Defensa del Patrimonio exige incrementar el arbolado de la ciudad

La ausencia de árboles «se ejemplifica en el Parque de la Alamedilla, en su zona infantil, y en la Plaza de los Bandos». Son dos de los lugares más destacados y «que año tras año, pese a las buenas palabras, consolidan la merma del arbolado padecida». Defensa del Patrimonio critica la presencia de «tocones, alcorques vacíos o grandes espacios donde hay juegos infantiles o bancos y no pueden permanecer mucho tiempo al carecer de la sombra y frescor de los árboles».

La pérdida del arbolado «también es patente en un lugar tan señalado y querido» como la Cuesta y Plaza de Carvajal. Algo que se repite «en la zona comprendida entre las vías Padre Cámara, paseo de la Estación y avenida de Portugal o en la Plaza del Comercio donde, además, el cesped presenta grandes calvas por falta de un mantenimiento adecuado».

El Ayuntamiento de Salamanca o la empresa encargada del mantenimiento han optado «por sustituir los árboles de muchas de nuestras calles por losas de granito». Esta política «simplista» ha mermado las ya «escasas» arboledas de la ciudad, como las que sufen la calle Toro o la Casa de las Viejas. Para Defensa del Patrimonio «el número de árboles de nuestra ciudad, así como su porte, es insuficiente a percepción de los salmantinos y visitantes» y «precisamente por ello» hay que «mantener el arbolado existente y evitar su pérdida» lo que además «se traducirá en un ahorro económico para el Ayuntamiento y en una consolidación de dicho arbolado propiciando su maduración».

La asociación pide cuidar los árboles torcidos o golpeados «a fin de evitar que su estado empeore, algo que podemos ver en casi cualquier lugar de la ciudad donde encontremos un árbol joven. En otro casos no llegan a prosperar tras ser plantados en el entorno urbano y deben ser repuestos a la mayor brevedad».

Además, lamentan «las podas a destiempo, como la practicada durante la pasada semana en la Calle San Francisco Javier», ya que dichos recortes «deben realizarse en invierno, también para los de hoja perenne, sin entrar a valorar la muy discutible estética adoptada que no se corresponde con la fisionomía y naturaleza de la especie».

Finalmente, el terciado, como el practicado durante el pasado invierno en los árboles del Paseo de Carmelitas «son profundamente inadecuados . Los técnicos del Ayuntamiento ya deberían haberse dado cuenta de que ese tipo de podas cómodas y sin criterio tienen como resultado la pérdida de la naturaleza de cada árbol y una grave alteración de sus características físicas.