Fallece en Salamanca el comandante Aliste, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Castilla y León

Aunque natural de la comarca zamorana de Aliste, residía en Salamanca desde hace más de 30 años, y una muestra de su vinculación con la capital salmantina es que el Ayuntamiento reconoció su ejemplo de tolerancia y respeto nombrándolo pregonero de las fiestas patronales en año 2014.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha lamentado su pérdida a través de su cuenta de Twitter. «Nos ha dejado un gran amigo y mejor persona que siempre luchó por la libertad de todos los españoles», ha señalado para trasladar sus «condolencias» y «cariño» a su familia.

En marzo del pasado año, recibió el reconocimiento y homenaje de la Universidad de Salamanca y la Junta de Castilla y León a las víctimas del terrorismo en la Comunidad y en 2018, la Comunidad le entregó, junto a otras 44 personas, una medalla como un reconocimiento honorífico por el dolor sufrido en virtud de lo recogido en la Ley de Reconocimiento y Atención a las Víctimas del Terrorismo en Castilla y León, aprobada en septiembre de 2017.

Aliste ingresó en las Fuerzas Armadas en octubre de 1974. En julio de 1986 fue nombrado teniente y en enero de 1995 ascendió a capitán. En junio de 2014 el Consejo de Ministros aprobó su ascenso a comandante, reconociendo el sacrificio de Juan José Aliste, herido en atentado terrorista de ETA en 1995 en Salamanca. El entonces capitán resultó herido muy grave y mutilado, perdiendo las dos piernas, cuando estalló un artefacto explosivo colocado por la banda terrorista en los bajos de su coche junto a la plaza de toros de La Glorieta.

Juan José Aliste era padre de tres hijos. Mañana esta previsto que se celebre el funeral en la iglesia de San Juan de Sahagún de la ciudad.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, destacó hoy el «ejemplo de vida y fortaleza» del comandante Juan José Aliste. En un mensaje su perfil de Twitter, Fernández Mañueco recordó que en 1995 la banda ETA se llevó muchas cosas de la vida de Juan José Aliste, sin embargo remarcó que «no consiguió borrar su sonrisa, ni frenar su lucha en la defensa de la libertad en España». «Hoy ha fallecido y nos deja un enorme vacío», añadió Alfonso Fernández Mañueco, quien trasladó su «cariño» a su familia.