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Nacido en Barcelona el 11 de noviembre de 1976, Jandro Zubillaga llegó este verano a Salamanca para dirigir la nave de La Antigua CB Tormes en la LEB Plata, la tercera categoría nacional del basket masculino. Lo hace gracias al acuerdo con el Fuenlabrada de ... ACB -con el que tiene contrato-, que ha encontrado en el CBTormes el club que le garantiza la 'plaza' para que se 'hagan' sus jóvenes jugadores cedidos y que puedan llegar así en un futuro próximo a la Liga Endesa.
El equipo charro, plagado de jóvenes con mucho talento pero inexpertos, debuta este sábado a domicilio ante el Zornotza vasco. Pero la historia de Jandro Zubillaga y el basket comenzó hace ya muchos años. «Soy una persona normal que cuando se dedica a su trabajo que ahora es el baloncesto por suerte, intenta darlo todo. Soy muy metódico porque creo que los pequeños detalles importan. Soy trabajador y metódico, ese soy yo seguro», señala.
Si a Jandro le hubieran dicho hace solo tres años que viviría esta temporada en Salamanca «no me lo hubiera creído. Mi paso para dedicarme al baloncesto fue bastante arriesgado, por la edad que tengo, de dedicarme profesionalmente al baloncesto. Me planteo unos años, yo voy por ciclos de unos cinco, veo el objetivo que me marco y qué quiero conseguir. Hace tres años yo estaba trabajando como comercial, luego entrenando a un club y también haciendo entrenamientos específicos con el segundo equipo de la Penya (Joventut). Sabía que en Salamanca hubo ACBde la época de Pedro Martínez y luego que Avenida es el mejor club de España y uno de los mejores de Europa en basket femenino. Siempre pensaba que si arrastran tanto gente en femenino, seguro que para el masculino será igual. Es una ciudad de tradición de baloncesto».
Así describe Zubillaga su llegada al Fuenlabrada. «Llegué allí por una persona que entrenaba al segundo equipo y con el que tengo amigos en común. Una Semana Santa me comentaron si estaría dispuesto... y a partir de aquí dieron mi nombre en el club. Ahí dejo 10 años en un trabajo ya con una estabilidad económica importante pudiendo además mejorar a nivel laboral porque justo después me ofrecen ir fuera del país con un cargo mejor. Pero me encanta el baloncesto y que te den la oportunidad más allá del dinero, que es algo que ni valoré... Si no hubiera dicho que sí, me habría arrepentido seguro. Me encuentro en mi segundo año del ciclo de baloncesto, hasta los 45 tengo de límite», señala entre risas.
Ya en Salamanca, el técnico del CBTormes afirma que «es una ciudad increíble para vivir, tienes de todo y con acceso fácil. Ahora hay que conseguir que la gente venga a vernos y que hable bien del grupo independientemente de que ganemos o no. La sociedad de hoy en día premia al ganador, está montado así, pero quiero que se identifiquen con el club. Si conseguimos eso, las cosas irán bien aunque no podemos olvidar lo de ganar, hay que encontrar el equilibrio».
Su posible llegada a Salamanca fue algo que se fue fraguando con el paso de los meses. «Ya habíamos hablado hace tiempo de la opción de hacer un LEBPlata. Según avanzan las conversaciones con el CBTormes, yo muy contento de poder venir a Salamanca», que expresa sobre el proyecto que «tenemos 6-7 chicos entre 18-21 años que tienen mucho talento de su edad. Y ese talento les tiene que ayudar a evolucionar más rápido que otro tipo de jugadores a los que podría costarle seis. Para ello tendremos que pagar un peaje. Hay que mentalizarse de trabajar en el día a día y en cómo podemos mejorar».
Un privilegiado
Además los jugadores apenas se conoce de forma previa, algo que añade mayor motivación a su trabajo. «Es muy divertido sobre todo en el día a día. Soy un privilegiado. Si has trabajado 20 años en un trabajo normal, levantándote pronto... Antes el baloncesto era la válvula de escape... ahora me levanto y digo que mi trabajo es el baloncesto. Es un privilegio dure lo que dure. Mi 'problema' ahora puede ser que un jugador no 'meta' pero eso ya lo tenía antes y además los problemas del trabajo. Es otro tipo de presión porque esto quieres que dure y de lo otro tiene que durar por que si no, no comes».
El CB Tormes concluyó su pretemporada con la única victoria del verano. Así la vio Zubillaga. «Somos un equipo vinculado y hay cosas que no podemos controlar como trabajar con toda la plantilla. Eso a nivel colectivo retrasa aunque hacemos cosas similares al primer equipo. La filosofía intentamos que sea parecida. Ha sido dura la pretemporada en cuanto a trabajo, pero positiva porque el día a día con estos chicos es genial. Y no es fácil adaptarse porque son jóvenes y sus familias están lejos.Hemos competido en todos los partidos», esgrime.
Eso sí, el reto de La Antigua CB Tormes es claro:salvarse. «Sí, se tiene que encontrar un equilibrio, somos un equipo de formación pero hay que ganar partidos. Si esta historia dura un año solo, para la formación de los jugadores hay un problema. Hay que salvar la categoría. Esto no puede ser efímero. Salamanca se merece un equipo masculino en una categoría semiprofesional. El CB Tormes ha apostado y hay que mantenerlo como sea para un proyecto muy bonito. En cuanto a la competición, el preparador catalán explica que «la LEB Plata ha cambiado en cuanto al formato de competición. Seis equipos bajan de categoría de 24 y por tanto sales con un 25% de posibilidades de descender y un 75% de mantenerte o aspirar a subir. Será muy dura».
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