Aldeatejada regresa al Renacimiento

Después de en 2019 y 2020 no se celebrase la representación, el año pasado por razones obvias, la plaza de la Capilla volvió a acoger esta cuidada recreación de la llegada a Aldeatejada de las huestes portuguesas para alojarse a la espera de la celebración de la boda unos días después en Salamanca.

Como consecuencia de la situación de pandemia, la representación se ajustó a una serie de modificaciones para evitar brotes y asegurar la salud de los vecinos, que una vez más se han vuelto a involucrar por completo en la organización de este día que ha cumplido este domingo su octava edición

La conmemoración, que a pesar de todo y del frío reinante fue seguida por numeroso público, se limitó en esta ocasión a la tradicional representación de las Vísperas Nupciales y al recreación del momento histórico, ya que el habitual mercadillo que lleva a Aldeatejada a numerosos artesanos y puestos de todo tipo de productos, este año no se ha podido organizar para evitar aglomeraciones de gente y mantener las medidas sanitarias que aún rigen en el país a consecuencia de la pandemia de la covid.

Por ello, como siempre pero este año aún más, el desfile del cortejo real protagonizado por los vecinos con trajes de época fue lo más destacado y seguido por el público, para el que se volvió a instalar un pequeño graderío. Posteriormente, se sucedieron los romances y las danzas renacentistas de la representación, en la que participaron unas 70 personas, después de la tradicional confesión de Felipe II y María Manuela. Tras la recreación de este hecho histórico la asociación Cultural Santa Bárbara, que organiza el acto, celebró la tradicional comida en honor a los novios. Además, por la tarde se siguieron celebrando los actos programados con motivo de la fiestas de Santa Bárbara, patrona de la localidad, que han coincidido este año con la representación, al retrasarse más de un mes su fecha habitual de celebración en el mes de octubre.