en su Café de Lis. A continuación, puedes ver las impresionantes cristaleras de colores que componen el propio Museo de la Casa Lis, un palacete urbano enclavado sobre la antigua muralla de la ciudad que te trasladará a otra época. En él puedes apreciar en su máximo esplendor el Art Nouveau y el Art Déco. Una primera toma de contacto con la cultura y la belleza de la capital charra, que no te puedes perder.

Un pequeño paseo por la ciudad puede transportarte al Cielo de Salamanca. Uno de los rincones más escondidos y a la vez más impresionantes de la capital. Se encuentra en el Patio de Escuelas junto a la fachada de la Universidad de Salamanca.

Se trata de una pintura mural en la bóveda de la antigua Biblioteca de las Escuelas Mayores. Ésta es una representación astrológica realizada por una de las personalidades más fuertes de la pintura gótica, Fernando Gallego (1440-1507). Su autor quiso expresar una visión luminosa de la noche, el cielo estrellado a la luz del día, haciendo visible lo invisible.

A continuación, un paseo por la calle Compañía puede recordarte a tus películas y series favoritas. Esto se debe a la conexión que existe entre los rodajes y Salamanca, una ciudad y en concreto una vía que atraviesa las pantallas. En ella puedes encontrar la Casa de las Conchas, la Universidad Pontificia y el Palacio de Monterrey.

Para descansar, tomar algo y a su vez, ya adentrados en la noche, cenar e incluso tomar una copa, la mejor opción es el Revolutum Hostel. Un lugar que te envolverá en una atmósfera donde disfrutar con tus compañeros de viaje. Sus instalaciones llenas de colores te recordarán a las cristaleras y al mural visto previamente. Además, en Revolutum puedes dormir, desayunar, comer, cenar e incluso disfrutar de una buena fiesta. Un lugar que proporciona una carta muy variada para todos los gustos, dependiendo de tu apetito en cada momento puedes encontrar todo lo que ansies.

Termina la noche en un teatro que abre su telón todos los días de la semana para ofrecer diferentes servicios en pleno casco histórico. Se trata del increíble The Irish Theatre, un local con una decoración exquisita que recrea un típico teatro irlandés, donde cada rincón resulta un buen lugar para degustar su variedad de cervezas y cafés, una copa o un batido. Como buen teatro ofrece desde conciertos hasta las mejores y más locas fiestas de la ciudad.

Una de las 10 cafeterías más antiguas de nuestro país se encuentra en Salamanca, pues, desde 1905, Café Novelty ofrece deliciosos desayunos con productos de la tierra y en pleno casco histórico. Café italiano, chocolate a la taza, zumo, tartas caseras, churros y tostas son su especialidad, pero también ofrecen un desayuno especial compuesto de salchichas, bacon, huevos fritos y patatas fritas con tomate. Y no nos podemos olvidar de mencionar su gran variedad de batidos hechos con algunos de los 24 helados artesanales que elaboran a diario.

Esta cafetería forma parte de la historia de la capital y se ha convertido en el escenario de grandes acontecimientos, como la firma del acta de la fundación de la Unión Deportiva Salamanca o siendo un centro de encuentro y tertulia entre artistas como Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset o Fernando Mayoral. También, uno de sus clientes más famosos fue Torrente Ballester, al que representaron con una estatua para tenerlo inmortalizado en sus instalaciones.

Te recomendamos algunas de las calles principales y comerciales de la ciudad. La calle Toro está llena de tiendas de ropa, por lo que, siempre es una buena opción para ir de compras en pleno centro de la capital. Un pequeño paseo por la calle Zamora hasta Puerta Zamora, uno de los lugares icónicos y reconocidos por los salmantinos es un recorrido que no te puedes perder y por último, la calle Rúa, donde encontrarás tiendas de souvenirs, embutido típico de la zona y restaurantes de calidad precio muy garantizados.

Una vez recorridas las calles principales, te espera la Casa Museo Unamuno. Tras la muerte del pensador, la Universidad de Salamanca recopiló numerosos recuerdos personales de Miguel y se conservan más de 6.000 volúmenes. En el museo se ha cuidado la ambientación histórico-artística tratando de recrear el entorno familiar y hogareño en el transcurrió su existencia. Una visita histórica que no te puedes perder.

El vermut antes de comer que no falte, después de recorrer algunas de las calles más prestigiosas de la ciudad te recomendamos hacer un parón y relajarte mientras comentas con tus compañeros de viaje lo que más os está impresionando de la ciudad y compartiendo fotos únicas que solo se pueden inmortalizar en un lugar como este.

Para ello, Hernández y Fernández es el lugar idóneo para tomar algo acompañado de unas patatas, frutos secos, gominolas o palomitas, por ejemplo. Su patio interior te sorprenderá y tanto dentro como en la terraza te sentirás cómodo, ya que sus instalaciones resultan ser unas de las más acogedoras y llamativas de Salamanca. Sin duda, un bar que no deja indiferente a nadie.

Para comer te invitamos a probar la calidad de esta tierra en un restaurante michelin. Su proximidad al Convento de San Esteban hace que este lugar tenga un encanto aún más especial. Se trata de La Parra y ofrece un menú único, elaborado con productos de temporada, que varía cada poco tiempo aunque mantiene el ibérico como elemento estrella. El menú consta de unos snack, tres aperitivos, un plato principal, pescado, carne, prepostre y postre hasta culminar con unos bocados dulces acompañados de café.

Salamanca desprende cultura y conocimiento por todos sus rincones, por ello, no te puedes ir de la ciudad sin visitar el mayor número de museos o exposiciones posibles. Por un lado se encuentra el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca, el primer museo público de España dedicado al motor. Se inauguró en 2002 y cuenta con más de 200 automóviles históricos, algunos únicos, así como miles de accesorios relacionados con el automóvil.

Por otro lado, el Real Convento de Santa Clara esconde el Museo de Pintura Medieval. Donde además de admirar el conjunto de pinturas murales y la techumbre con policromía que cubría la iglesia, obras de finales del siglo XIV, podrás recorrer sus dependencias más destacadas y admirar las obras de arte y objetos devocionales que pertenecieron a las religiosas.

Sin duda, después de la visita a estos dos museos y que el cuerpo se haya ilustrado en estas tierras, el final del día merece ser visto desde el Jardín Botánico, uno de los lugares más bonitos de Salamanca, a los pies del Tormes y donde disfrutar de un atardecer y de unas vistas del otro lado de la ciudad espectaculares.

Una cena sabrosa y variada al más puro estilo salmantino. La zona de Van Dyck es la ideal para terminar el día probando diferentes tapas con ingredientes tradicionales de Salamanca. Se encuentra muy cerca de la zona centro y su infinidad de bares y restaurantes provocan un gran ambiente en todos los momentos del día. Puedes realizar una ruta probando las tapas de los locales más recomendados: Bar Rufo's, El Minutejo o El Asador, entre otros muchos. Las raciones, tapas y tostas más deliciosas de la ciudad te esperan en el conocido Barrio de Garrido.

Cada fin de semana, Salamanca reúne a los mejores artistas para que los salmantinos y los no salmantinos puedan disfrutar de un ambiente diferente. Muchas salas de conciertos acogen a músicos y artistas que seguro te van a gustar, por ello, no olvides pasarte por La chica de ayer, el Centenera o la Ágora DA2 (en caso de ir antes de las 00:00 horas).

El desayuno es la comida más importante del día y qué mejor que la cafetería La Tahona para llenarte de energía. Da igual en qué zona de Salamanca te encuentres porque seguro que tienes una de estas cafeterías cerca, por lo que no hay excusa que exista que te impida visitar sus instalaciones.

Una carta muy completa para los gustos más dulces y a la vez salados, desde tostadas de tomate hasta napolitanas, tartas y helados. Un buen desayuno que siempre puedes acompañar de batidos, café o zumo. Además, ofrecen productos típicos como el hornazo, por lo que, se convierte en un sitio ideal para pasar un rato de buena compañía, relax y además llevar de vuelta a casa, un manjar salmantino.

Descubre uno de los monumentos más peculiares y desconocidos de la Salamanca del siglo XVIII. El Pozo de Nieve forma parte del Convento del Carmen Calzado de San Andrés, también conocido como el 'Escorial salmantino' por sus grandes dimensiones. Se trata de una asombrosa construcción en la que antiguamente se almacenaba y conservaba la nieve que se traía desde las sierras de Francia y Béjar para convertirla en hielo.

Allí, se puede observar un espectacular pozo de más de siete metros de profundidad cubierto por una bóveda de pizarra, parte de la antigua muralla, el convento y sobre todo, las misteriosas galerías subterráneas que sumergen a los visitantes en la más profunda Salamanca.

El aroma y la historia de la gastronomía de Salamanca tiene nombre y apellidos, El Mesón de Gonzalo. Este restaurante se basa en dos pilares fundamentales: la calidad en todos sus productos y elaboraciones y el trato que es santo y seña de la casa. El Mesón ofrece y desprende pasión, oficio y el arte de la hostelería en cada uno de sus rincones.

Además, sentarte en su terraza te hará disfrutar de una increíble experiencia pensada no solo en disfrutar de la comida sino también en las sensaciones que ofrece comer en pleno corazón del casco histórico, a pies de la Plaza Mayor.

¿Un descanso antes de volver a tu lugar de retorno? Después de degustar los mejores platos con ingredientes típicos de Salamanca, te recomendamos dar un relajante paseo por las zonas verdes salmantinas. Cruza de un lado a otro el río Tormes a través de sus majestuosos puentes y sin darte cuenta llegarás a través del Paseo Fluvial, a dos de los mejores parques de Salamanca. Se trata del Parque de la Aldehuela y la Isla del Soto que, una vez en ellos, podrás relajarte a la sombra de los árboles para dar por finalizado el viaje y recargar energía para volver a casa.