Garcibuey celebra la Fiesta de la Matanza que aplazó el pasado enero por la pandemia

Bien de mañana, un grupo de hombres se dieron cita para llevar a cabo el chamuscado y despiece del cerdo, algo que hicieron de forma magistral y en muy poco tiempo, tanto que a la hora indicada para comenzar las tareas, según el programa divulgado, ya estaba todo hecho. Las piezas del cerdo de 18O kilos ya colgaban de un varal de la plaza cuando empezó a llegar el grueso de gente, mientras un tamborilero amenizaba el ambiente que, junto al maestro de ceremonias, eran aportados por la Diputación.

En lo que llegaba la hora de la comida, los más jóvenes sacaron dos carretones y se pusieron a darle unos pases taurinos, mientras que los mayores se entretenían echándose unos bailes o degustando jamón, cuya venta se destinaría a sufragar los gastos de esta fiesta.

Tras el almuerzo -para el que el Ayuntamiento de Garcibuey contrató un catering que también se encargó de elaborar la comida- tuvo lugar la subasta de las diferentes piezas del cerdo, dinero que también se destinaría a hacer frente a todos los gastos. Y por la tarde no faltó una discoteca móvil, que completó esta jornada festiva.