La Diputación pone en valor el papel de la mujer en la política

Y es que el protagonismo de este día estaba claro, era para las cuatro mujeres que hace 40 años dieron un paso al frente para dirigir los designios de sus pueblos, convirtiéndose en alcaldesas. Por ello, en un día que la Diputación prepara con cariño para que alcaldes y concejales de la provincia se sientan como en casa, no podía faltar este reconocimiento a esas mujeres.

Como recordó Javier Iglesias, este año «celebramos 40 años de las primeras elecciones democráticas municipales. Aquellas que hicieron historia y que abrieron el camino a un largo periodo de libertad, prosperidad y concordia. También en el ámbito local».

Un momento de la historia de España, y también de la provincia de Salamanca en el que «algunos de los que estáis hoy aquí fuisteis protagonistas», afirmó Javier Iglesias, ya que «participasteis de forma activa en el inicio de una nueva era», por lo que manifestó que estaba seguro de que algunos de ellos recordarían «con nitidez cómo vivisteis ese día de las elecciones, tal y como se recuerdan todos los momentos importantes de una vida, por mucho que pasen los años».

Cuarenta años después de aquellas primeras elecciones, nadie pone en duda el papel que en todos estos años han jugados «alcaldes, alcaldesas y concejales al servicio de la democracia española y, por supuesto, al servicio de los municipios, por muy pequeños que sean».

Por ello, el presidente de la institución municipal recalcó que «la mejor manera de preservar los derechos de todos los españoles, vivan donde vivan, es estimular y alentar unas instituciones tan útiles al interés general de España como cercanas, queridas y respetadas», que no son otras que los ayuntamientos.

Y en este sentidos, Iglesias abogó por «no abrir debates indeseados y estériles, como los que cuestionan nuestras instituciones más históricas», en un momento en el que a nivel regional se han alzado voces en pro de la fusión de municipios. Y recordó el presidente de la Diputación de Salamanca que «ahora que se empieza a tomar en serio el desafío demográfico por parte de todos, los miembros de las corporaciones locales son absolutamente necesarios para diseñar políticas contra la despoblación» porque en «la España rural, el problema no son los políticos» sino «las políticas» que se adoptan. Por lo que, afirmó, «se necesitan políticas valientes e imaginativas para afrontar este desafío», en el que «los ayuntamientos no forman parte del problema» sino todo lo contrario, son «parte de la solución».

Y es que, como dejó muy claro el presidente, «estoy convencido de que auspiciar un orden territorial diferente y eliminar los municipios sería sacrificar a la España más vacía». Y añadió que «esto no significa que no podamos buscar fórmulas más racionales y eficientes para la prestación de servicios públicos de calidad».

En este alarde por defender a los pueblos y a sus ayuntamientos, Javier Iglesias afirmó rotundo que «España necesita a todos los ayuntamientos y los ayuntamientos rurales necesitan a España». Por ello, reivindicó «un pacto de Estado contra la despoblación, capitaneado por el Gobierno de España que salga de las urnas, en el que participen las comunidades autónomas» y con la «imprescindible participación y colaboración de ayuntamientos y diputaciones».

Un pacto en el que las mujeres, afirmó Iglesias, deben «tener un papel protagonista» porque, como manifestó a renglón seguido, «la mujer es clave para conseguir revertir el fenómeno de la despoblación». «Si no conseguimos implicaos e ilusionaos», manifestó dirigiéndose a las mujeres que ayer se daban cita en la Diputación, «todo será en balde».

Ante la importancia de este sector de la población en la política, la Diputación ha querido este año destacar el papel de las primeras mujeres que se pusieron al frente de un Ayuntamiento en la provincia de Salamanca, y que fueron cuatro. «Las cuatro mujeres del 79», como las describió Javier Iglesias, «las cuatro alcaldesas que fueron merecedoras del bastón de mando de sus municipios ante la perplejidad de alguno y el apoyo de muchos», afirmó.

Y es que esas cuatro mujeres lograron el respaldo de sus vecinos en las urnas, convirtiéndose en cierta manera en «protagonistas del cambio» y también en «pioneras de la política salmantina».

Mujeres que fueron «pioneras en nuestra tierra. Rompisteis un techo de cristal», les dijo Iglesias, «uno de los muchos que las mujeres han ido traspasando para avanzar en igualdad». Y es que Evangelina Hernández Sánchez en Fuentes de Oñoro, Lucía Torres Sánchez en Ledesma, Encarna Montejo Torres en San Pedro del Valle y Gloria García Soto, ya fallecida, en Espeja, pisaron «un terreno sin explorar en un tiempo que no era fácil», partiendo asimismo de «las peores bases: estaba prácticamente todo por hacer y había que sumar un rumor que las acompañaba de manera persistente: la vida municipal es cosa de hombres».

Pero ellas cuatro, con «trabajo, responsabilidad y sobre todo valentía demostraron que quienes pensabas así se equivocaban».

Aunque en el 79 fueron solo cuatro mujeres, y eran la excepción, ellas ayudaron a «abrir el camino para que hoy las mujeres al frente de un Ayuntamiento del mundo rural formen parte de la normalidad». Aún así, en palabras de Iglesias, 40 años después la presencia de la mujer es insuficiente, por lo que reivindicó la «incorporación de más mujeres en las corporaciones locales» desterrando del lenguaje la expresión de que «es cosa de hombres».

Y para reconocer el trabajo pionero y la valentía de esas cuatro alcaldesas del 79, se les hizo entrega de un cuadro con una placa y una imagen labrada del patio de La Salina, que recogieron las protagonistas y en el caso de Gloria García su hermano Antonio.

Tras este homenaje, Javier Iglesias prosiguió su discurso recordando que se había saldado «una deuda pendiente con vosotras» y reconociendo de forma genérica, como cada año en el Día de la Provincia, «la labor de todos y cada uno de los alcaldes y concejales que dais siempre lo mejor de vosotros mismos» para ofrecer con «enorme responsabilidad, el servicio público más cercano y más directo», porque es a los que en primer lugar acuden los vecinos y en quienes depositan su confianza. Una confianza que en algunos casos ha llevado a los alcaldes a permanecer durante los 40 años de democracia local en su cargo, de 1979 a 2019; por lo que la Diputación también quiso ayer homenajearles por «vuestra larga y fructífera entrega al servicio de vuestros vecinos», entregándoles también un recuerdo. Y esos alcaldes han sido Ángel Escribano de San Antonio, en Valdunciel; Antonio Manuel Martín Hernández, en Sanchón de la Sagrada; Arturo de Inés Calvo, en Villaseco de los Reyes; Eliecer García Sánchez en El Arco; y José Martín Méndez, en Villares de la Reina.