El CB Avenida, con solo dos pívots, quiere la segunda plaza de su grupo y ya conoce a sus posibles rivales

Tras finalizar ayer la competición en el otro grupo, Avenida viaja a Francia sabiendo ya que si es segundo se medirá al Schio italiano y en caso de ser tercero al Sorpon húngaro.

Por otra parte, el Spar Girona no ha pasado a cuartos de la Euroliga y disputará la Eurocup a partir de ahora.

Pero como ha sucedido en la mayor parte de la temporada, Avenida llega con problemas a otro partido importante, en esta caso por la ausencia de Katie Lou, que sigue sin regresar de Estados Unidos, y Nogaye Lo y Fasoula por lesión. Es decir, con solo ocho jugadoras y únicamente dos pivot, Bella Alarie y Emese Hof.

Roberto Íñiguez deberá estrujarse la cabeza para controlar el desarrollo del partido basándose en las 'bajitas' ante un rival que no se juega nada, salvó la honrilla de ganar un partido más en Europa y ante el vigente subcampeón de la Euroliga, porque el BLMA francés la cuarta plaza ya la tienen asegurada y entrará en el sorteo de los cuartos de final.

Sin embargo, no hay que olvidar que la fase de grupos que ha hecho Avenida es muy buena y tal y como recuerdan desde el club, «si en octubre te dicen llegarías a la última jornada regular de Euroliga (aunque sea aplazada por el covid) con las opciones en tu mano de ser segundas de grupo y tener ventaja de campo en cuartos, y lo hubiéramos firmado con sangre».

Pese a que el equipo no puede viajar con todas su armas para disputar este importante partido, lo fundamental para Avenida y su entrenador es centrarse en las que están y que esas ocho jugadoras profesionales más la cadete Vera García, sean capaces de volver a crecerse, y como ha hecho hasta ahora «esfuerzo tras esfuerzo cada dos días», consigan lograr un botín que, en un grupo con equipos como Ekaterimburgo o Praga, parecía inalcanzable al iniciarse la competición

Y es que las charras han pasado en unas semanas de tener seis posibles interiores a quedarse en sólo dos: Bella y Emese, que deberán redoblar sus esfuerzos en un duelo europeo tan importante, y todo ello con el cansancio acumulado que traen las jugadoras. Las azulonas, al menos, pudieron descansar tras el madrugón del martes, para entrenar Palais des Sports de Lattes.

Situación semejante la que presenta un BLMA. Un conjunto francés al que se le han acumulado los partidos tras pasar por un brote de covid y que el martes mismo jugaba en el mismo escenario ante Venecia, con derrota. Muchas lesiones y jugadoras tocadas para un equipo peligroso, con un ritmo de juego alocado que, en los días acertados, puede matar a cualquiera.

No en vano aquí precisamente cayó USK Praga al inicio de competición. Jugadoras como Wallace, Peters, Touré o Filip, con las dudas de Epoupa, Dabovic o Bernies, hacen del rival francés un conjunto duro, por eso estarán entre los ocho mejores del continente.

«Una oportunidad buena, pero en la adversidad»

Consciente de la dificultad por la situación del equipo, el entrenador azulón Roberto Íñiguez, recordó que «siempre les digo a las jugadoras que hay que soñar. Ser humilde, pero soñar es gratis y es sano. Tenemos una oportunidad muy buena, pero tenemos adversidad y hay que ver cómo competir con esa adversidad. No hay que pensar que el partido es muy importante y que hay que ganar sí o sí porque eso no te hace ganar. Tenemos ese sueño de ganar y conseguir esa ventaja de campo, que es muy importante en Euroliga».

Ante esa situación, la mentalidad es clara: «creo que de Estudiantes a Zaragoza mejoramos, aún sin entrenar, pero ahora tenemos más adversidad aún con lo de Fasoula», sentenció.

Además, afirmó que «creo que tiene que haber unión e ilusión y no pensar mucho en futuro. Es normal que te entre frustración por lo que tienes delante pero ir a corto plazo. Entrenar con 8 y con Vera y a jugar y a competir de la mejor forma con las circunstancias que tenemos» , comentó Íñiguez.

En cuanto al rival, aseguró que «tenemos que pensar en que salga el mejor BLMA, es nuestro trabajo y minimizar lo que tienen bueno. Ellas están en momento difícil, con dinámica extraña y no es fácil cuando pierdes partidos, pero están ya en cuartos y sin ninguna presión, jugando contra Avenida que siempre quieren competir cuando juegan contra el finalista de Euroliga, y eso es una dificultad», el técnico