Los burracos de Los Bayones llevan gran emoción a las calles en el útimo encierro de Ciudad Rodrigo

Esta circunstancia se apreció en zonas como el Registro donde algunos de los toros no dejaron de derrotar contra las 'agujas'

La manada estuvo extendida desde el principio y antes de encarar la subida al Registro ya estaba rota por lo que los astados fueron cubriendo metros de forma independiente.

En la calle Madrid, tal y como se aprecia en las imágenes, se reunieron dos de los astados ya que uno se detuvo durante unos instantes y fue alcanzado por el siguiente.

Cada uno a su ritmo, todos cumplieron con el expediente de llegar a la plaza donde se pudo apreciar mucho mejor lo imponente de sus caras y los kilos. Eso sí, en los tendidos no se dejaba de escuchar lo feo que hacían las pezuñas sin arreglar.

Este último encierro de las fiestas de CiudadRodrigo dejó un herido por asta de toro, un mozo de 31 años y vecino de Valencia recibió múltiples varetazos y una cornada interna en muslo izquierdo. Su pronóstico era reservado, según refleja la información facilitada desde la enfermería que dirige el doctor Enrique Crespo.

Posteriormente se dio paso a la capea, con el correspondiente retraso de todos los días a pesar de que los tablados estaban repletos de público desde el primer minuto.

En total, salieron tres de los toros del encierro , de muy desigual juego, por lo que no fue tan fácil el lucimiento ni para los maletillas ni para los recortadores que en ambos casos, seguían poblando el ruedo del coso mirobrigense.

En esa capea no se registraron incidentes y se pudo ver a Cristian Moras recortando casi de salida al primero de os astados que salió al ruedo.

El segundo tenía una pezuña rota por lo que regresó rápidamente a los toriles, sacándose un tercero y de nuevo el rimero de los que había salido.

También se volvió a ver a un cortador afincado en navarra al que conocen como 'Moha' y que es de los que aguanta al toro haciéndolo girar, algo muy del gusto del público a lo largo de todos los carnavales.

Los 'capas' también quisieron agradar al respetable y uno de ellos, incluso, sacó una silla al ruedo con la que intentó desarrollar algunos de los pases con la muleta sentado.

A lo largo de la mañana se atendió a cinco personas más en la enfermería asentada en los bajos del Ayuntamiento con heridas de diversas consideración aunque la más grave llegó después en el desencierro.