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DANIEL BAJO / WORD
SALAMANCA
Domingo, 28 de enero 2018, 12:21
Sindicalistas, representantes políticos y universitarios, miembros de la corporación municipal, empresarios e integrantes de asociaciones y colegios profesionales varios se concentraron ayer a las puertas del cementerio para cumplir con una tradición tan triste como importante: recordar la memoria de Serafín Holgado, el joven abogado ... laboralista salmantino asesinado en su despacho de Atocha en 1977.
Es una tradición triste porque los familiares y allegados recuerdan a la persona tiroteada en los años más duros de la Transición y los 41 años que han pasado sin su presencia. Y es importante porque, como mencionó el secretario general de CC OO en Salamanca, Emilio Pérez Prieto, este tipo de actos sirven para «recordar y reconocer» a las personas «que dieron su vida por la democracia y por los derechos que hoy tenemos que seguir defendiendo».
Al margen de las palabras del secretario de CC OO, los protagonistas del acto (muy a su pesar) fueron dos personas muy vinculadas con Serafín Holgado: Su hermana Pilar y su compañero de fatigas Alejandro Ruiz-Huerta, superviviente del atentado y que cada año, como un oráculo, advierte sobre algunos problemas de la sociedad española que no acaban de desaparecer.
Alejandro Ruiz-Huerta insistió en que la clave es no desfallecer y recordar a los abogados de Atocha cada año para que no se extinga su voz ni se olvide la lección de aquella época.
Ruiz-Huerta calificó a Holgado como «ejemplo de sencillez y humildad dentro de su compromiso» y alertó sobre la involución de una parte de la sociedad. Según sus palabras, estamos «volviendo atrás» en algunas cuestiones vinculadas con los derechos fundamentales. El abogado citó «agresiones» contra dichos derechos «por delitos de odio y faltas de respeto, especialmente en las redes sociales. Hay que terminar con eso», advirtió, antes de reconocer que era «pesimista» y de pedir una vuelta «a los contravalores de esta situación». Los mensajes de odio y las posturas extremistas «me dejan fatal y me aportan muy poca seguridad. Hay que trabajar por el respeto, la pluralidad, la igualdad y la paz. Son los valores fundamentales y sin ellos no vamos a ninguna parte».
Alejandro Ruiz-Huerta terminó su alocución en el cementerio pidiendo «alejar» la memoria histórica del debate político, porque es una cuestión «fundamentalmente humana. Hay que trabajar por las víctimas».
El mensaje de Pilar Holgado fue más humano si cabe. Recordó a su hermano como una persona «entrañable, humilde y sencilla», que aspiraba a abrir su propio despacho laboralista, «muy activo» y dispuesto a echar una mano en los barrios más desfavorecidos. En cuanto al día de su asesinato (24 de enero de 1977), lo rememoró como un día «muy gris y muy frío».
La memoria histórica fue un tema recurrente en todas las intervenciones. Además de Alejandro Ruiz-Huerta, Emilio Pérez Prieto también aludió a aquélla durante su intervención. El secretario general de CCOO en Salamanca destacó que la Junta de Castilla y León haya empezado a trabajar en el denominado decreto de la Memoria Histórica y Democrática que, entre otras líneas de trabajo, dedicará 100.000 euros a labores de investigación, exhumación e identificación de fosas en la región. Según Pérez Prieto, es una decisión «firme, coherente y necesaria» por lo que significa «la memoria de los hombres y mujeres enterrados en los montes y las cunetas. Es importante. No es suficiente, porque tendría que haber sido más, pero llega». De acuerdo a su valoración, este decreto de la Junta «no reabre las heridas, sino la tierra, para cerrar las heridas».
Emilio Pérez Prieto añadió que el gesto de la Junta debe servir de «ejemplo» para el Gobierno central. «No hay derecho a que estas alturas sigamos buscando los restos como si fueran objetos. Por eso es importante valorar este gesto».
El secretario general de CC OO en Castilla y León, Vicente Andrés, también acudió al acto y señaló, antes del homenaje, que a pesar de los años de espera y reivindicación del sindicato, con la aprobación del decreto «se cierra una etapa negra de la historia de España que se produjo en el siglo XX» . También añadió que hacer un mapeo en toda la región donde salgan las cunetas «nos parece imprescindible para la democracia y la modernidad del país». Vicente Andrés sostuvo que «se va por el buen camino» y desvinculó la decisión de las futuras elecciones autonómica. «Hay tiempo para las elecciones como para calificarlo de tintes electoralistas» y, si fuese así, «estaría mal planteado porque no se puede jugar con la memoria y con la historia de un país para hacer programa electoral».
Tras el acto de homenaje en el cementerio, los miembros de CC OO se desplazaron a la calle Abogados de Atocha, en la que está la sede del sindicato, para depositar un ramo de flores en su honor.
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