Alejandro Rivero logra la victoria en el Bolsín Taurino en su segunda participación

El ambiente en el Teatro Nuevo era diferente al de otras ocasiones. En la memoria, José Alfonso Pinto, el ganadero que esa misma tarde había sido enterrado en Casillas de Flores y al que el Bolsín Taurino tenía previsto rendir un homenaje en el transcurso de este acto de proclamación del triunfador. Los motivos sobraban, como con tantas otras instituciones, el televisivo se había volcado con la causa luciendo una camiseta con la promoción del certamen.

Una de sus hermanas recogió un cuadro con la silueta de Ciudad Rodrigo y tuvo palabras de agradecimiento hacia los presentes. El aplauso fue cerrado.

Pero la vida sigue y sobre todo para esos jóvenes aspirantes a fenómenos que ayer contaron con cinco nombres propios.

Alejandro Rivero Fernoll de Alburquerque, Badajoz, se proclamó triunfador del Bolsín Taurino Mirobrigense en su edición número 63 y lo hizo, en su segunda participación en la cita. Ya el pasado año alcanzó la final pero no tuvo la suerte de clasificarse entre los cinco aspirantes que consiguieron matar un novillo durante el carnaval por lo que este año se ha cumplido su sueño a lo grande.

El espigadísimo torero ha tenido una buena trayectoria a lo largo de todas las tientas, «ha sido de los más regulares, ahí están sus notas, y de los que anda mejor», comentaron fuentes bolsinistas. Es verdad que el día de la final con un novillo bueno consiguió estallar y llevarse los mayores aplausos de la tarde.

El triunfo no le es ajeno pues viene de ser el más destacado en la novillada de Villa Franca de Xira (Portugal); también recibió los mayores reconocimientos en el certamen Nimes Metropole. En marzo toreará en la plaza de Olivenza.

En el caso de Ciudad Rodrigo, el joven matará el próximo martes un novillo de Santos Alcalde en un cartel en el que están anunciados José Luis Ramos y Alejandro Marcos, en ese caso, con novillos de Gómez de Morales.

El orden del resto de finalistas quedó de la siguiente manera: Diego García Porras, de San Sebastián de los Reyes (Madrid) fue el primer finalista seguido de Leonardo Dos Santos Passareira, de Nave de Haver, Portugal, el único alumno de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca; Álvaro Burdiel Gutiérrez, de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y Jesús García Iglesias, de San Martín de la Vega (Madrid.

El protocolo que se siguió fue el marcado en otras ocasiones y uno a uno fueron cruzando el patio de butacas del Teatro Nuevo Fernando Arrabal en un improvisado paseíllo a medida que el presentador, Alfredo Ramajo, los iba nombrando en orden inverso, es decir, comenzando por el último clasificado.

Lo cierto es que los momentos previos son de expectación máxima y hasta el último instante hay quien elabora sus quinielas pues el nombre del triunfador tan solo lo conocen los miembros del jurado que se reunieron el pasado martes para tomar la decisión. Andrés Sevillano, Miguel Ángel de Elías y Manuel Santos volvieron a tener la clave del certamen en sus manos.

Pero dejando de lado lo estrictamente taurino, además de a José Alfonso Pinto, el Bolsín quiso rendir dos homenajes más.

Normalmente, las distinciones que se conceden cada año suelen ser dos pero en esta ocasión se hicieron más extensas. A las tablas del Teatro Nuevo subió el matador y director de la Escuela Taurina de Salamanca, José Ignacio Sánchez, reconocido en el 25 aniversario de su alternativa y en el 30 de su proclamación como triunfador de la cita.

Después de escuchar el pregón, cerró el acto la Rondalla III Columnas que con motivo de su 75 aniversario fue igualmente agasajada.

En el caso del ganadero Antonio Palla se le reconoció no por el Bolsín, sino por el público que acudió a la final del pasado domingo y que consideró que su novillo, herrado con el número 14, fue el mejor de los vistos esa tarde.

Esta primera parte se encargó de cerrarla el patriarca del Bolsín, Miguel Cid, que comenzó sumándose «al dolor que nos embarga por la muerte de nuestro paisano José Pinto que mañana iba a pregonar nuestro carnaval». A pesar de la «dolorosa sorpresa que, aunque nos afecte, no puede impedir el seguir adelante con nuestras actividades como es este acto».

Concluyó el patriarca valorando la fortaleza del Bolsín en sus 63 temporadas pues «continúa su andadura yo creo que con la suficiente fortaleza para que nuestros nietos tomen el relevo y lo hagan centenario». De momento, la próxima cita con estas promesas, en el Carnaval del Toro.