Bienvenidos, hijos del rock'n'roll

Miguel Ríos, el rockero granadino de 74 años, aquel que convirtió su música en himnos de una época, regresa con la misma ilusión que hace años. Ahora lleva a los escenarios una apuesta arriesgada, 'Symphonic Ríos, en la que mezcla el rock con el sonido sinfónico de una Orquesta, un espectáculo que se podrá disfrutar el próximo viernes, día 5, en el Pabellón Multiusos Sánchez Paraíso para conmemorar de la mano del Ayuntamiento, el VIII Centenario de su Universidad, un regreso a una ciudad que todavía recuerda el concierto de 1982 que congregó a 40.000 personas en la Plaza Mayor.

En una entrevista con la agencia Efe, Miguel Ríos recuerda aquel año, aquel concierto mítico para los amantes del rock y fieles seguidores del cantante granadino, aquel espectáculo 'Rock&Ríos' que fue «uno de los memorables» de su carrera, en una «plaza tan mítica, en el centro de la urbe», en la que se llegó a sentir «en el centro de la humanidad, como si fuera una ceremonia de tipo iniciática con la gente alrededor del fuego».

Sus canciones también se corearán el próximo fin de semana en una ubicación tan diferente, con menos aforo, con unos temas que se ha convertido en leyendas o en himnos, aunque para Ríos «lo más emocionante es que la gente cante tus canciones».

«Sabes que esa canción ya no es tuya que es suya, que la han incorporado a una vida determinada y la han convertido en la banda sonora de esa vida. Eso es gigantesco», ha destacado el cantante.

A sus 74 años, Miguel Ríos ha vuelto a los escenarios con algo diferente, con un espectáculo que nada tiene que ver con lo que ha hecho en su historia musical y, a la pregunta sobre su regreso a la actividad musical, ha reconocido que «tiene que ver un poco con esa especie de satisfacción al narciso que se lleva dentro», que está relacionado con «la vuelta al estanque para mirarse en él», algo que para él «es muy adictivo», que la gente le siga aplaudiendo, que «le siga emocionando las canciones escritas hace años».

En esta nueva gira, en un espectáculo como 'Symphonic Ríos', se une el rock y el sonido sinfónico de la Orquesta de 50 músicos que dirige Carlos Checa, con el trabajo de los arreglistas, que son «la piedra filosofal» de esa unión, quienes «han entendido los dos mundos y se han puesto al servicio de la canción».

El resultado ha sido un espectáculo visto como «una apuesta definitiva por el valor cultural de la música», en el que se produce un maridaje de dos estilos, el sinfónico y el rock, que son dos lenguajes de la música popular, que se lleva haciendo siglos», por lo que para Miguel Ríos este concierto es un «espectáculo muy verdadero», un «hermanamiento de músicas y músicos muy completo».

En estos momentos, con sus cientos de canciones, con decenas de discos a sus espaldas, Ríos tiene claro que el panorama rockero español «está en su mejor momento», en el que «cada uno tiene que usar la música como un servicio utilitario», y donde «se hace la mejor música, con las mejores bandas, los mejores textos y los mejores músicos».

«La música está muy bien. Hay muchos festivales que permiten a las bandas subsistir y seguir creciendo y ganar algo de dinero. Todas las bandas están en un momento efervescente», ha sentenciado.