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El científico Mariano Barbacid, el día de la presentación del proyecto con Alfonso Fernández Mañueco. Salamancahoy
Barbacid se desvincula del proyecto del cáncer en Salamanca: «No tengo ninguna relación con Krasko»

Barbacid se desvincula del proyecto del cáncer en Salamanca: «No tengo ninguna relación con Krasko»

El investigador, que acudió a la presentación y avalaba la idea, aclara que «el proyecto que se pretendió hacer con esta compañía se hará en Salamanca o no se hará»

Félix Oliva

Salamanca

Miércoles, 22 de febrero 2023, 17:41

El científico español Mariano Barbacid ha aclarado su relación con el proyecto que iba a investigar los cánceres más agresivos en Salamanca con una subvención de 2 millones de euros de la Junta de Castilla y León, una iniciativa con la que no tiene ninguna relación desde hace tiempo, según sus manifestaciones. Para ser exactos, se refiere a su vínculo con la empresa que presentó la iniciativa para este proyecto concreto, Krasko Research, aunque el interés declarado por la Junta esta misma semana hace pensar que podía prosperar con el propio doctor como catalizador, pero con otra estructura.

Así se lo ha hecho saber a Salamancahoy en una contestación remitida el 20 de febrero a la consulta que se le giró el día 7 de febrero, antes de la publicación de la noticia en la que se confirmaba que este proyecto se esfumaba de Salamanca sin haber siquiera estrenado el laboratorio que se puso a su disposición.

En un correo electrónico enviado a Salamancahoy , Barbacid se desvincula de la empresa Krasko Research, la sociedad que está detrás de la iniciativa y a la que fueron dirigidas todas las decisiones administrativas que tomó la Junta. El Gobierno regional decidió declarar el proyecto de interés estratégico para la comunidad y le concedió a la sociedad una subvención de casi 2 millones de euros con la condición de que se instalara en Salamanca y llevara a cabo tanto la investigación como la fase de producción de un proyecto para encontrar tratamientos a cánceres como el de páncreas.

De este modo, el científico se desmarca de la empresa que societariamente es titular del proyecto que iba a basar su desarrollo precisamente en las investigaciones realizadas por el propio Barbacid. El plan se fundamentaba en los descubrimientos del doctor sobre la actividad del oncogén KRAS, responsable de los cánceres más agresivos como el de páncreas.

La sociedad decidió trasladar su domicilio social a Madrid a finales de diciembre pasado tras menos de dos años radicada fiscal y socialmente en un despacho del Parque Científico de la Usal en Villamayor. El 21 de diciembre el BORME publicaba su regreso a una dirección postal de Madrid. Sin embargo, nunca había llegado a utilizar el laboratorio que se puso a su disposición, el L3 del edificio M3, y para lo que firmó un contrato de reserva de espacios; el uso de las instalaciones no tenía coste, sí el servicio de domiciliación fiscal.

La residencia fiscal es clave en el acceso a la financiación que le ofreció la Junta. La subvención en la que se encuadró el proyecto se hace a partir de una convocatoria del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León y entre los requisitos para concurrir y tener derecho a percibir la ayuda figura la obligación de tener radicada sede y actividad en la comunidad para poder percibirla. Además, la empresa estaría obligada a «mantener la actividad empresarial/industrial en Castilla y León durante un periodo no inferior a cinco años contados a partir de la finalización del plazo de vigencia de la subvención».

El futuro del proyecto

El desarrollo del proyecto queda ahora muy en duda, al menos, en manos de Krasko Research. Según fuentes consultadas por este periódico, el principal problema ha sido la falta de financiación privada. La actividad estaba presupuestada en tres millones de euros, de los cuales dos ponía la Junta y otro millón tenían que aportarlo inversores privados que la empresa iba a buscar, pero que no ha encontrado por ahora.

Toda vez que la subvención de la Junta está concedida a esta sociedad, pero condicionada a la domiciliación de la sociedad en Castilla y León y la permanencia durante al menos cinco años posteriores a la percepción de la ayuda concedida, la empresa debería regresar para poder hacerla efectiva. Eso supondría reiniciar una actividad científica que, según Barbacid, está detenida. Para reanudarla, tendría que cumplir con importantes compromisos: contratar al menos cinco investigadores, instalarse en Salamanca, colaborar con la Usal y centros de investigación como el del cáncer y llevar a cabo la producción del tratamiento alcanzado con las evidencias científicas también en Salamanca.

Por su parte, el doctor Barbacid se remite a las palabras de Mañueco, lo que supone dejar una puerta abierta a que se pueda hacer. «De cualquier forma, y tal y como ha dicho el Presidente Mañueco, el proyecto que se pretendió hacer con esta compañía se hará en Salamanca o no se hará», parafraseando la afirmación del presidente de la Junta, que hace unos días pedía «tranquilidad» y aseguraba que, según sus informaciones, no se iba a malograr. Lo que parece claro es que, de ser, será sin la sociedad que abanderó el proyecto y a la que la Junta dio sus parabienes.

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