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Lunes, 29 de marzo 2021, 11:26
Ayer, Domingo de Ramos, se iniciaron las celebraciones litúrgicas de Semana Santa en la Catedral, con una eucaristía que presidió el obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López Hernández. La celebración, con limitación de aforo por la pandemia de la covid-19, pudo ser ... seguida por los fieles por el canal de YouTube de la Diócesis.
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Las medidas sanitarias y restricciones obligaron, por segundo año, a que no se celebrara la tradicional procesión del Domingo de Ramos, al igual que ha provocado la suspensión de todos los desfiles procesionales de Semana Santa por las calles de la capital.
Lo que sí volverá a celebrarse, tras su suspensión en 2020 por la pandemia, es la misa Crismal del Miércoles Santo, a las 12:00 horas en la Catedral Nueva, presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López Hernández, y en la que se congregan los sacerdotes, diáconos, religiosos y el Pueblo de Dios.
Tradicionalmente, esta misa se celebra en la Catedral vieja, pero este año, debido a la pandemia, cambia el emplazamiento a la nueva, por razones de espacio y para garantizar la distancia de seguridad. La celebración será transmitida en directo a través del canal de Youtube diocesano.
La misa Crismal es la celebración en la que se consagra el Santo Crisma y se bendicen los Santos Óleos. Con el Crisma consagrado por el obispo son ungidos los nuevos bautizados, signados los que reciben la confirmación y ordenados los obispos y sacerdotes, entre otras funciones. Con el óleo de los catecúmenos se preparan y disponen para el Bautismo los propios catecúmenos, y con el óleo de los enfermos éstos son aliviados en sus enfermedades.
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El rito de esta misa incluye la renovación de las promesas sacerdotales. Tras la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia. Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a otros a él.
Tras la renovación de las promesas sacerdotales se llevan los óleos al altar en procesión. En último lugar, se lleva el Santo Crisma, y después del Sanctus, se bendice el óleo de los enfermos, y tras la oración y la comunión, se bendice el óleo de los catecúmenos y se consagra el Santo Crisma.
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Las celebraciones litúrgicas continuarán el Jueves Santo y se prolongarán hasta el Domingo de Resurrección; todas ellas tendrán lugar en la Catedral Nueva y estarán presididas por el obispo de la Diócesis de Salamanca.
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