«Actualmente exportamos el 80% de nuestra producción de miel»
maría jesús gutiérrez
Domingo, 26 de febrero 2017, 13:05
Maes Honey es la primera empresa española exportadora de miel, un puesto que ha conseguido con el trabajo de toda la plantilla capitaneados por César Redondo, su director gerente, quien aborda en esta entrevista los pasos dados desde que su padre comenzara en el sector de la apicultura en los años 60 y creara posteriormente Feyce, una empresa que ha dado paso a Maes Honey.
-Feyce se ha convertido en Maes Honey, ¿qué ha cambiado en la empresa? ¿es sólo un cambio de nombre o significa mucho más?
-Se trata de una marca más internacional, un cambio de imagen y un intento de diversificar más la gama de productos con un valor añadido, con el objetivo de cambiar el negocio de venta a granel para evolucionar y exportar más miel en producto terminado, con lo que se gana valor y se fideliza al cliente. Se trata de un proyecto a largo plazo que implica la realización de inversiones en maquinaria en los próximos años para intentar estar a la última en todo, porque cuando vas a competir a nivel internacional tienes que adaptarte a todos los requerimientos que pide cada mercado tanto en formatos como envases. Hay que hacer lo que demande cada mercado porque sino no puedes vender; por ejemplo hay unos tamaños que se trabajan en Europa y en España, y en Estados Unidos otros diferentes y cada país tiene una normativa distinta...
-¿Qué cantidad de miel manufactura al año Maes Honey?
-El año pasado se superaron las 7.000 toneladas, que fue el año de la crisis, y en 2015 hicimos 8.000; la planta tiene la capacidad de producir 12.000 toneladas al año. El objetivo es llegar a las 12.000 toneladas y dentro de los diferentes proyectos que tenemos, pues hacer diferentes formatos, tipos de mieles, todo dependiendo de cómo se oriente el negocio, porque nos adaptamos a lo que el cliente necesite; y modificaremos las inversiones en función de la demanda de nuestros clientes.
-¿Esa producción de la que habla se vende en el mercado nacional o en el internacional?
-Actualmente exportamos el 80% y pensamos que en el extranjero, en la exportación, hay mucho más volumen de negocio y posibilidades de seguir creciendo, porque el consumo de la miel es enorme y actualmente tenemos una pequeña parte del pastel. Por ello, queremos seguir creciendo a nivel internacional y a la vez intentar mantener el mercado nacional, en las mismas proporciones, aunque es difícil mantener el mercado nacional porque las posibilidades de negocio fuera son mucho más grandes que aquí. Es posible que a futuro, en cinco años, el porcentaje de miel en el mercado nacional disminuya al 10%, no porque baje, sino porque el otro suba. Es decir, se mantienen las cifras a nivel nacional, por ejemplo en 1.000 toneladas, pero si la exportación sube de 6.000 a 10.000 el porcentaje ya baja.
-Hasta convertirse en la primera empresa española en exportación de miel, ¿cuáles han sido los pasos que ha dado Maes Honey?
-Hasta el año 60, mi abuelo y mi padre eran sólo productores. De los años 60 a los 80 empiezan a ser comerciantes de miel a granel, comercializaban su miel de forma directa y empiezan a comprar lo de cuatro o cinco, ocho o diez amigos, vecinos. En el año 80 mi padre ya viene a Aldeatejada y comienza a ser envasador artesanal; en el año 90 monta la primera planta de pasteurización para ser envasador industrial. La planta se monta porque consigue que la miel no se cristalice de forma rápida y para intentarla mantener un mínimo de seis, ocho o nueve meses líquida y que dé tiempo a comercializarla. En el año 95 es cuando empiezo yo y comenzamos con el proyecto de internacionalización exportando granel; poco después, en el año 2000 hicimos un consorcio con otras empresas de Castilla y León, como Madalenas Casado, Gullón, Helios... y empezamos a exportar producto terminado (tarros) que tiene más valor añadido. En ese momento es cuando empezamos a tener ya los dos negocios hasta que en 2010 decidimos construir la planta nueva (aunque la necesidad empezó en 2005) y en 2012 comenzamos de una forma fuerte a apostar por el producto terminado. Desde entonces y hasta 2015 hemos conseguido que el volumen de granel y el volumen de producto terminado fuera del 50% cada uno.
-Tras esta trayectoria dando pasos poco a poco de una forma segura, ¿cuáles son los objetivos que se han marcado para los próximos años?
-El objetivo de 2017 a 2025 es conseguir el máximo y crecer para que el 80% sea producto terminado y el 20% restante, granel. Ese es el objetivo, porque para el producto terminado es más estable el mercado. Además, intentaremos hacer marca, hacer más formatos y más tipos de mieles.
-De las 8.000 toneladas de producción al año, ¿cuántas se podrían decir que son de procedencia nacional? y ¿de dónde es el resto?
-Hasta el año pasado manteníamos un 40-45 por ciento del volumen comprado en el mercado nacional. La procedencia del resto de la miel varía, aunque fundamentalmente de América del Sur, de Europa del Este y de Asia.
-¿Por qué mantienen la planta en Salamanca en lugar de tenerla en un país del extranjero como han hecho otros muchos negocios?
-Éste no es el punto estratégico para mantener esta planta, pero hay cuestiones como la familia, la edad, el arraigo... que pesan. Y también que el producto procesado en Europa goza de un gran prestigio, de una garantía de calidad. La marca España y la marca Europa te ayuda, porque es sinónimo de calidad, porque los productos tienen que pasar por muchos controles. Cuando vas a un mercado global, el producto europeo tiene prestigio, porque contamos con todas las marcas de calidad y con unos controles brutales. El consumidor da al producto manufacturado en Europa una garantía de calidad, porque controlas el producto, controles el envasado... lo controlas todo.
- Imagino que esos controles, basados en la seguridad sanitaria, de los que habla, también los tienen que pasar las mieles que ustedes compran en otros países, que no vale cualquier miel...
-Los pasos que se dan son los siguientes: hacemos un contrato en el que fijamos los parámetros que debe tener la miel y todas las cualidades, si no cumple, la miel no sale de ese país; y el proveedor lo que hace es producir dependiendo de los parámetros que se le van a pedir. Después se hace un test de análisis y un muestreo en origen y eso se analiza en Alemania, que es donde se encuentra el laboratorio de referencia, de reconocido prestigio por todos. Si el test y el muestreo no es correcto, el producto no sale de allí, no viene a Europa. Si el test es ok ya viene a España, pero debe pasar antes otro control, el de las aduanas, que tienen un control aleatorio en puerto, que es de un 20%. Después llega la miel a nuestro almacén, a Aldeatejada, y nosotros hacemos otro muestreo aleatorio y un test completo con cien parámetros de análisis, porque ahora ya tenemos nosotros toda la responsabilidad. Ese test completo es a la llegada y después se hace la producción, que son mezclas de miel de distintos orígenes para tratar de sacar siempre el mismo color o sabor y para adaptarnos a los requerimientos del cliente. Una vez hecho el mix y el envasado, como fabricantes asumimos toda la responsabilidad del producto, por eso debemos tener muy controlado el test de llegada. Después para exportar hay una mayor problemática, porque hay que pasar por todo el test otra vez, controles externos y toda la normativa de ese país sobre etiquetado, lenguaje... Además, tenemos que pasar las auditorías propias, las de las empresas, más una o dos auditorías todos los meses del cliente. Aquí siempre hay inspectores, cuando no están los del Closet, están los del cliente que vienen a ver producciones; además, como exportamos todas las semanas tenemos a Sanidad más al Magrama, que cogen muestras y lo revisan todo. Estos son los controles habituales y después, una o dos veces al año viene Fraudes a muestrear, y además están los controles ordenados por el Ministerio y que son una semana sobre antibióticos, otra sobre adulteración, etc. Todos estos son los controles que tenemos, por lo que es imposible que un tarro de miel no sea de miel natural.
-Volviendo a las exportaciones, ¿a qué países llevan la miel?
- Exportamos a 33 países. En 1995 empezamos por Portugal, Alemania (que es el segundo mercado y el más grande en volúmenes de miel a granel), Polonia y toda Europa. Después a partir de 2000 a los países árabes junto al consorcio. Actualmente tenemos presencia en los cinco continentes.
- ¿Es fácil acceder a todos esos mercados?
-No, porque los países ponen trabas administrativas para la protección del producto local y el cumplimiento del máximo de requisitos. Para poder exportar a los cinco continentes hay que estar en el grupo de los mejores y hacerlo mejor que la producción local (en calidad, servicio, presentación, precio...).
- ¿Cuál es el país al que más exportan actualmente?
- En tiempos fue Alemania y ahora están al mismo nivel Italia, Francia, Alemania, Canadá; en segundo lugar está Arabia Saudí.
- Antes comentaba que producían dependiendo mucho de la demanda del cliente, ¿cuál es el producto más demandado?
-El volumen grande está en miel de flores convencional, que es el 75% de la miel; el 25 por ciento son mieles monoflorales o nuevos productos como, por ejemplo, miel con ginsen, con polen, con jalea real...
-¿Qué productos comercializan: sólo miel o tienen también polen, jalea...?
-Nosotros tenemos solo miel, cuando nos piden un producto de mezcla, de momento no lo hacemos,
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