Las averías y la contaminación, motivos del abastecimiento de agua a través de cisternas

El último año, y según datos facilitados por la Diputación de Salamanca, sólo 12 municipios (desde el 1 de enero hasta el 8 de agosto) han necesitado este servicio, y sólo uno de ellos, por escasez de agua, Sorihuela, al que se han suministrado 182.000 litros la semana pasada.

El resto han sido por averías puntuales (cuatro municipios: Negrilla de Palencia, al que se le llevaron 40.000 litros; Tarazona de Guareña, con 2.000 litros; San Pedro del Valle, con 27.000; y Trabanca, con 135.000) y por contaminación, que es el caso más extendido, y el que han sufrido municipios como Aldeaseca de la Frontera (24.000 litros), Arcediano (9.000), Cantalpino (972.000), Paradinas de Abajo (12.000), Quejigal (10.000), la urbanización La Rad de Galindo y Perahuy (24.000) y Villoria (4.000).

Si tenemos en cuenta los datos de la semana pasada, vemos que 5 de esos 12 pueblos no han tenido problemas justo hasta la llegada de agosto; ya que es cuando se ha suministrado el agua a Sorihuela; La Rad, Quejigal y Paradinas de Abajo, 2.000 litros a cada uno por un motivo común, contaminación de arsénico; y 4.000 litros a Villoria por contaminación de nitratos.

Además, fuentes de la Diputación indican que en este 2021 el suministro se ha realizado durante dos o tres semanas en todo lo que va de año.

Con estos datos se puede ver claramente que descienden el número de pueblos que necesitan agua por escasez de suministro en sus propios pueblos, algo que según confirma el diputado de Medio Ambiente, Román Hernández, se debe a las obras de mejoras realizadas en captaciones de agua y depósitos a través del Plan de Sequía de la Diputación de Salamanca, al que cada año se dota con una cuantía de 1,2 millones de euros.

«Ahora vemos los resultados excepcionales del Plan de Sequía, ya que la demanda de agua viene por averías puntuales y por contaminación de arsénico o nitratos, debido principalmente a que cada vez se reducen más los niveles, y pueblos que antes no tenían este problema ahora lo tienen», afirma Román Hernández; quien añade que desde el Plan de Sequía también hay una línea de subvención para solucionar dichos problemas, a través de filtros específicos.

Con el Plan de Sequía, recuerda el diputado de Medio Ambiente, se trata de solucionar los problemas de las captaciones del agua pero también de la potabilidad de la misma. Además, se ha incorporado a este programa «unos equipos que informan de si hay averías o fugas, con mediciones diurnas y nocturnas, cuyo fin es captar si existen fugas para solucionarlo. También hay otro equipo con el que se hace un rastreo para encontrar dicha fuga y corregir ese problema».

Aún así, si los problemas persisten, los pueblos cuentan con el servicio de abastecimiento de agua potable a través de cisternas de la Diputación, con un tiempo de reacción de unas seis horas. Un servicio «asequible y un recurso muy importante para solucionar un problema puntual que se ofrece a demanda», afirma Román Hernández, que añade que los Bomberos de la Diputación son los que se encargan de ello.

Respecto al precio del agua, indica que son 3,91 euros/m3; por lo que un camión cisterna de 13m3, o lo que es lo mismo 13.000 litros, cuesta 50 euros y 91 euros el de 28.000 litros.

Uno de los pueblos que ha necesitado agua por contaminación de nitratos la semana pasada y también ésta, pues ayer se le suministraron otros 4.000 litros de agua, es Villoria, cuyo alcalde, Julián Barrera, indica a este periódico que «es la primera vez que nos pasa en este siglo. Los niveles tanto de nitrato como de arsénico se redujeron en 2007 y desde entonces ya se empezaron a tener problemas. En estos momentos está permitido 50 miligramos por litro de nitratos y el agua de Villoria tiene 74, algo que se debe, según considera el primer edil, a la «filtración de los abonos de las zonas de cultivo durante la primavera, que llega hasta la captación».

Como los niveles son más altos que lo permitido, tuvieron que buscar una solución, como es el abastecimiento mediante cisterna, ya que ha ocurrido en un momento en el que también hay más población en el municipio. «La respuesta de la Diputación fue inmediata», asegura, a la vez que añade que la eficacia de este servicio es del 100%; pero si la situación continúa -están haciendo análisis semanalmente- tendrán que buscar otra solución, como la colocación de filtros de sal, que según el presupuesto solicitado para una población como la de Villoria les costaría 65.000 euros más IVA, para lo cual pedirían ayuda al Plan de Sequía, con el cual en 2015 se hizo la nueva captación, en la que se subvencionó el 60% del presupuesto total de 55.000 euros.