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Isidro L. Serrano / Word
Salamanca
Lunes, 31 de enero 2022, 12:07
A finales de 2021 apareció en los medios de comunicación una información que básicamente venía a decir que el Gobierno acaba con la última esperanza para reabrir la Vía de la Plata ferroviaria entre Salamanca y Plasencia.
El argumento era que la modificación de la ... Red Transeuropea de Transporte no contará, «a petición de España», con la reapertura de la conexión en tren entre León y Plasencia, cerrada al tránsito de viajeros desde 1985 y al de mercancías desde 1996.
Un mes después, solo hace unos días, los medios de comunicación volvía a hacerse eco de que los parlamentarios socialistas habían conseguido el compromiso ministerial de solicitar en los próximos días a las instituciones europeas la continuidad de la línea ferroviaria Plasencia – Salamanca- Zamora – Astorga dentro del proceso de revisión de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T).
A todas luces, parecía la típica polémica política que ha envuelto a esta línea férrea desde su desaparición y a lo largo de todos años de reivindicaciones para que vuelva a ser rehabilitada, sin que nadie haya hecho nada hasta el momento.
Sin embargo, parece que algo se está moviendo dentro de los colectivos que vienen reclamando la reapertura de la línea de la Ruta de la Plata, como uno de los principales ejes vertebradores del país y el principal y más necesario para el oeste de España.
Desde hace un tiempo, las Cámaras de Comercio del oeste español, desde Huelva y Cádiz, hasta Gijón, se han sumado a una reclamación histórica convencidas de que la reapertura de la línea férrea de la Vía de la Plata, y en especial el tramo entre Plasencia y Salamanca como desencadenante del desarrollo posterior del resto de la línea, es una oportunidad de desarrollo para toda esa zona del país que no pueden desperdiciar.
Por supuesto, una de las instituciones camerales que participó en la reunión telemática celebrada hace ya unos días fue la de Salamanca, con su presidente, Benjamín Crespo a la cabeza.
«Fue todo un éxito. Estábamos todas las cámaras de norte a sur de la Ruta de la Plata, y tenemos las ideas muy claras. Hay que seguir presionando a las instituciones porque parece que el Gobierno español no está muy por la labro de recuperar esta vía. Estamos en un momento crucial porque se está decidiendo el futuro del ferrocarril en Europa y no podemos desaprovechar esta oportunidad para que se reabra esta línea férrea», aseguró Crespo.
El presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca señaló que habría que volver a construir nueva la línea Salamanca- Plasencia, pero, junto a la de Mérida a Sevilla sería «el impulso definitivo para que la línea férrea de la Ruta de la Plata volviese a ser una realidad como oportunidad desarrollo para todo el oeste español». Para Benjamín Crespo, la Ruta de la Plata es la vía de comunicación más económica, lógica y sostenible entre Europa y el norte de África, tanto para mercancías como personas y podría dar un flujo de negocio muy importante a la zona oeste de España, que ha visto como algunas grandes empresas no se han asentado por la falta de infraestructuras, «algunas rutas de transporte terrestre ya están utilizando esta vía y se ha comprobado que es los costes son 15% más baratos. Pues si lo hacemos por tren, que además es más sostenible, será aún más beneficioso para todos y más barato. Además podría utilizarse no solo para transporte de mercancías y de personas, también de energías».
Crespo insistió en que todo serían beneficios con la reapertura de la línea férrea, «conecta dos zonas portuarias, serviría para descentralizar Madrid como principal nudo de comunicación, y por ejemplo, el puerto de Cádiz podría multiplicar por tres su actividad. Y no podemos olvidar una cosa, que el futuro de buena parte de nuestra economía, y especialmente de la zona oeste del país, está en el norte de África. Va a ser nuestro gran mercado para muchos de nuestro productos, como es la automoción, tan importante en Castilla y León».
El impulso que ha dado el apoyo de las Cámaras de Comercio a la reivindicación de la reapertura de la línea férrea de la Vía de la Plata ha hecho que defensores históricos de la importancia de este eje para el desarrollo del oeste español, quieran aprovechar el momento para acentuar la presión sobre las administraciones que debe tomar las decisiones.
Reivindicación antigua
Es el caso de José María Alonso Rodríguez, profesor de la Universidad de Extremadura que desde el grupo de trabajo Pensando Infraestructuras, pelea para que la sociedad, reivindique «con intensidad y de manera definitiva», la construcción de los 130 kilómetros que faltan entre Salamanca y Plasencia) para poder reabrir la comunicación ferroviaria Norte y Sur por la Vía de la Plata.
«Este corredor es el gran olvidado, aunque es uno de los ejes más importantes que vertebrarán la península ibérica. Esto ya le pasó a la actual autovía Ruta de la Plata, que a pesar de ser una de las arterias de comunicación más importantes de España, fue de las últimas en construirse. Este eje va por el mismo camino, es el gran olvidado, pero, como es una línea natural desde tiempos de Roma, ella sola se está construyendo por muchas piedras que se pongan en su vía» asegura José María Alonso.
Este profesor universitario asegura que «en estos años, desde instituciones públicas autonómicas, privadas y desde el Gobierno de España, se ha hablado, pero con poca insistencia, en incluir el tramo Salamanca-Plasencia para conectar Norte y Sur de España. Esta conexión evitará el colapso ferroviario que en pocos años se producirá en Madrid, quedando esta ciudad como paso obligado para el tráfico de pasajeros y mercancías. Es un gravísimo error estratégico tener solo esta visión de conectividad. Son 130 kilómetros cruciales de vía nueva entre Salamanca y Plasencia que permitirán cohesionar el oeste de la península, cambiando el futuro de sus habitantes».
Además, afirma que pese al olvido institucional, «el futuro corredor se construye solo. Aunque muchos no sean capaces de verlo, falta la pieza fundamental al puzzle ferroviario para poder ser resuelto: el tramo Salamanca-Plasencia».
Según Alonso Rodríguez, el recorrido de la vía ferroviaria tradicional es: Gijón-León-Astorga-Zamora-Salamanca-Plasencia-Cáceres-Mérida-Zafra-Sevilla.
Por otra parte el camino provisional que se ha ido trazando con la construcción de los distintos tramos de Alta Velocidad del norte de España es: Gijón-León-Palencia-Valladolid-Medina del Campo-Salamanca-Plasencia-Cáceres-Mérida-Zafra-Sevilla, pero desarrollado en diferentes tramos. El Gijón-León, que es de AVE y está en construcción con previsión de acabar las obras el año que viene. El tramo León-Palencia-Valladolid-Medina del Campo-Salamanca, que es una línea AVE en funcionamiento. Luego estaría el tramo Salamanca-Plasencia, que no hay intención de hacerlo. El tramo siguiente sería el de Plasencia-Cáceres-Mérida-, también de AVE y que entrará en funcionamiento previsiblemente este año. Y el tramo final por el sur sería es de Mérida-Zafra-Sevilla que es un tramo en funcionamiento de la línea convencional.
El profesor insiste en solo falta construir el segmento Salamanca-Plasencia para reabrir el tráfico ferroviario entre Norte y Sur por esa vía. «Un objetivo fundamental de construir ese tramo, es volver a comunicar por tren Salamanca, Zamora y León por el recorrido histórico de la Vía de la Plata, pero para que la construcción de estos segmentos se pueda abordar en un futuro cercano, primero hay que potenciar la conexión Salamanca-Plasencia. Sin ella, nunca habrá futuro para la Vía de la Plata», sentencía Jose María Alonso.
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