J. G.
Jueves, 20 de octubre 2022, 09:26
No están siendo días fáciles para Óscar Ike, estudiante salmantino de 21 años, y su familia. Este pasado lunes su joven Border Collie, que cumpliría tres años en apenas unos meses, murió de forma cruel. Desangrada, con el riñón afectado. Óscar denunciaba en sus redes sociales que «quiero advertir que en el barrio de la Prosperidad, en Salamanca, envenenan los perros en los propios parques de perros. Me ha tocado a mí y tristemente mi angel se fue. Solo quiero que ningún perro más sufra por culpa de psicópatas».
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El estudiante de Periodismo relata a Salamanca hoy que «no solíamos meter mucho a Luna en los pipi-can (el que está junto al Caem). Era una perra, por su raza, que necesita mucha actividad. Pero ese día no pudimos y la metimos allí para que jugará con perro». Era el domingo por la noche. Y poco después, ya en su casa, comenzó a encontrarse mal. «Comenzó con vómitos, incluso el agua», expresa Óscar Ike.
Como esta situación se repitió en las siguientes horas y tras una visita rápida al veterinario. «Llegaron también ataques epilépticos, le sangró la vagina, tuvo un derrame interno. Se le estaba pudriendo el riñón. Murió el lunes por la tarde. Creemos que fue por algún matarratas o algo así».
«Es un barrio con muchos perros, pero no a todo el mundo le gustan. Hace tiempo que se encontró carne con chinchetas dentro, pero no últimamente», recuerda el joven estudiante charro, que vive estos días desde Valladolid (donde cursa sus estudios), con amargura la pérdida de su ser querido.
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