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Varios operarios trabajan en la construcción de un edificio. MANUEL LAYA
Coronaviurs en Salamanca: El 80% de las empresas del sector de la construcción se encuentran operativas

El 80% de las empresas del sector de la construcción se encuentran operativas

Las dificultades que presentan el suministro de materiales y el desplazamiento de los trabajadores no impiden que prosigan las obras

RICARDO RÁBADE / WORD

SALAMANCA

Jueves, 26 de marzo 2020, 11:29

Las obras que vienen acometiendo diferentes empresas del sector de la construcción no han cesado en la provincia salmantina, pese a las duras restricciones que conlleva la aplicación del estado de alarma contra el coronavirus decretado por el Gobierno. De hecho, entre el 80% y el 90% de las empresas salmantinas del ámbito de la construcción siguen desarrollando sus proyectos y obras, tal como explica el presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de la Construcción (Aescon), Manuel Prieto, organización que se encuentra encuadrada dentro de las filas de la patronal Confaes.

«Las empresas están trabajando y estamos tomando todas la medidas necesarias de protección para garantizar la seguridad de los trabajadores», resalta Manuel Prieto, quien revela que algunas empresas, dedicadas a reformas interiores en viviendas, se han visto abocadas a interrumpir su producción. Según las estimaciones que baraja, el número de expedientes tramitados de regulación temporal de empleo (ERTEs) en el sector de la construcción apenas llega a una docena.

La preocupación y la incertidumbre rodea a un sector que por el momento solo contabiliza una docena de ERTEs

«Somos un sector que no puede parar», remarca Manuel Prieto, quien derrocha sinceridad cuando detalla las dificultades y escollos con los que diariamente se están tropezando las empresas para el ejercicio de su actividad cotidiana. Uno de esos problemas corresponde con el desplazamiento diario de los trabajadores para acudir a sus puestos de trabajo. Y es que antes de que estallara la alarmante crisis económica y social generada por la propagación del Covid-19, en un mismo vehículo podían desplazarse hasta cinco trabajadores. En la actual coyuntura la situación ha dado un giro radical y están circulando en cada vehículo un solo trabajador y, como mucho, dos, todo ello derivado de la necesidad de guardar la necesaria distancia en materia de seguridad.

El horizonte que rodea la actividad diaria de las empresas de la construcción está empañado, además, por más trabas, como sucede, por ejemplo, con los problemas que presenta el suministro de materiales en algunos casos.

«Hay mucha preocupación e incertidumbre en el sector» ante las consecuencias que pueden derivarse de la evolución y el desarrollo del sector en la actual tesitura. Buena prueba de todo ello son las más de 300 llamadas que, en apenas un día, se han recibido en la sede de Aescon por parte de sus asociados, que formulan preguntas y dudas sobre el incierto contexto económico que afecta a las empresas salmantinas.

Precisamente, Aescon ha habilitado un servicio de atención telefónica los sábados y domingos, con el que trata de dar respuestas y orientar en relación con las particulares vicisitudes que está atravesando el sector de la construcción en Salamanca.

En materia de seguridad, las empresas están intensificando las medidas, como la toma de temperatura con termómetro a los trabajadores cada vez que llegan a su puesto, además de proporcionarles guantes y equipos de protección individual.

Cambios en los horarios

Además, desde que se decretara el estado de alarma sanitaria un buen número de empresas del sector de la construcción se han decantado por modificar sus horarios, optando por la jornada continua, es decir, por concentrar los horarios de trabajo durante la mañanas, con el fin de que no haya actividad laboral en horarios vespertinos y los trabajadores tengan las tardes libres, todo ello encuadrado dentro de ese loable propósito de extremar las medidas de protección y seguridad laboral en estas circunstancias excepcionales.

Por su parte, el presidente de la Asociación de la Construcción de Salamanca (Aconsa), Javier Tamames –asociación integrada en la patronal CES– puntualiza que el sector de la construcción cuenta con numerosas ramificaciones, como son, por ejemplo, los ámbitos de la electricidad, la pintura, la fontanería, la calefacción, los alicatos y solados, así como la albañilería.

Dependiendo de cada actividad, se están produciendo diferentes situaciones. Así, todas aquellas ramas en las que se tienen que realizar trabajos acudiendo a domicilios particulares se están encontrando con la imposibilidad de realizarlos, «sobre todo porque los particulares no quieren que nadie entre en sus casas», según pone de relieve Javier Tamames. La mayoría de estos casos se corresponde con profesionales autónomos que, en unos casos, se están viendo obligados a despedir a los trabajadores que tienen a sus órdenes o, incluso, a cerrar el negocio directamente.

Por el contrario, según explica el presidente de Aconsa, hay empresas de reformistas de obra nueva que, de momento, pueden seguir funcionando, gracias a que llevan a cabo trabajos en zonas en las que no tienen un contacto directo con clientes particulares. Son los casos de viviendas vacías que precisan reformas integrales, así como la construcción de chalés de obra nueva.

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