Jorge Holguera Illera
Domingo, 1 de enero 2017, 16:10
Mientras que en la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban el Pleno del Ayuntamiento de dicho municipio acaba de declarar su Misa Pastorela como Bien de interés municipal. En Cantalapiedra ha pasado otra Navidad sin que se entone su también tradicional Misa Pastorela en latín.
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La mayor parte de los feligreses de Cantalapiedra recuerdan las misas de Navidad, Año Nuevo y Reyes en el interior de la gran iglesia de Santa María del Castillo por la emoción trasmitida a través de las graves voces que con fuerza entonaban la Misa Pastorela en latín. En esta villa la misa en latín se viene haciendo con el acompañamiento del órgano, que en los últimos tiempos sonaba de manos de Alberto Iglesias.
Entre las personas que saben cantar las misas en latín de Cantalapiedra, se encuentra Alfonso Bermejo, quien no duda en entonarla si se le solicita, incluso sin el acompañamiento acostumbrado. Recuerda que las partes de las misas son comunes: «el Kyrie, Gloria, Credo, Dirigatur, Santus-benedictus, y Agnus Dei». Esta enumeración se puede encontrar en el libro Misas populares en latín de transmisión oral en la provincia de Salamanca, cuyos autores son Pascual Barturen Uriarte e Hilario Almeida Cuesta. Este último, fue párroco de Cantalapiedra e impulsor de estas tradiciones así como la persona encargada de inmortalizarlas gracias a iniciativas como esta obra escrita, en la que se pueden ver partituras de la Misa Pastorela, la Misa de Sacramento, y dos misas de la Virgen en latín, a saber: la Misa Votiva de la Virgen de la Misericordia, y la Misa Festiva de Nuestra Señora de la Misericordia. Por suerte, esta última misa dedicada a la patrona de la Villa fue recuperada este año, tras dejarse de cantar en 2015. La emoción que trasmiten estas canciones hace especial las ceremonias que de por sí ya están dotadas de importancia. Esta razón es la que hace que las gentes de la villa las echen en falta en ocasiones como las fiestas navideñas, donde se cantaba la Misa Pastorela hasta hace poco.
Hijas de María
Continuando con las misas tradicionales en latín de Cantalapiedra, cabe destacar que antiguamente eran cantadas por los hombres, eso sí, había una misa, según recuerda Alfonso Bermejo, que era la del día de la Inmaculada, que era entonada por las Hijas de María, que era una cofradía de mujeres.
Los tiempos cambian y algunas tradiciones se conservan gracias al empeño de personas que luchan por conservar los legados del pasado, un buen ejemplo fue el del que fuera sacristán y organista durante muchos años, Anastasio Sanz, quien con su empeño y constancia era promotor de continuar con estos acompañamientos que hacían más emocionantes las ya de por sí solemnes ceremonias. También había muchas personas implicadas, voces imprescindibles que enriquecían los coros.
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En la actualidad, en los tres días antes mencionados de navidades; Navidad, Año Nuevo y Reyes, se conserva la tradición de cantar los villancicos entorno al órgano, durante la adoración al niño. Numerosas personas participan en este gesto festivo en el que ya participaban sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos. Este año, hacía sonar el órgano Rosa María López Sanz, nieta de Anastasio Sanz.
Algunos de los villancicos que se cantan en Cantalapiedra son el Ay del Chiquirritín, el Niño mío, Adestes Fideles, o el Noche de Paz.
Hilario Almeida junto al Barturen hacen un recorrido en su obra por las misas populares más antiguas de la provincia, y en su obra recuerdan que «a principios del siglo XXI, el estado actual de la música religiosa antigua y tradicional es preocupante la ir quedando muy pocas personas que la recuerden». Es por esta razón, y porque su transmisión es oral, que es fundamental que se mantengan vivas, como un patrimonio vivo, que a su vez es riqueza inmaterial. Estos también son ricos tesoros que se pueden encontrar en localidades como Cantalapiedra. Por esta razón son tan valiosas las iniciativas de personas, grupos, asociaciones, agrupaciones o cofradías que se unen para continuar dando viva a tradiciones como las de canta la misa en latín.
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No hace muchos años, también siendo sacerdote Hilario Almeida, a iniciativa de este y otras personas se puso en marcha una iniciativa verdaderamente valiosa en la que participaron entre otros, el organista Alberto Iglesias, Alfonso Bermejo y Emilia Prieto. Estos dos últimos, como solistas interpretaron los Et Incarnatus est de las misas solemnes de Cantalapiedra. Según explica Almeida en la obra antes mencionada fue «a partir de 1998 con motivo de la proximidad del Nuevo Milenio», participaron las parroquias de Cantalapiedra, Navales, Tordillos, Martinamor, Palacios Rubios, Anaya de Alba, Pitiegua, Castellanos de Moriscos, Fuenterroble de Salvatierra y otras.
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