La matanza introduce el sacrificio del cerdo fuera de la Plaza tras el pesado

El municipio de Ledrada celebró ayer la novena edición de su Matanza Típica y Tradicional, este año dentro del calendario de Fiestas de la Matanza de la Diputación de Salamanca, por ello, el sacrificio del cerdo, en lugar de realizarse en la Plaza se hizo fuera del recinto, en un lugar sin público; además contaron con Fernando Saldaña como maestro de ceremonias.

Pero antes de ello, tuvo lugar el nombramiento de los matanceros de honor tras las palabras del alcalde, Carlos Parra; a los que se impuso el blusón, la boina y la medalla y que en la jornada de ayer fueron el industrial y exalcalde de Ledrada, Alfonso Fernández; Atilano González, como industrial de más edad; y Satur Sánchez, como el trabajador en la industria cárnica de más edad, en este caso trabajadora.

Tras dichos nombramientos llegó el momento de comenzar con la matanza, que se inició con la recepción del cerdo para proceder a su pesado, después de que el público apuntara en una tablilla el peso del animal pues los que acertaran se llevarían de premio una pieza de embutido. El marrano pesó 155 kilos, cantidad que adivinaron cuatro personas.

Como los cerdos ya no se pueden sacrificar ante el público, éste fue llevado fuera de la Plaza para su sacrificio, mientras se repartían tapas de embutido y de jamón al público, siendo ésta la segunda degustación del día, pues a primera hora se repartieron perrunillas y aguardiente.

Muerto el cerdo se llevó de nuevo a la Plaza, donde dio comienzo su chamuscado y despiece; mientras los niños se encargaban de adobar las chichas en un barreñón de barro para después hacer chorizos.

La Matanza Típica de Ledrada también contó, como en otras ediciones, con la rifa de un jamón, un lomo y un lote de embutidos; así como con la subasta de las piezas nobles del cerdo, destinándose el dinero recaudado con todo ello a la Cofradía de Jesús Nazareno, que colabora con el Ayuntamiento en la organización y desarrollo de este evento.

Todo ello fue seguido en la mañana de ayer por un gran número de personas, entre ellas, las llegadas en autobús desde Ávila y Madrid, que disfrutaron de todo el proceso de la matanza y también de sus degustaciones, que finalizaron con el reparto de chichas entre todo el público asistente.