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En la parte superior derecha puede apreciarse cómo quedará el mirador de Aldeadávila.
El Mirador del Fraile ampliará sus vistas con una plataforma suspendida en el aire

El Mirador del Fraile ampliará sus vistas con una plataforma suspendida en el aire

redacción / word

Miércoles, 15 de febrero 2017, 21:20

El Parque natural de Arribes del Duero es un espacio natural protegido donde los encajonamientos de los cursos fluviales de los ríos Duero y Águeda hacen de frontera natural entre España y Portugal. La Junta de Castilla y León incorporó este territorio a su red de parques naturales en 2002. El Gobierno portugués hizo lo mismo con su parte en 1998, bajo el nombre de Parque natural del Duero Internacional. En 2015 los dos parques fueron declarados reserva de la biosfera transfronteriza por la Unesco bajo la denominación de Meseta Ibérica.

Los grandes desniveles de su orografía, el alto caudal del Duero y los numerosos ríos que en él desembocan, convierten a esta zona en uno de los puntos de mayor potencial hidroeléctrico de toda la península ibérica. Por ello, se fueron construyendo una serie de presas y embalses conocida como Saltos del Duero.

En la zona de la presa de Aldeadávila hay tres miradores existentes: el Picón de Felipe, el Mirador del Fraile (ambos en el lado de arriba de la presa) y el Mirador de Iberdrola, situado encima de la presa con vista a su espectacular aliviadero. El Mirador del Fraile es en principio una roca asegurada con una barandilla y provista de una rampa y unos escalones para facilitar el acceso. Es el mirador con mejor accesibilidad, ya que hay una carretera directa desde el pueblo de Aldeadávila. Además, en sus inmediaciones cuenta con espacio para aparcar incluso, vehículos grandes como autobuses.

El proyecto, que forma parte del programa de infraestructuras turísticas en espacios naturales, tiene como objetivo convertir este punto en un mirador emblemático y con capacidad de acoger a grupos medianamente grandes de visitantes.

Cuatro elementos

El mirador estará formado por cuatro elementos. El primer elemento de la intervención es una plataforma que permita al visitante alejarse del terreno firme y ampliar considerablemente su ángulo de visión sobre la presa y el valle con su impresionante desnivel casi vertical en algunos puntos. Esta plataforma será accesible directamente desde la carretera existente. Su longitud total de 32,4 metros permite visiones completamente nuevas por su gran voladizo de 16 metros sobre el precipicio.

Como segundo elemento, se propone la colocación de otra plataforma arrimada a la roca en un punto inferior: una especie de balcón que invite a sentarse de espaldas al terreno y disfrutar tranquilamente del espectáculo natural.

Se puede decir que es un mirador con dos diferentes velocidades y dos ambientes. Uno que lleva al visitante a una punta con características vertiginosas, sumamente expuesta y con una visión completa de la famosa presa, escenario de varias películas que la utilizaron como fondo. Y otro mucho más pequeño y con el apoyo de la roca palpable en cada momento, idóneo para la contemplación de las aves, el río y el valle.

El tercer elemento es la escalera de comunicación entre las plataformas que salva una diferencia de cota de altura. Este recorrido (casi en forma de S) pasa por debajo de la plataforma superior y rodea la roca de la Silla del Fraile hasta encontrase con la plataforma inferior. Esta configuración aprovecha el terreno con sus pendientes naturales y a su vez permite observar la audaz estructura del gran voladizo desde abajo. Como opción también se plantea un segundo acceso a la plataforma inferior, un recorrido accesible mediante un camino en forma de rampa.

El cuarto elemento será una zona de recepción y descanso que se crea junto a la escalera en el lado oeste incorporando una pequeña colina natural. Cuboides macizos de granito servirán de bancos, mesas o tumbonas para acoger a los excursionistas que quieran descansar y merendar, o a los guías que reúnan un grupo para proporcionarle información sobre el lugar, desahogando así el propio mirador y ayudando a despejar sus puntos de acceso.

El principal reto del proyecto es la solución estructural para la plataforma grande con un voladizo de 16 metros. El planteamiento se basa en el aprovechamiento de la roca del actual mirador como cimentación natural para una pieza simétrica en sección y planta con canto variable. Esta especie de balanza descansa en la roca y está anclada en su extremo interior (junto a la carretera) para fijar su posición y garantizar su estabilidad. Esta idea crea una estructura de aspecto muy ligero y eficaz debido a su canto variable y sección adaptada a la necesidad de esfuerzos y cargas.

La plataforma inferior sigue el mismo patrón estructural y constructivo, pero dado a su dimensión y anclajes 3 dimensionales en las rocas el reto estructural es mucho menor y la planta rectangular es más sencilla.

Como material principal se ha elegido el acero cortén por su gran capacidad estructural, su precio competitivo y sus cualidades de autoprotección a la corrosión. El color se integra bien en el paisaje y el contraste con las rocas dibuja una sugerente silueta contra el cielo.

La zona de descanso junto a carretera y escalera aprovecha el paisaje natural y se resuelve con piezas independientes de dimensiones moderadas, de granito monolítico u hormigón.

La monolítica formación de la llamada Silla del Fraile, que constituye el mirador actual, nos brinda la singular posibilidad de construir un mirador en voladizo que literalmente toca el terreno en solo dos puntos, a pesar de su gran tamaño e impresionante voladizo. Incluso la plataforma inferior se sostendrá únicamente con unos pocos anclajes a esta misma roca. Esto, como diseño en sí ya constituye una intervención extremadamente respetable con el medio ambiente.

Sin impacto ambiental

Tanto la construcción como su futuro desmontaje se podrán realizar con un mínimo impacto medioambiental. La extrema limitación de materiales y su separación limpia en cada fase del proceso son factores importantes en la gestión ambiental del proyecto.El hecho de no necesitar ni protección de superficie ni mantenimiento no solo baja considerablemente los costes sino también garantiza la ausencia de sustancias tóxicas.

Dado que existe una carretera que llega hasta el punto de arranque del mirador y que la plataforma superior del mismo es horizontal y no present obstáculo ninguno para el acceso de personas con movilidad reducida, está garantizada la accesibilidad para esta parte del mirador, que ofrece la vista del panorama completo.

En esta primera fase de la propuesta, la plataforma inferior se presenta con acceso a través de una escalera, que entendemos como la intervención con el mínimo impacto sobre el paisaje, ya que su extensión en el terreno es muy reducida. Sin embargo, se plantea la posibilidad de trazar un camino con pendiente adecuada para personas con movilidad reducida que arrancaría en el lado este del acceso principal y bajaría por la ladera en forma de una larga V hasta la plataforma inferior. La plataforma en sí no presenta problemas, puesto que no tiene pendiente y es suficientemente ancha para moverse cómodamente en silla de ruedas. Sería una intervención paisajística que se podría incluso realizar a posteriori si se ve necesaria.

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