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OPTA
Madrid
Domingo, 27 de enero 2019, 17:06
Cruel derrota en la prolongación para Unionistas de Salamanca en El Cerro del Espino (3-2) ante el filial del Atlético de Madrid. Se enfrentaban los dos mejores equipos del grupo I de Segunda B desde la jornada 11, segundo contra octavo, y el partido ... se decidió en el minuto casi 93 cuando se estaban a un paso de completar los tres minutos de prolongación que dio el colegiado. Antes, Unionistas se había adelantado por medio de Carlos de la Nava con un golazo, remontó el Atlético con un segundo gol con un discutido penalti en la segunda pare, logró igualar en el 84 Adrián Llano y ya en la prolongación el recién entrado Carlos Isaac agarró un balón suelto en el área para poner el 3-2 y bajar a Unionistas a la novena plaza con 32 puntos, la segunda derrota de los de Roberto Aguirre en los últimos 16 encuentros.
El míster asturiano repitió el mismo once del 3-0 a Las Palmas Atlético con la única novedad de Unai Hernández en la banda izquierda por Jorge Hernández.
No se había federado todavía Unionistas, cuando cayó sobre el Atlético de Madrid aquella maldición en forma de gol en el noventa y tres de Sergio Ramos en Lisboa. Pues bien, el filial colchonero esta temporada se está cebando con los equipos charros en dicho minuto; puesto que este domingo frente a Unionistas repitió victoria con gol en el minuto noventa y tres como frente al Salamanca CF.
Un gol de Carlos Isaac, que no hizo justicia por lo visto en el partido, en el que lo más justo hubiesen sido unas tablas. Pero una vez más quedó demostrado que en Segunda B no te puedes relajar un solo instante, puesto que llegó tras el segundo saque de banda consecutivo. Ya fuera por ser el minuto que era, o simplemente por un fallo de atención, el caso fue que Samu metió el balón al área; donde Toni Moya asistió al segundo palo a Carlos Isaac, que empaló el balón según le vino, para delirio de la minoría afición rojiblanca.
En líneas generales, el partido fue equilibrado. Tanto, que ambos técnicos formaron con el otrora clásico 4-4-2, con dos variantes, puesto que Roberto Aguirre apostó por un rombo en el centro del campo. Una apuesta, que de inicio le salió bien al técnico asturiano, puesto que antes del cuarto de hora, ya iba ganando gracias curiosamente también a un saque de banda, en la misma portería. De la Nava recibió en la semiluna del área, bajó el balón con el pecho, y a la media vuelta soltó un derechazo que se coló cerca de la escuadra. Un golazo para contrarrestar el balón al palo minutos antes de Joaquín. Estas dos acciones y un par de remates con peligro de los locales fueron lo poco a destacar de un primer tiempo aburrido.
El segundo resultó mucho más emocionante y movido, desde el inicio. No se había consumido el primer minuto, cuando Joaquín botó un córner a la izquierda de Molina; que acabó cabeceando Darío en el segundo palo, elevándose más que nadie. El gol fue la chispa que necesitó el filial para despertar, abriéndose mucho más el partido. Los dos equipos comenzaron a buscar con ahínco la victoria, aunque los únicos capaces de crear peligro (y fue a balón parado), fueron los charros. Así Llano tuvo el 1-2 de cabeza a la salida de una falta; mientras que de lanzamiento directo Góngora vio como San Román le quitaba un gol, volando hacia la escurada. El meta le quitó otro gol cantado a De la Nava.
El polémico penalti
A quince minutos para el final, llegó la jugada polémica de la mañana. Joaquín y Ribelles pugnaban por el balón dentro del área, cayendo el jugador rojiblanco al suelo. En primera instancia, parecía que el colegiado amonestaba a Mollejo por protestar; cuando lo que señaló fue el punto de penalti de forma muy rigurosa; al entender que el siete colchonero había caído fruto de un agarrón. Un agarrón que existió pero en el forcejeo como en otros tantos lances de partido. La pena máxima se encargó de ejecutarla Darío, que engañó completamente a Molina.
Por debajo en el marcador, Roberto Aguirre quemó todas sus naves, y los visitantes se volcaron, logrando la igualada quizá en la jugada que menos se esperaba. Molina sacó una falta casi en área propia, llegando a la frontal de la contraria. Por allí andaba Unai, que fue derribado dentro de la misma; aunque la jugada continuó, el balón le cayó a Llano; quien libre de marca cruzó el balón solo ante el portero; logrando así una justa igualada.
Y así parecía que iba a acabar el partido, con un justo reparto de puntos entre dos de los equipos más en forma del campeonato, hasta que llegó la mencionada acción entre Samu-Toni Moya-Carlos Isaac que hizo volverse de vacío a Unionistas.
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