
Alivio tras un férreo cierre de casi dos meses
Desescalada ·
Centros comerciales, gimnasios, casas de apuestas y el interior de los bares reabrieron ayer sin ocultar sus temores por un hipotético cierre si emerge el fantasma de la cuarta olaDesescalada ·
Centros comerciales, gimnasios, casas de apuestas y el interior de los bares reabrieron ayer sin ocultar sus temores por un hipotético cierre si emerge el fantasma de la cuarta olaYa era hora. Ésta es la contundente frase que resume el ánimo que hermaba ayer al personal de los centros comerciales, los gimnasios, los establecimientos hosteleros -en este caso puntual en lo relativo a la prohibición vigente hasta este pasado domingo de consumir en el interior de los bares y los restaurantes– y las casas de apuestas, al poder reabrir por fin sus locales, tras casi dos meses de cierre, clausura que fue ordenada por los responsables de la Junta de Castilla y León con carácter preventivo para intentar evitar la propagación y la aparición de nuevos contagios vinculados a la mortífera y temible covid-19.
Publicidad
Los locales reabrieron su actividad con una sensación entrecuzada por la satisfacción y el alivio tras el cierre desde mediados de enero de las instalaciones, pero sin poder disipar los alarmantes temores y los sombríos presagios que ya comienzan a proliferar entre la opinión pública salmantina por la posible aparición de una nueva y cuarta ola de la pandemia, que podría acarrear, dependiendo en todo caso de la intensidad de los contagios, los ingresos hospitalarios y los óbitos, un posible y masivo cierre de todas estas instalaciones en las nueve provincias de la Comunidad.
La reapertura de los centros comerciales desembocó, en el caso de las franquicias de ropa situadas en ellos, en una espiral de devoluciones de artículos comprados en los primeros días de enero durante el arranque de las rebajas. Se formaron pequeñas colas y, en el caso de algunas franquicias, los carteles alusivos a las rebajas y a los descuentos que alcanzaban hasta el 60% engalanaban los escaparates para intentar estimular y avivar el hábito comprador de los consumidores, seduciéndoles con artículos especialmente rebajados, aunque oficialmente en la mayoría del tejido comercial de la ciudad las rebajas finalizaron en las postrimerías del pasado mes de febrero.
En el interior de los bares los reconfortantes cafés madrugadores, los sabrososy apetitosos croaissants, los nutridos pinchos de tortilla y de jamón, así como las relajantes cañas de cerveza y los señoriales vinos que fueron haciendo acto de presencia en torno al mediodía según avanzaban las manecillas de los relojes, retrocedieron a los entusiastas y fieles amantes de los bares a la feliz normalidad que imperaba antes de la pandemia, cuando no gobernaban ni las mascarillas ni las incómodas restricciones. Pero, lamentablemente, estas imágenes se esfumaron muy rápidamente y los geles hidroalcohólicos en la entrada de los bares y las cafeterías devolvían a los clientes a una incierta realidad sacaudida de forma virulenta por la pandemia.
Los gimnasios y las casas de apuestas también reabrieron sus puertas tras un cierre de casi dos meses que se hizo eterno. Los responsables de los gimnasios volvieron a recordar que Castilla y León es la comunidad autónoma de España donde fueron más severas y estrictas las restricciones aplicadas a los gimnasios e instalaciones deportivas. Han sido cierres totales, a diferencia de la hosteleria, donde sus responsables pudieron respirar y encontrar un alivio a sus maltrechas economías gracias a que la Junta de Castilla y León autorizó la instalación de terrazas al aire libre, lo cual no fue óbice para que implicara un cuantioso desembolso adicional por la colocación de mamparas para garantizar la seguridad de los clientes.
Publicidad
En el doloroso calvario que está azotando a la hostelería salmantina desde hace meses se están quedando en el camino muchos nombres. Es el caso de Paco Parra, el encargado de la popular cafetería-resturante ElAve Turuta, un establecimiento que desde hace 25 años daba servicio a salmantinos y turistas en su envidiable emplazamiento de la universitaria calle Libreros. Paco Parra confirmó ayer que este emblemático establecimiento no volverá a abrir dado que resulta totalmente inviable su posible continuidad en esta compleja tesitura. De hecho,El Ave Tutura cerró el pasado mes de noviembre, una triste noticia para el sector, especialente si se tiene en cuenta que en sus dependencias venia trabajando una decena de empleados. «Es cierto que lo que hemos vivido ha sido terrible y no había pasado nunca, pero se podía haber gestionado de otra forma», lamenta Paco Parra a la hora de referirse a las duras restricciones aplicadas contra la hostelería.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.