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SALAMANCA
Sábado, 7 de marzo 2020, 11:52
El vicario general de la Diócesis de Salamanca, Florentino Gutiérrez, ha recomendado a los párrocos que «en las celebraciones eucarísticas se distribuya la comunión solo en la mano y se evite el contacto físico en el momento de la paz» para evitar contagios del coronavirus.
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Así lo señaló a través de un comunicado en el que la Diócesis, como organización, ha informado de que el obispo de Salamanca, Carlos López, recibió este pasado jueves, a las 22:41 horas, una comunicación por parte de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León acerca de la situación sanitaria relacionada con el coronavirus.
Ante esta situación, con la celebración del besapiés de Jesús Rescatado en la iglesia de San Pablo, así como con otros actos de veneración a imágenes devocionales que se llevan a cabo durante este tiempo de Cuaresma en los templos, la Diócesis de Salamanca ha recomendado «sustituir el contacto directo con las imágenes con reverencias o señales de respeto a fin de evitar posibles contagios por contacto».
Esta media provocó ayer que este año acudieran menos devotos que en otras ocasiones al tradicional besapiés al rescatado.
Además, y como medida de precaución, junto a la talla se ha situado una botella de gel antibacterial para uso de todo aquel que lo requiriera.
En el mismo documento, la Diócesis de Salamanca apela «a la prudencia y a la colaboración con las autoridades sanitarias para frenar la expansión del coronavirus Covid-19, aplicando estas medidas».
Estas recomendaciones llegan tras instar la Consejería de Sanidad a las organizaciones religiosas de Castilla y León a la cancelación temporal de las actividades previstas para estos días, y hasta Semana Santa, que pueden conllevar riesgos para la salud pública del conjunto de la ciudadanía. Esta decisión, según la Junta, se ha tomado siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, asumidas asimismo por la Conferencia Episcopal Española, y amparada por la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública.
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«Se ha solicitado y agradecido la colaboración de las autoridades religiosas de la Comunidad para lograr la cancelación de todos los besamanos, besapiés y eventos de estas características, a fin de evitar poner en peligro la salud de los ciudadanos, y ofreciéndose alternativas para su desarrollo como la sustitución de estos gestos por reverencias u otro tipo de señales de respeto hacia las imágenes», señala la Consejería de Sanidad.
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