Secciones
Servicios
Destacamos
Han pasado ocho años largos desde que Portugal introdujera en sus autovías un sistema de pago para todo aquel que circule por las mismas y aunque, lógicamente, los residentes fueron desde el primer momento los más afectados, el estruendo todavía sigue sonando en la frontera.
Los datos son contundentes: «A Fuentes de Oñoro le afectó los primeros años más de un 30% en la caída de la actividad», indica el empresario y alcalde de la localidad, Isidoro Alanís, que si bien reconoce que la concentración celebrada ayer para reclamar la supresión de estos peajes está «muy bien», es algo que «se tenía que haber hecho mucho antes, cuando empezó todo y nosotros lo intentamos».
Otro empresario del municipio oñorense, Juan Luis Bravo, propietario del área comercial Gildo avala esas mismas cifras. «Entre los años 2011 y 2013, te puedo hablar por mi caso concreto, la caída de los clientes fue de más del 30% y es verdad que ahora podemos estar un 15% por debajo con respecto a 2010 que es cuando entraron en funcionamiento, pero lo que se ha recuperado ha sido porque hemos reaccionado con inversiones, vales o descuentos que hasta ahora han salido bien».
Las transacciones entre vecinos de un lado y otro de la raya son habituales y los clientes portugueses son básicos para las muchas empresas de la localidad, empezando por las gasolineras pues se estima que la diferencia por litro de gasoil ronda el 13% de manera habitual entre España y Portugal, y en el caso de la gasolina el 22%.
Los portugueses demandan además, todo lo que tiene que ver con la alimentación o la droguería y perfumería «mucho más barato aquí, en unos casos por el IVA y en otros porque aquí es más barato», aclara Juan Luis Bravo.
En su momento, muchos de esos clientes fueron dejando de lado el paso hacia España ya que no les compensaba el pago de los peajes, pero una vez pasado el tiempo «la gente se ha mentalizado y algo se ha recuperado», añade Jesús Bravo, propietario de la comercial ganadera Covega. «Se nota mucho envío por agencia pero ahora la gente viene y aprovecha para hacer más compras, echar gasolina y claro está, otra cosa es si pagan o no el peaje».
En su opinión, «pagamos con resignación pero es una vergüenza lo que cobran para el servicio que dan, el asfalto está fatal, machacado por los camiones».
La importancia empresarial de la localidad queda de manifiesto si se tiene en cuenta que con 1.200 vecinos se genera una actividad que da empleo a unas 400 personas.
Por este corredor internacional de Fuentes de Oñoro circulan actualmente al año más de 2,5 millones de vehículos y entre 7,5 y 9 millones de personas. Según los datos del Ayuntamiento de Fuentes de Oñoro, en los próximos 20 años se estima que el flujo aumentará a 3 millones de vehículos y hasta 11,5 millones de viajeros por año. Fuentes de Oñoro es el punto fronterizo donde converge la conexión internacional de la Autovía de Castilla (A-62) y la autopista de Portugal (A-25), una de las que cuentan con ese sistema de peaje.
En esa frontera hispano-lusa, en concreto del lado de Vilar Formoso (Portugal), fue donde ayer se concentraron unas 200 personas para protestar por esos telepeajes y aunque la convocatoria surgió de una plataforma lusa en la que se integran desde usuarios a sindicatos o asociaciones empresariales, se sumaron a la misma Confaes, CC OO o UGT.
El secretario general de CC OO, Vicente Andrés, se refirió a lo que suponen esos telepeajes tanto para las empresas, «con costes adicionales que les quitan competitividad», como para los trabajadores, «que les resta de su salario que en esta zona de frontera no son muy generosos».
Insistió en que estas medidas «ahuyentan la inversión en la zona», zonas deprimidas y cada vez más despobladas, refiriéndose en concreto a Zamora y Salamanca, por lo que reclamó que la Junta también se implique en esa petición al gobierno portugués de retirar el pago.
El empresario portugués, Luis Vega, propietario de varios hoteles, dos de ellos en Guarda, reconoció que «desde el año 2011 ha bajado mucho el número de turistas españoles, la mayor parte entran por avión». La distancia entre Fuentes de Oñoro y Guarda es de unos 50 kilómetros y esos turistas que han dejado de llegar a la ciudad portuguesa, tampoco han pasado por la frontera. Definió este pago en autovías financiadas por la Unión Europea como «una vergüenza».
Sin dispositivo
Easytoll. Para todos los que accedan a Portugal por la parte salmantina, a unos 11 kilómetros de Fuentes de Oñoro, ya en la autovía portuguesa, existe un punto de control donde se puede realizar el registro. En concreto, hay que asociar una tarjeta de crédito a una matrícula y cada vez que se pasa por un arco que lee esa matricula se hace el cargo correspondiente. Tiene validez de un mes y tal y como reconocen tanto españoles como portugueses el inconveniente reside en que «la gente mete la tarjeta de crédito y no saben cuánto van a pagar».
Tollservice.Sirve para tres días y por algo más de 20 euros permite libertad de movimiento por las autovías de telepeaje. Se puede adquirir por internet pero también en las oficinas de Correos portuguesas. Si se accede a Portugal por Vilar Formoso, nada más cruzar la frontera encontrarán una de esas oficinas de 'correios'. Otra modalidad son las Tollcard que son unas tarjetas prepago con validez de un año, también asociadas una tarjeta de crédito.
Con dispositivos
Temporales o permanentes. En este caso, están pensados para extranjeros con residencia en Portugal y en función del sistema elegido se asocia a una cuenta bancaria portuguesa o a una de cualquier otro país. También existe la modalidad de prepago y en unos casos no existe caducidad y otros se renueva.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.