Quince años después de la Capitalidad Cultural...

Queda algo de aquel acontecimiento. ¿Sirvió para tener una ciudad mejor? Por aquel entonces, poco o nada se sabía en la ciudad de la Nochevieja Universitaria. Eran otros tiempos, cuando las campanadas solo se celebraban una vez cada doce meses. Esa noche -31 de diciembre de 2001- se ponía fin a un año pero, sobre todo, se daba la bienvenida a otro muy importante en Salamanca.

Con la última campanada, en el momento de mayor algarabía en el ágora, un gran logotipo se iluminó en la fachada principal, era el emblema de la Capitalidad Cultural Europea, de la que gozaría la ciudad durante doce intensos meses.

De aquello han pasado 15 años, tres lustros del inicio en la Plaza Mayor de un hito para Salamanca. En ese día, la compañía Els Comediants ofreció un espectáculo pirotécnico, era la manera de arrancar, aunque la inauguración oficial de la Capitalidad tuvo lugar 19 días después.

Desde entonces pasaron por la ciudad artistas musicales de la talla internacional de Van Morrison, B.B.King, Montserrat Caballé, Oasis, The Cramberries o Patty Smith, a los que se sumaron otras propuestas de distintos ámbitos como la aclamada exposición escultórica de Rodin con piezas repartidas por la ciudad.

En total, fueron más de 1.100 actividades, de las que unas 300 fueron de pago y el resto gratuitas, como informó el Ayuntamiento de la ciudad y la coordinadora de los actos de la capitalidad en el año 2002.

Por las distintas propuestas, que acabaron con un espectáculo en la Plaza Mayor de Els Comediants, pasaron en total unos dos millones de espectadores y el número de turistas llegó a los tres millones, tal y como recoge la prensa de la época.

De aquella efeméride queda el recuerdo pero también infraestructuras que han quedado para el uso de la ciudad. Se trata del Teatro Liceo, el Museo de Historia de la Automoción, el centro de arte contemporáneo DA2, el Centro de las Artes Escénicas y de la Música (Caem), el Multiusos Sánchez Paraíso y la sala de exposiciones de Santo Domingo.